Godzilla es una de las figuras más conocidas del cine, y uno de los símbolos más importantes de Japón. El monstruo gigante, que inició su andadura con Japón bajo el terror del monstruo (1954), comenzó como azote de la humanidad y producto de los horrores de la era atómica, y pronto se convirtió, secuela tras secuela, en un héroe para el planeta. Según explica uno de sus responsables Teruyoshi Nakano, director de efectos especiales en los films clásicos de la Toho, fue una evolución lógica producto de los tiempos.
De enemigo a aliado
Nakano ha explicado que sin el cambio de Godzilla como malvado monstruo gigante a símbolo a la heroicidad, la saga y las kaiju eiga no habrían tenido un influjo tan atractivo y tan amplio a lo largo de los años. "Creo que sin ningún cambio en el personaje de Godzilla, la saga no habría sido capaz de continuar su progresión.
Si Godzilla hubiera seguido siendo un villano, probablemente solo los fans incondicionales de Godzilla habrían visto las películas, y no habría llegado a una audiencia masiva y general", matiza. El cineasta piensa que fue una decisión correcta, sobre todo porque ayudó a que el éxito del género de monstruos gigantes calase por completo entre los espectadores japoneses y occidentales, aumentando la popularidad de la criatura radioactiva.
"Siempre he pensado que fue correcto cambiar la naturaleza del personaje de Godzilla... Fue una reacción a los tiempos y los cambios en la audiencia. Pero en lo que a mi respecta, básicamente me gusta más un Godzilla aterrador, en lugar de un buen Godzilla", confiesa. Este giro, habitual en las distintas etapas del personaje se ha visto también en la versión estadounidense del Monsterverse de Legendary y Warner Bros., en el que el gigante se presenta actualmente como un protector heroico del equilibrio natural de la Tierra. Mientras los detalles del siguiente film de Godzilla se suceden -a través de juguetes, cómics y más-, conocemos más de las siguientes secuelas y su universo en palabras y declaraciones de sus creadores.