El desarrollo de videojuegos puede implicar situaciones polémicas cuando entramos en el terreno del negocio. El presidente de Slightly Mad Studios, la desarrolladora de Project Cars, ha ofrecido su visión sobre la relación que la compañía tuvo que Electronic Arts en el pasado.
Los peores momentos de Slightly Mad Studios
Slightly Mad Studios se encargó de la serie Need for Speed: Shift y cerró un acuerdo para producir el tercer episodio, acuerdo que según Ian Bell quedó roto de manera unilateral por Electronic Arts cuando el juego fue cancelado "sin aviso alguno previo".
Según Bell, Electronic Arts ofreció 1,5 millones de dólares al estudio para producir Need for Speed: Shift 3.
La compañía aceptó la oferta, firmó el acuerdo y compensó a sus trabajadores con la suculenta cifra. Cuando el desarrollo iba a comenzar, el juego "acabó cancelado".
"Cogí el millón y medio, pagué a los chicos suculentos bonus y dos semanas antes de que comenzaramos el desarrollo se canceló sin aviso", asegura el presidente del estudio en un reciente streaming.
Esta situación dejó a Slightly Mad Studios en una encrucijada financiera que casi provoca su cierre. Bell va más allá y acusa a Electronic Arts de intentar robar la tecnología gráfica de la compañía y de agasajar a empleados para que se unieran a sus estudios.
"Estábamos en problemas, no nos quedaba nada, estábamos acabados. Destruyeron literalmente nuestra empresa. Trataron de matarnos, de robar nuestra tecnología. Fueron a jodernos, no hay otra forma de decirlo", añade Bell con bastante claridad en su intervención.
El portavoz de la desarrolladora sigue cruzando líneas y ataca directamente a Patrick Söderlund, jefe de estudios de EA, a quien tilda de ser una "mala persona". En su opinión, en la multinacional de videojuegos son "unos gilipollas y unos monstruos corporativos".
Slightly Mad Studios consiguió salvarse de la quema al encargarse de dos proyectos al poco de producirse esta situación, Test Drive: Ferrari Racing Legends y Bike Bash, pero el camino no fue fácil. El fundador tuvo que rehipotecar su casa para pagar las nómimas.
Años más tarde, el equipo apostaría por el crowdfunding para la producción de Project Cars, saga que ahora se ha convertido en una de las más conocidas en el género de la conducción y que esta temporada recibe su secuela. La analizamos por aquí en profundidad.
