Los Baluartes son unas mazmorras especiales, que puedes repetir constantemente, y que serán una de las claves para subir de nivel a tus Alabardas y conseguir equipo excepcional. En términos generales, se trata de niveles únicos, jugados obligatoriamente en grupo (privado o matchmaking) que te hacen atravesar una serie de puntos cumpliendo siempre los mismos objetivos:
- Silenciar Cerraduras Eco.
- Sincronizar plataformas.
- Colocar explosivos.
- Salvar Centinelas/Arcanistas, etc.
Antes de nada, ten en cuenta que, hasta que termines el juego, solamente estará disponible Mina de la reina, así que puede que te interese esperar a acabar la trama de El Vigía antes de meterte de lleno en ellos.
Ten muy presente que los enemigos son bastante fuertes, más de los de las misiones normales o el Mundo libre, así que no te metas en una partida si no rondas el nivel 20 como mínimo, porque serás un estorbo.
Cada cierto progreso del Baluarte, aparecerán unos cofres que debes abrir para conseguir recompensas, y son la fuente de todos los objetos que conseguirás al terminar el nivel.
Ten en cuenta que, a mayor dificultad, mejores recompensas.
En general, hay que decir que son la mejor manera de subir de nivel a partir del nivel 25, más o menos, cuando ya tengas un equipo decente. Eso sí, ten presente que el matchmaking te puede jugar una mala pasada: si cargas un Baluarte Difícil o superior y ves niveles 15, abandona y vuelve a empezar. En serio, ahorrarás tiempo...
Mina de la reina
En este Baluarte, aunque al principio te tengas que enfrentar a Escaras, el enemigo principal son los escorpidones y demás insectos gigantes. Como suelen aparecer en grupos grandes, procura llevar armamento que te permita poner en Combo grupos grandes, como el Muro de llamas del Coloso.
Jefe: Reina del enjambre
En el combate contra el jefe final, cada vez que le haces daño, huye. Después empiezan a salir un montón de insectos, todos del mismo agujero. La clave es identificar el agujero, taponarlo con ataques elementales y hacer combos con los que subir las Definitivas, que luego usarás contra la Reina.
Con respecto a la Reina, es bastante fácil de esquivar y no debería darte grandes problemas. Recuerda que sus puntos débiles son los costados, donde puedes ver esas masas de... ¿tripas? ¿Cerebro?
El templo de escara
Aquí no hay sorpresas en cuanto a lo que te vas a encontrar. Se trata de un grupo enorme de escaras en una mina, espacios muy cerrados, por lo que el fuego se concentra muy rápidamente y si te quedas atrapado estás muerto.
Jefe: Scelos
Al final del nivel te encontrarás con Scelos, una Eminencia que se quedará siempre en el centro del escenario. Se comporta como cualquiera de estos tanques, es decir, tiene ametralladoras, misiles, un láser... es letal en un enfrentamiento directo.
Cuando le haces suficiente daño el recubre un escudo y tienes que disparar a los núcleos luminosos de los ventiladores que hay a su alrededor, mientras te atacan escaras por todas partes. La clave está en cubrirse con las estructuras que rodean la zona para evitar a Scelos mientras despejas la zona antes de centrarte en él otra vez.
El Corazón de la Furia
Se trata de una repetición de la última misión de la historia, sin cambios, un montón de enemigos del Dominio que se interponen entre tú y el centro del Corazón, donde está El Vigía.
Jefe: El Vigía
El combate se desarrolla exactamente igual que en la historia. Se trata de tres fases, la primera con ataques de fuego, la segunda de ácido y la tercera de rayo. Igual que en la historia, no hace falta agotar toda su vida, cuando le quede más o menos un 20% de vida terminará el combate.