Pocos juegos hay capaces de levantar la expectación de los fans como Super Smash Bros., una de las sagas más especiales, únicas y divertidas que podemos encontrar actualmente en el mercado. No en vano, no solo nos ofrecen una jugabilidad tan adictiva y profunda como satisfactoria, sino que además nos permiten controlar a muchos de los personajes más representativos, carismáticos e icónicos de la historia de los videojuegos. A fin de cuentas, ¿quién es capaz de resistirse a ver una lucha entre Mario, su viejo rival Sonic, Pac-Man y Mega Man?

Su última entrega, aparecida tanto para Nintendo 3DS como para Wii U, consiguió que nos volviéramos a rendir a sus pies, especialmente en lo referente a su versión de sobremesa, con una cantidad tan ingente de contenidos que hizo palidecer a todos sus competidores. Y no solo eso, sino que a nivel jugable la fórmula se llevó al límite y se perfeccionó hasta el extremo, dando como resultado la entrega más completa y pulida de toda la saga, lo que no es decir poco precisamente.
Desde entonces ha pasado algo más de un año y rara ha sido la vez que hemos encendido nuestra Wii U y nuestra Nintendo 3DS y hemos conseguido evitar la tentación de poner el juego para echarnos nuestros combates de rigor, al igual que ha ocurrido con muchos de sus afortunados compradores como bien atestigua su activa comunidad a día de hoy (en pocos juegos encontraréis tantas partidas y tan rápido como en Super Smash Bros. for Wii U).

Pero Nintendo no se conformó con estrenar el juego y olvidarse de él, algo que podrían haber hecho perfectamente considerando lo completísimo que fue el producto cuando llegó a las tiendas, sino que durante todos estos meses ha ido lanzando todo tipo de actualizaciones y contenidos descargables con los que ampliar todavía más si cabe uno de sus títulos estrella.
Evidentemente, entre ellas nos hemos encontrado con un buen número de parches destinados a realizar cambios y ajustes en la plantilla del juego con el fin de equilibrarla. Si bien estas modificaciones no han sido tan radicales como en otros títulos de lucha (a fin de cuentas, el juego estaba más o menos bien equilibrado en su lanzamiento), sí que han provocado que personajes como Diddy ya no sean tan abusivos y que los menos potentes tengan ahora más opciones para destacar y plantar buenas batallas en manos expertas.
Entre otras actualizaciones, también nos hemos encontrado con algunas funciones nuevas, como la posibilidad de compartir nuestras mejores repeticiones en YouTube directamente desde el juego (al igual que nuestros Mii y fotos a través de Nintendo Network), así como su interesante Modo Torneo para su vertiente online, dando mucha más vida y variedad a su modo online, uno de los apartados más decepcionantemente limitados de su lanzamiento original, especialmente en lo referente a jugar contra desconocidos.

Gracias a esta nueva modalidad ahora tenemos la posibilidad de crear nuestros propios torneos y con las reglas que queramos, de un modo muy similar a lo visto en Mario Kart, aunque con la inclusión adicional de torneos oficiales de carácter periódico que tienen lugar a horas determinadas.
Es una buena manera de permitirnos combatir con reglas distintas a las habituales de los modos normales, paliando en cierta medida la falta de opciones que teníamos antes para luchar contra jugadores desconocidos y aleatorios, aunque muchos torneos no consiguen rellenar sus plazas y a la hora de la verdad se siente más como un mero extra que como una opción de juego realmente seria y a la que dedicarle nuestro tiempo de forma continuada.