1998 fue el año en que no pocos descubrimos un videojuego que nos hizo ver la vertiente bélica más táctica dentro del género de la estrategia en tiempo real. Ese título fue Commandos: Behind Enemy Lines de la ya extinta Pyro Studios, una auténtica joya desarrollada en España que genera nostalgia con solo mencionar su nombre. Por eso, saber que se va a lanzar un nuevo videojuego, y que además es sorprendentemente fiel al original, supone un motivo de alegría. Hemos probado Commandos: Origins y las buenas noticias son que encantará a los millones de usuarios que adoran esta saga.
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¿Por qué lo decimos? Porque nosotros somos parte de esos usuarios y hemos tenido las mismas sensaciones que cuando nos pusimos delante del teclado y el ratón hace más de dos décadas. Y no es un remake, ni tampoco una remasterización, sino algo todavía mejor: una precuela. Eso también sorprende, porque siendo un juego completamente nuevo sabe captar a la perfección la esencia del clásico de PC, y en esta ocasión no solamente orientado a un lanzamiento para esta plataforma, porque ya se ha confirmado que aparecerá en PS5, Xbox Series, PS4 y Xbox One.

Cuando éramos soldados (tras las líneas enemigas)
Para no haceros esperar mucho, iremos a algo que seguramente os guste: es difícil, mucho. El juego retiene el desafío original, con una mecánica que ya habíamos olvidado, pero que es importantísima: pulsar F5, es decir, grabar partida con cada movimiento (tienes incluso la opción de configurar un recordatorio in-game cada ciertos segundos). Jugar a Commandos era similar a disfrutar de una partida de ajedrez dentro de un tablero militar, con los nazis como fichas a derrotar y la Segunda Guerra Mundial como telón de fondo. Cada movimiento era crucial, y es todo un alivio comprobar que en Claymore Game Studios han entendido esto a la perfección.
No es de extrañar, porque en el estudio alemán se declaran unos fervientes seguidores del juego original. Tal y como nos comentaron, el equipo no es muy grande, unas 30 personas, y además este es su primer juego como desarrolladora. Sin embargo, los ha empujado una fuerza poderosa, consistente en algo simple pero complicado: estar a la altura. Hemos hablado con los responsables y se mostraban nerviosos por la reacción que tendrían los usuarios. En particular, querían conocer de primera mano la opinión de los jugadores españoles, porque además el juego se encuentra ya doblado a nuestro idioma.

Así que nos pusimos los auriculares y comenzamos a escuchar el trabajo de doblaje. Es bueno y genera nostalgia. No se trata de los mismos actores, pero se nota -como nos sentenciaron- que tomaron como referencia las voces originales. Hay mucho cariño puesto en el desarrollo de este videojuego, tanto que nos ha quedado claro que no hay únicamente una intención de aprovechar la licencia, sino de realmente hacerle justicia. No va a revolucionar nada, pero esa no es su batalla. Su objetivo es hacer honor a un estilo de juego que aún muchos recordamos.
Bajo esa premisa, Commandos: Origins nos coloca en el lugar de personajes conocidos: el boina verde, el espía, el francotirador, el zapador, el conductor y el marine. Su control se alterna, según las circunstancias, en un total de 14 misiones que discurren en localizaciones como Francia, Egipto, Noruega, Alemania y hasta el Ártico. La variedad es apabullante, y no solo en cuestión de escenarios, sino de planteamientos, con misiones consistentes en cortar líneas de suministro, preparar el terreno para un asalto aliado o investigar una estación de radar.

Son las tareas de infiltración y sabotaje que tan famosa hicieron a la saga Commandos, situándonos tras las líneas enemigas. La sensación de peligro que teníamos en los juegos originales sigue aquí vigente, con esos conos de visión de los enemigos que nos avisan de nuestra limitada capacidad de movimiento. Es un juego de observar los patrones de comportamiento de los soldados nazis, pensar en una estrategia y actuar rápidamente y con precisión para evitar que suene la alarma.
Seguro que recordáis eso de noquear a los enemigos, recogerlos y esconderlos en el interior de un arbusto. O hacer que suene una radio para generar una distracción. También puede que rememores acciones como colocar una trampa y silbar para llevar al enemigo directamente hacia su muerte, además de conducir un camión o incluso un tanque haciendo uso de su alto poder de destrucción. Todo eso está aquí también. Cada personaje dispone de sus propias acciones que, una vez combinadas, nos convierten en un grupo letal y con gran poder de influencia en el campo de batalla.

Pero no todo es inspirarse en los originales, sino que también tenemos novedades en Commandos: Origins. Una de las más importantes es el modo comando, que nos permite grabar las acciones de distintos personajes para que se ejecuten al mismo tiempo. Esto añade un toque táctico aún más profundo al conjunto, dando lugar a pequeños puzles estratégicos consistentes habitualmente en derrotar a varios soldados nazis situados a muy mala conciencia. En nuestro caso, lo usamos mucho para afrontar patrullas de enemigos, sorprendiéndolos al unísono para evitar ser detectados. Esto se puede combinar con la acción de "hacer explotar todo lo que sea rojo" en el juego, como nos indicaron los desarrolladores. Puedes incluso crear cadenas de explosiones si colocas barriles inflamables lo suficientemente cerca entre ellos, potenciando el carácter estratégico.
En realidad, es un juego que ofrece la oportunidad de encontrar múltiples soluciones a los problemas que se plantean. Es también más complejo de lo que esperábamos, con la posibilidad de entrar en edificios de distintas alturas. Luego hay un conjunto de características de calidad de vida. Una de las más útiles consiste en usar una especie de vista de águila que resalta los enemigos, las coberturas y los elementos interactivos en general. Esto sirve por ejemplo para detectar oportunidades en el uso del entorno, como lanzar cajas sobre enemigos que se encuentran a una altura inferior. Tienes igualmente la opción de colocar un marcador para que te señale si ese punto en particular es detectable por los enemigos (y así te evitas el tener que estar un buen rato observando si sus campos de visión llegan hasta allí).

La interfaz está perfectamente estudiada para facilitar nuestras maniobras tácticas. Cada acción muestra su zona de alerta. Si matamos de un machetazo a un rival, se nos indica con un círculo el pequeño espacio en que será perceptible el evento, al igual que ocurre si disparamos con el francotirador, que dejará un estruendo a varios metros a la redonda. Todo está perfectamente indicado, incluso el radio en que nos avistarán dependiendo de si vamos de pie o arrastrándonos por el suelo. Son muchas variables, pero todas perfectamente entendibles y convenientemente explicadas.
Commandos se adapta a los nuevos tiempos
En concreto, la primera misión del juego funciona como tutorial y los desarrolladores esperan que sirva como recordatorio para los veteranos, además de como puerta de entrada para todo aquel que quiera sumergirse en el universo estratégico de Commandos. Existen abundantes tutoriales con explicaciones sobre para qué sirve cada cosa, y si aún así no te habitúas tenemos buenas noticias: puedes escoger entre tres niveles de dificultad (recluta, soldado y veterano) que modifican el grado de daño que pueden recibir tus personajes, así como el tiempo de reacción de las unidades enemigas.

Los desarrolladores nos contaron que estiman que se puede superar cada una de las misiones en cerca de hora y media (o hasta dos horas). Es algo que tendremos que comprobar, pero es necesario tener en cuenta que aparte de los objetivos principales, también disponemos de tareas secundarias que resultan completamente opcionales. Vimos por ejemplo la oportunidad de rescatar a unos soldados aliados aprisionados por los enemigos, así como eliminar una patrulla que andaba por allí. Esto puede apoyar la rejugabilidad, al igual que la posibilidad de jugar en cooperativo para dos jugadores, tanto online como en pantalla dividida, lo cual es de lo más interesante y estamos deseando comprobar cómo funciona.
Commandos: Origins nos ha supuesto un agradable reencuentro con el espíritu de esta añorada licencia. Tiene aún cosas que demostrarnos, como si su acabado está a la altura (vimos algunos errores de programación), qué tal se maneja con mando en consolas y si el equilibrio jugable es lo suficientemente variado como para sustentar toda una campaña, con una dificultad lo suficientemente ajustada. La respuesta no tardará en llegar. El próximo 9 de abril lo tendremos en digital (PC, PS5 y Xbox Series, incluido en Game Pass de lanzamiento) y los amantes de las versiones físicas lo podrán adquirir en PS5 y Xbox Series a partir del 22 de mayo. Las versiones de PS4 y Xbox One llegarán más adelante solo en digital.
Hemos realizado estas impresiones tras probar una versión del juego para PC en un evento al que hemos sido invitados por Meridiem Games.