BioWare está de vuelta con Anthem, un nuevo y ambicioso videojuego que ya está disponible en su versión completa para los usuarios suscritos a Origin Access Premier, mientras que el resto tendrá que esperar al 22 de febrero para convertirse en Librancero y explorar su fascinante mundo.
Mientras preparamos nuestro análisis, hemos decidido traeros nuestras impresiones iniciales con él tras haber superado sus primeras horas, ya que todavía necesitamos dedicarle mucho más tiempo antes de poder valorarlo adecuadamente y darle una nota final.
Para quienes no sepáis nada de él, decir que estamos ante un título de acción con muchos toques roleros que nos llevará a un mundo de ciencia ficción en el que tendremos que encarnar a un Librancero, un piloto de alabardas, una especie de exotrajes que nos permitirán volar y desatar todo tipo de habilidades.
Según nos narran durante los primeros minutos, los Libranceros eran aclamados como héroes en la antigüedad, aunque en la actualidad son repudiados y se limitan a trabajar como mercenarios para ayudar a la población fuera de los muros de las ciudades, donde habitan todo tipo de peligrosas criaturas.
Así pues, seguiremos una historia de la que todavía no hemos visto gran cosa mientras aceptamos contratos y emprendemos todo tipo de misiones. Todo esto lo haremos desde una pequeña ciudad por la que nos moveremos con la cámara en primera persona y donde podemos interactuar con otros personajes, aunque no esperéis complejas opciones de diálogo, ya que todo está muy simplificado respecto a lo que BioWare nos tiene acostumbrado, con un desarrollo muy lineal y donde las elecciones brillan por su ausencia (al menos, por lo que llevamos jugado).
Lo cierto es que nuestras impresiones iniciales fueron realmente buenas. Cuando estamos cumpliendo misiones o explorando su mundo abierto, la cámara pasa a tercera persona y disfrutamos de una movilidad enorme, pudiendo volar por donde queramos, dar grandes saltos, correr a toda velocidad y desatar toda nuestra potencia de fuego.
El control de la alabarda es muy bueno y nos permite hacer todo tipo de virguerías tanto para movernos de un lado a otro del escenario como a la hora de acabar con nuestros enemigos en tiroteos que resultan divertidísimos y en los que no podremos quedarnos quietos ni un segundo, y donde siempre tendremos que tener el dedo en el gatillo y en nuestras habilidades especiales.
El gunplay es muy satisfactorio y nuestras técnicas se recargan tan rápido que no hay motivos reales para no usarlas constantemente, haciendo de cada enfrentamiento una experiencia muy divertida y adictiva, especialmente cuando entran en juego enemigos más fuertes y complejos que nos obligan a cambiar nuestras tácticas para poder acertar a sus puntos débiles.
Las misiones en sí mismas tienen un diseño muy simplón y lineal donde únicamente tendremos que seguir los indicadores que nos van llevando una arena de combate a otra. En la mayoría de ocasiones, simplemente nos tendremos que preocupar de acabar con todos los enemigos que aparezcan, aunque a veces también nos pedirán que exploremos buscando motas de luz o fragmentos de reliquias. Como decimos, nada demasiado original ni variado, pero que en la práctica funciona realmente bien gracias a lo divertidos que resultan sus combates y el control de la alabarda.
Por supuesto, tras cada misión recibiremos experiencia para subir de nivel, piezas de equipo para personalizar y mejorar nuestra armadura, y numerosas armas con sus propias características y peculiaridades. Al igual que en muchos otros juegos, la rareza y el poder del botín que consigamos se indica con un código de colores que nos permitirá reconocer rápidamente los mejores ítems.
Hasta aquí todo bien. Acción rápida, directa y sin complicaciones con una jugabilidad que funciona genial y que se ve aderezada por un sistema de progresión y personalización muy completo que nos invita continuamente a seguir jugando.
El problema llega en el momento en el que llevamos unas pocas horas jugando y el juego decide obligarnos a realizar una gran cantidad de tediosas tareas para poder avanzar en la historia. Llegados a un determinado momento de la trama nos forzarán a que cumplamos una serie de requisitos para progresar en ella, entre los que se incluyen cosas como eliminar 50 enemigos con golpes cuerpo a cuerpo, encontrar 15 cofres del tesoro, completar tres misiones, resucitar a tres jugadores o encontrar un determinado número de coleccionables.
El motivo argumental que nos lleva a esto se nota forzadísimo y en la práctica nos hemos encontrado con un muro que nos ha roto por completo el ritmo y que nos ha llevado numerosas horas franquear, tiempo en el que nos hemos aburrido bastante por lo insulso de los objetivos y que nos ha tentado incluso a dejar de jugar.
Queda claro que esto no es más que un intento desesperado de alargar la duración de la campaña, aunque está tan mal resuelto que nos ha hecho temer por todo lo que nos espera más adelante.
Tampoco nos ha convencido demasiado todo lo relacionado con su mundo abierto, ya que no hay nada realmente interesante para hacer en él, con actividades muy genéricas y poco atractivas, como unos eventos públicos con un diseño muy mejorable y una búsqueda de cofres y coleccionables no demasiado estimulante.
Donde sí que no podemos poner casi ninguna pega es en su apartado gráfico y artístico, simplemente sensacional, con unos escenarios preciosos, enormes y repletos de detalles, y unos modelados de personajes y enemigos cuidadísimos (eso sí, algo más de variedad tampoco le vendría mal). A destacar detalles como la iluminación o los efectos de nuestras armas y habilidades, tremendamente espectaculares, y el trabajo de optimización en PC es sensacional.
Por desgracia, nos hemos encontrado con una ingente cantidad de errores de programación de lo más molestos que nos han obligado a repetir misiones, por no hablar de la inestabilidad de los servidores (la conexión permanente a internet es obligatoria para jugar) y su tendencia a desconectarnos y mandarnos a la pantalla inicial sin previo aviso, lo que entorpece la experiencia y nos deja con situaciones muy frustrantes.
El sonido también nos ha gustado mucho, con una banda sonora entre épica, misteriosa y aventurera que nos ha transportado de lleno a este mundo de ciencia ficción. Los efectos tienen una calidad altísima y el doblaje español cuenta con unas interpretaciones muy profesionales y creíbles.
Como veis, nuestras primeras horas con Anthem están siendo un tanto turbulentas y nos están dejando con sensaciones enfrentadas. Se trata de un título que hace algunas cosas genial y que nos ha ofrecido con algunos momentos realmente memorables, pero que no se libra de algunos errores técnicos y de diseño que nos están impidiendo disfrutarlo plenamente.
De todos modos, todavía nos quedan muchas horas de juego por delante, así que será cuestión de ver hacia qué lado se acaba decantando la balanza. Desde luego, el potencial que tiene la nueva licencia de BioWare es enorme, y sus bases funcionan a la perfección, aunque todavía necesita un pequeño empujón para alcanzar los altísimos niveles a los que el estudio nos acostumbró hace años.
Hemos realizado estas impresiones gracias a un código de descarga para PC que nos ha facilitado Electronic Arts.
