Para cuando estéis leyendo estas líneas probablemente hayáis visto el extenso gameplay de Assassin’s Creed Shadows presentado durante el Ubisoft Forward 2024. La nueva aventura de acción en mundo abierto de Ubisoft Quebec, los creadores de Assassin’s Creed Odyssey, es la materialización de un deseo que los aficionados de la saga tienen desde hace lustros: una recreación histórica del Japón feudal. Pero el tiempo pasó y pasó, y otros se adelantaron a Ubisoft, como Sucker Punch con Ghost of Tsushima.
Pero aunque haya tardado, parece que la espera ha merecido la pena. Assassin’s Creed Shadows no es la revolución para la saga que algunos esperaban: por lo que todos hemos podido ver, sigue la estela de la trilogía que arrancó Assassin’s Creed Origins. Habrá que esperar el misterioso Assassin’s Creed Codename Hexe para ese giro de timón. Aún sin revolución, lo que sí hay es evolución: técnica, mecánica y estructural.
La presentación a la que hemos asistido en un evento posterior al Ubisoft Forward arrancó de la misma manera que el vídeo mostrado durante la conferencia, así que no nos vamos a detener demasiado aquí salvo para recordar varios de los puntos clave. Shadows nos lleva al Japón del Siglo XVI y nos hace partícipes de las turbulencias que llevaron a la unificación del país asiático. Todo ello, claro, aliñado con las órdenes de los templarios y los asesinos habituales de la saga.
Un mundo abierto más dinámico
Hay varias novedades importantes. La historia tiene lugar a lo largo de varias estaciones, que cambian al completar cierta misión principal. En invierno se congelan los ríos por los que nos podíamos ocultar antes, y en primavera surgen las hierbas que tapan nuestra presencia. También hay un sistema de climatología dinámico: lluvias y tormentas que aún no sabemos cuánto afectan en el flujo de la partida, pero es fácil imaginar cómo el agua puede apagar antorchas y así facilitarnos escondites en las sombras.
En la dinámica de juego hay una modificación que puede parecer leve, pero que tiene el potencial de ser rompedora. Las misiones, al menos las principales, no nos marcan claramente la ubicación de los objetivos, sino que se nos ofrecen una serie de pistas para que sean los jugadores los que, mediante la exploración, deduzcan su ubicación. No nos olvidamos tampoco del salto técnico: a pesar de algunas texturas algo pobres y varias animaciones erráticas, es espectacular gracias a la iluminación, las sombras, la fluidez de los movimientos, la densidad de la vegetación, los efectos atmosféricos y mucho más.
Dos protagonistas, ¿dos juegos diferentes?
Aunque, sin duda, el cambio más importante respecto a los últimos Assassin’s Creed está en el hecho de que haya dos protagonistas, el samurái Yasuke y la shinobi Naoe, que ofrecen estilos de juego muy diferenciados. Casi podría decirse que el samurái representa el Assassin’s Creed moderno, el de la acción con toques de rol; y la shinobi el Assassin’s Creed clásico, el de la escalada, los saltos por los tejados y las ejecuciones desde las sombras.
No tenemos claro cómo será la transición entre uno y otro en el mundo abierto, pero ciertas misiones nos preguntarán si queremos abordarlas de frente o de manera sigilosa, lo que no quiere decir necesariamente que sea una elección entre Yasuke y Naoe. La diferencia entre ambos se vio en el Ubisoft Forward. Yasuke, armado con un kanabo, destroza a los enemigos con movimientos lentos pero pesados, resiste bien los golpes y su arma (también dispone de una katana) tiene varias habilidades que hacen crujir los huesos de los oponentes.
Naoe puede optar por pasar desapercibida, usar un gancho para escalar a aparentemente cualquier tejado (lo que dará mucho juego), utilizar elementos del escenario para ocultarse, ejecutar enemigos desde las alturas o lanzando shuriken, y moverse sin ser detectada entre las sombras del mundo, o las generadas por ella al apagar candelabros y otras fuentes de luz, como las antorchas que llevan algunos personajes no enemigos que podemos aturdir.
Más de dos opciones: la hora del día también afecta
En una demostración a puerta cerrada nos mostraron cuánto cambia esa última parte de la misión, la del asalto al castillo del daimio, al jugarla con Yasuke, quien se muestra confiado y hasta chulesco en su capacidad de acabar con todo lo que se ponga por delante. En esta ocasión, la tarea se resolvía de día.
Se abundaba en las posibilidades del combate con la katana, especialmente contra otro samurái igual de gigante que el africano. Pero también en su arma a distancia, un fusil de recarga lenta con el que se ventila rápidamente a los adversarios, sobre todo cuando aprovecha elementos del entorno como unos barriles explosivos que son de todo, menos sigilosos.
Como Yasuke no puede escalar, el diseño del nivel cambia completamente. Tiene que avanzar por el camino principal, participando en un duelo tras otro, algo que sería más estimulante si los enemigos no siguieran pidiendo la vez para atacar como viene siendo habitual en Assassin’s Creed. En su estilo de juego se deja ver su personalidad: las puertas por las que Naoe se colaba con cuidado, Yasuke las atraviesa como si fueran hojas de papel. Una tras otra, adversario tras adversario, hasta dar matarile al fukuchiyama corrupto.
Pero Yasuke no es el único que puede ser agresivo. Esa misma misión también se podía jugar con Naoe durante el día, optando por la acción. Otra vuelta al diseño del nivel: mientras de fondo se comenzaba a preparar una tormenta procedimental (la que en la presentación pública aguaba el castillo), la shinobi esta vez utiliza su vista de águila para identificar a los enemigos a través de las paredes y atacarlos al pillarlos desprevenidos.
En los enfrentamientos directos uno contra uno, se valía de una espada curvada para realizar un sinfín de cortes. Con más adversarios, disponía de una devastadora kusarigama cuyas habilidades especiales no dejaban títere con cabeza… literalmente. Y si con ello no es suficiente, no le faltan armas arrojadizas con las que implosionar barriles, algo que también se puede utilizar como cebo para atraer enemigos.
Llega en noviembre a PC, PS5, Xbox Series, Luna y Mac
Al ver cuán diferente puede ser una misma fase de Assassin’s Creed Shadows, nuestra percepción del esperado Assassin’s en el Japón feudal es todavía más positiva de lo que ya era tras ver la secuencia de juego compartida con el público. Nos queda muchísimo por aclarar: el mundo abierto, las posibilidades de mecánicas como que se puedan romper muchos elementos de los escenarios, la personalización jugable de los protagonistas… Pero tras cuatro años sin un gran juego de la serie, Shadows luce muy apetecible de cara a su estreno el 15 de noviembre para PC, PS5, Xbox Series, Amazon Luna y los Mac con Apple Silicon.
Hemos realizado estas impresiones tras asistir a una presentación en el Ubisoft Forward.