Análisis de Call of Duty: Black Ops (PS3, NDS, Xbox 360, PC)
Una nueva entrega de la saga de más éxito de los últimos años que cumple con las altas expectativas.
Jorge Cano ·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
GRÁFICOS
9.5
SONIDO
9.1
NOTA
9.5
DIVERSIÓN
10
JUGABILIDAD
9.7
Análisis de versiones PS3, NDS, Xbox 360 y PC.
Otros análisis: Wii
No debe ser fácil tener la presión de saber que el anterior título de la saga para la que trabajas ha vendido más de 20 millones de copias, algo increíble. Y no debe ser plato de buen gusto ver cómo el estudio que ha conseguido semejante proeza, dentro de la misma compañía en la que estás, se disuelve poco a poco entre un cruce de declaraciones polémicas levantando una polvareda como pocas veces se había visto en la industria del videojuego. Y para más inri hay una creencia muy popularizada entre la comunidad de jugadores y dentro de la prensa especializada de que las entregas que has realizado hasta ahora no están a la altura de las del otro estudio.
A todo esto se ha enfrentado Treyarch a la hora de desarrollar Call of Duty: Black Ops, creadores también de la tercera parte y de World at War. Un arma de doble filo el trabajar para tan importante saga, por un lado sabes que las ventas no van a fallar ya que cuentas con el nombre de una franquicia de semejante éxito, por otro todos los ojos van a estar puestos sobre tu producto, y va a ser mirado con lupa. Tras realizar todas sus entregas en el marco de la Segunda Guerra Mundial, Treyarch la abandona para trasladar la acción a los años de la Guerra Fría, en el caso del juego desde 1961 hasta 1968, aunque con algún momento sorpresa que se aleja un poco en el tiempo, y que hace que tengamos que mordernos la lengua para no estropearlo.
La Guerra Fría transcurrió desde el final de la Segunda Guerra Mundial (1945) hasta la caída del comunismo que se dio entre 1989 y 1991, con la Caída del Muro de Berlín y el final de la URSS tal y como se conocía, una guerra ideológica entre el capitalismo y el comunismo, aunque tuvo connotaciones de todo tipo: políticas, económicas, tecnológicas y por supuesto militares. El contexto es muy rico para un videojuego como se demuestra en este y es curioso que pocos se hayan atrevido a abordar este conflicto, no pudiendo evitar acordarnos del genial Metal Gear Solid 3 que lo hacía con total maestría. La duración en el tiempo y la diversidad de los contendientes en el conflicto hacen que el juego tenga muy variadas y atractivas localizaciones, desde Cuba a las URSS, aunque pasando un mayor porcentaje del tiempo en la Guerra de Vietnam, muy protagonista en Black Ops, y de la que se rumoreó durante bastante tiempo que iba a ser la total protagonista del nuevo Call of Duty, hasta saberse que iba a ser uno más de los escenarios.
Una trepidante y espectacular montaña rusa en la que Treyarch no nos da un solo momento de respiro
Vamos al grano: la campaña de Call of Duty: Black Ops nos ha parecido la mejor de la saga (dejando a un lado los dos primeros títulos de 2003 y 2005, con un concepto jugable muy distinto a los actuales) muy superior a la de la anterior entrega y rivalizando duramente con la del primer Modern Warfare, siendo el único factor que nos puede hacer decantarnos por una o por otra la satisfacción que nos produzca el marco dónde se desarrollan. Desde el impactante inicio, atados en una silla siendo interrogados sin saber el motivo, y que sirve de interactivo y original menú inicial (incluyendo alguna sorpresa, solo podemos deciros que intentéis levantaros de la silla...) hasta la última línea de los créditos, el juego no decae ni un solo momento en intensidad y espectacularidad.
Empezar una misión en Cuba con el objetivo de asesinar a Fidel Castro puede parecer difícil de superar posteriormente, pero Treyarch se las apaña para que los objetivos dentro de las misiones sean muy variados, pasando por momentos de sigilo, acción directa, controlando vehículos de todo tipo o realizando fugas desesperadas sin que casi nos demos cuenta. Una vez empecemos a jugar costará soltar el mando, tanto por el frenético desarrollo como por la interesante historia.
La campaña del anterior Call of Duty puede que fuera igual de intensa, e incluso más espectacular, pero no se sustentaba ni por asomo en una historia tan interesante, bien hilvanada y narrada, siendo el mejor argumento de toda la franquicia. Tomaremos el papel de varios soldados en distintos momentos y lugares, pero se puede considerar que el auténtico protagonista es Mason, quien está atado en la silla que mencionábamos, y al que le torturan una serie de números durante toda la aventura (reventaríamos si no mencionamos que nos acordamos de Lost y sus famosos números, aunque en este caso tienen una explicación convincente, no como los de tan mítica serie).
La historia se narra en forma de flash-back, lo que da mucho juego y provoca que se mantenga el interés desde el primer minuto hasta el último, con numerosas localizaciones que tocan todo tipo de entornos, con los personajes más carismáticos que hayáis podido ver en cualquier entrega de la saga, y permitiéndose el lujo de incluir figuras históricas como Fidel Castro o John F. Kennedy (dándoles incluso un papel protagonista en el modo Zombis).
El control no incluye apenas novedades (ponemos este matiz ya que hay un movimiento nuevo de lanzarse al suelo mientras esprintas pulsando el botón de agacharse) y la verdad es que si algo funciona, y de qué manera, para que cambiarlo. Treyarch deja de lado algunas de las mecánicas jugables de su World at War que incluía momentos de relativa libertad y de guerra abierta y se acerca más a lo visto en Modern Warfare 2, con su linealidad en pos de la espectacularidad, siendo quizás los momentos más similares a su anterior juego los que transcurren en Vietnam, en términos de jugabilidad los más jugosos sin duda. Esto no es algo negativo ya que la acción es tan intensa, variada y lo que sucede tan lógico dentro del contexto del juego que nunca tendremos una sensación de estar yendo de la mano por un pasillo ni desearemos más libertad para movernos por los escenarios.
Los momentos conduciendo vehículos o disparando desde ellos (o las dos cosas) están muy logrados y no parecen metidos con calzador como en otras entregas, en especial las fases del helicóptero y la lancha que sorprenden por lo divertidas que son y lo bien que se han ejecutado, siendo la de esta última desde ya un clásico (debido al tema musical que la acompaña como mencionaremos más adelante).
Los enemigos siguen en la línea de siempre, con una IA correcta, ni mala ni destacable, y que en las dificultades más altas nos pondrán las cosas muy complicadas. De nuevo multitud de armas, con la posibilidad en alguna ocasión de portar dos a la vez del mismo modelo (lo que se muestra en la atractiva portada del juego), y alguna sorprendente como la escopeta Dragon's Breath, con la que mutilaremos a nuestros enemigos de distintas maneras y que hará las delicias de los más sádicos.
Al respecto de esto hace poco Treyarch comentaba que la violencia había sido rebaja en cierta manera ya que algunas escenas de muertes eran demasiado crudas, lo que nos cuesta imaginarnos ya que el juego no escatima en sangre y crudeza siendo cierto que sin llegar a dar una sensación de gratuidad y siempre dentro de un contexto (lo que para algunos no conseguía la polémica escena del aeropuerto de su predecesor, un tanto gratuita y que quizás se hubiera podido resolver de otra manera).
La campaña en su dificultad por defecto dura unas seis horas (añadirle un par más jugando en las superiores) lo que no nos parece ni mucho ni poco, ya que mantiene una intensidad muy alta en todo momento y una gran cohesión, y quizás si durará más perdería esa fuerza, pero hay que reconocer que otros títulos recientes con una duración similar han sido bastante criticados, aunque ninguno de ellos cuente con un multijugador online tan sublime. No hace falta decir que los jugadores más veteranos deberían comenzar en una dificultad superior, ya que es la manera de que resulte un auténtico reto, siendo mucho más divertido, aunque con algún momento un poco desesperante, debido a algunos puntos de control mal colocados por su separación, ya que nos han malacostumbrado en los últimos a tiempos a colocarlos muy cercanos.
Los amantes de las búsquedas secundarias podrán entretenerse buscando por los escenarios tres informes que una vez conseguidos harán que sea legible un dossier de inteligencia que aporta información adicional a la historia. Nos parece decepcionante que no repita el modo Operaciones especiales de Modern Warfare 2, o uno parecido, que alargaba y mucho la vida para un jugador, y tampoco debemos olvidar la ausencia de un modo campaña cooperativo con el que sí contaba World at War, aunque se puede justificar su omisión tras vivir el argumento y ver que tiene difícil cabida, dos ausencias que se intentan compensar con el modo Zombis.
Desde un principio contaremos con este modo desbloqueado, que ya incluyeron en World at War, y cuya presencia parecía inevitable, ya que hoy en día estos seres terroríficos están más de moda que nunca, gracias a la literatura, el cine o la televisión, y como no a los videojuegos. Desde el inicio contaremos con un solo escenario, un edificio Nazi, aunque posteriormente desbloquearemos otros, como el Pentágono y su particulares protagonistas.
Fidel Castro, Kennedy, Richard Nixon y Robert McNamara deberán luchar codo con codo contra una invasión Zombi, algo que para incluir en una saga de tanto éxito hay que tener un punto de atrevimiento y locura, cosa que aplaudimos. Tanto online, como a pantalla partida desde la misma consola (solo dos jugadores) o en red, podremos jugar junto otros tres compañeros, y deberemos aguantar el máximo número de rondas las oleadas de zombis. Según venzamos a estos obtendremos ítems que nos otorgan cualidades especiales como doble daño, y puntos con los que podremos comprar armas y usar para abrir nuevas zonas que amplían el escenario. Los zombis entrarán por puertas y ventanas que cuentan con barricadas que a la vez que ellos destruyen nosotros reconstruimos, pero llegado a cierto punto no serán las única criaturas que nos visiten, incluyendo unos perros del averno entre otros que nos sacarán de los nervios.
No sabemos si con la inclusión de este modo se ha intentado compensar la ausencia de Operaciones especiales pero la verdad es que no lo consigue. Si bien jugando junto a otras tres personas este es muy divertido, haciéndolo solos no lo es tanto, por lo que al final queda una sensación de que el único contenido de verdad con el que se cuenta para un jugador es la campaña, quedando el resto para el multijugador, que para que nos vamos a engañar, es la auténtica estrella del título.
Un multijugador brillante sin grandes novedades que da al jugador lo que pide y que promete meses de diversión
En Call of Duty: World at War se incluyeron novedades jugables respecto al multijugador de Modern Warfare que buscaban diferenciarse de este y aportar algo distinto, como los vehículos y unos escenarios más amplios, pero lo cierto es que estas innovaciones no fueron muy bien recibidas por una parte importante de los jugadores, y una gran mayoría prefirieron seguir jugando a Modern Warfare que contaba con una fórmula casi perfecta.
Este hecho ha debido ser importante para Treyarch a la hora de plantearse el multijugador de Black Ops, como también lo ha debido de ser el éxito arrollador de Modern Warfare 2, que ha conseguido popularizar aún más si cabe el juego online, que ha dado un salto ya no solo siendo algo para los más hardcore, abriéndose la puerta a todo tipo de jugadores, con todo lo bueno y lo malo que ello ha conllevado. El tiempo lo pondrá en su sitio, y veremos que aceptación tiene con el paso de las semanas y los comentarios de los jugadores, pero si tuviéramos que apostar por algo ahora mismo diríamos que va a triunfar, ya que tras nuestras primeras horas nos ha parecido excelente.
Ante todo debemos ser honestos y decir que no hemos podido jugar todas las horas que hubiéramos deseado para hacer una justa valoración, ya que en el mismo momento que se está publicando este artículo el juego se está lanzando en todo el mundo, siendo a partir de hoy cuando se va a ver de verdad cómo de bien funciona Black Ops en su faceta online. Sí hemos podido ver qué novedades tiene y que se mantiene, y darnos cuenta de que es bastante continuista respecto a Modern Warfare 2, lo que no es para nada malo.
Multitud de modos (once desde un principio) unos repetidos respecto entregas anteriores y otros muy similares pero con ligeras variaciones, que transcurren en los catorce mapas iniciales, muy variados y orientados cada uno a un tipo de partida, o al menos así vienen aconsejados, con nuevos premios por racha, algunos curiosos como un ataque de perros de presa, y con la sensación de no ser tan determinantes como algunos de MW2. La principal novedad es el modo Apuesta, donde podremos poner en juego contra otros jugadores los puntos COD, que son el nuevo dinero del juego, y que nos sirve para comprar equipamiento en la tienda.
Apuesta contiene modalidades bastante originales clasificadas en diferentes niveles en los que nos apostamos distintas cantidades de dinero, y no se han limitado a incluir simples deathmatch donde jugarnos la pasta. En Una en la recámara contaremos con una sola bala, un cuchillo y tres vidas, y tras cada muerte conseguida obtenemos una nueva vida. En Rebota rebota contamos con una ballesta, un cuchillo y un hacha Tomahack, con la que si te alcanzan te quitan todos los puntos. Otros en el que cambias de arma cada 45 segundos, o con cada muerte causada, unos ejemplos que como veis resultan variados y originales, lo que unido a que nos estamos jugando dinero virtual promete mucha diversión.
Por otro lado contamos con la curiosa novedad de Instrucción, donde antes de que nos llenen de plomo jugadores "reales" podremos entrenar junto y contra bots manejados por la máquina, o incluir a algún amigo, aunque debemos saber que todos los puntos de experiencia que obtengamos aquí no sirven para nada y los perderemos al salir. Nos parece interesante la inclusión de este modo ya que para el que nunca haya jugado un shooter online pueden hacerse muy cuesta arriba las primeras horas, en las que no sabes ni de donde te vienen los disparos muriendo sin parar, ahora al menos teniendo un lugar donde soltarse y practicar sin entorpecer las verdaderas partidas. El modo Cine es muy completo, desde él podremos organizar, crear y visualizar junto a otros amigos partidas, clips, capturas de pantalla y para que no resulte un caos contiene buenos filtros de búsqueda para encontrar exactamente lo que queremos.
Por último mencionar que se ha incluido la posibilidad de jugar online a pantalla partida desde la misma consola, algo que vienen muchos reclamando desde hace tiempo. La satisfacción del componente online es algo muy subjetivo, y las opiniones serán muy diversas: desde los que no les gustará nada, a los que les parecerá inferior al de Modern Warfare 2, a otros superior y a otros, el que es nuestro caso, a la misma altura a falta de jugar una semanas más, y en el que vemos incluso potencial para superarlo. Sin duda una gran trabajo el de Treyarch, aunque muy conservador sin arriesgarse demasiado, no sabemos si por decisión propia o ajena.
Texturas, partículas, polígonos... ¿quién se fija en eso ante semejante espectáculo?
A veces nos enredamos en términos técnicos para valorar los gráficos de un videojuego, fijándonos en cada detalle, mencionando los mejores y resaltando aquellos peores, pero títulos como este te cambian los esquemas. Desde que comienzas hasta que terminas mantiene un nivel estratosférico, cada nueva misión, cada nuevo escenario no deja de sorprenderte, ya estés en la nieve, en mitad de una jungla, debajo del agua, de noche, de día o amaneciendo, siempre se las apaña para ser brillante, llegando por momentos a mostrar estampas de enorme belleza dentro del horror de la guerra.
Unos escenarios muy detallados, siempre distintos y sin apenas reciclar elementos de unos a otros, con una genial recreación histórica de cada país que visitamos. Una iluminación siempre perfecta y por momentos preciosista, y unos rostros de los personajes muy humanos y reales. Nos podríamos tirar líneas y líneas alabando sus gráficos, aunque no debemos obviar el bajón gráfico que se produce en el modo online, imaginamos justificado en busca de una experiencia lo más fluida posible.
Algunos vendrán a quejarse de que el motor gráfico es reciclado, que si tiene algunas texturas mejorables, una resolución baja en consola, unos modelados no demasiado complejos, o alguna caída puntal de la tasa de imágenes (cosa que no recordamos ya que siempre funciona muy fluido) pero nada de eso importa cuando el resultado es tan redondo, puede que sus elementos por separado técnicamente no sean los más punteros, pero el conjunto es de una rotundidad y espectacularidad apabullantes, como pocas veces hemos visto.
Todo esto evidentemente es gracias a una dirección artística de excepción, que se apoya de una manera sensacional en la posibilidades que le proporciona la variedad de ambientes de los años de la Guerra Fría, y unos valores de producción inalcanzables para otros estudios, gracias al colchón de una saga que no para de crecer en ventas entrega tras entrega, por lo que tenemos una sensación constante de que juega en otra liga respecto a otros títulos. No es el primero que cuenta con un presupuesto semejante, otros lo tuvieron antes, y no todos consiguieron tan buenos resultados, por lo que no podemos hacer más que dar la enhorabuena a sus creadores por el trabajo realizado.
Queremos recordar que incluye soporte para 3D (necesitaremos una televisión o monitor que lo permitan), y la verdad es que merece la pena probar la experiencia, puede que todavía sea mejorable, pero vislumbra un futuro muy prometedor en especial en este género, y encima es uno de los primeros títulos de semejante envergadura en incorporarlo.
El sonido está a la altura del aspecto visual, aunque con un gran pero, que creemos no es culpa de sus creadores. Una banda sonora trepidante que le queda como un guante, apostando en momentos por sonidos sorprendentes como la música rock o electrónica, unos efectos de las armas simplemente brutales, y un sonido ambiente increíble que conforman un apartado sonoro pocas veces visto.
Si a esto le unimos un doblaje al castellano muy bueno (aunque con alguna voz que no nos convence, como la del propio protagonista), todo esto se vuelve más redondo si cabe, pero es aquí donde hemos detectado un gran fallo. La sincronización labial es muy mala, más que mala inexistente, lo que rechina muchísimo en un juego tan impecable en todos sus apartados, y es para darle un gran tirón de orejas a quien haya sido el responsable, por estropear un apartado de 10.
Si el doblaje al castellano nos parece muy correcto que decir del original que cuenta con voces de Ed Harris, Gary Oldman, Ice Cube y Sam Worthington, impresionante y digno de ser escuchado. La banda sonora trae dos sorpresas de un gusto exquisito, dos temas estrella de aquellos años convulsos de la Guerra de Vietnam: Fortunate Son de Creedence Clearwater Revival y Sympathy for the Devil de los Rolling Stones. En especial el momento donde suena este último resulta brillante, y quedará en la memoria de muchos jugadores para siempre.
Sin duda Treyarch lo ha conseguido: uno de los incuestionables juegos del año
Puede que hubiera dudas de si este Black Ops iba a estar a la altura de los títulos desarrollados por Infinity Ward, pero no solo está a la altura sino que en algunos aspectos los supera, con un modo campaña genial que cuenta con una narrativa que supera sin duda a la de los Modern Warfare. El modo online nos parece al menos tan bueno como el de este último, y estaremos expectantes de qué manera es recibido por los fans más acérrimos, pero creemos que triunfará, difícil saber si tanto como el de MW2, que no ha triunfado, ha arrasado.
Con un apartado técnico de auténtica superproducción de Hollywood, nuestra única pega es que se deja un poco de lado al que todavía disfruta jugando en solitario, con una campaña de seis horas y la ausencia de un modo parecido al Operaciones especiales, pero somos conscientes de que el gran motivo porque el que la gente compra este título es por su online, incluso obviando el modo campaña, por lo que entendemos a sus creadores, que se limitan con esta decisión a atender una demanda del mercado. Un título impresionante que vuelve a situar más arriba todavía el listón de la saga y que para muchos será el juego del año y su obsesión en los próximos meses.
Redactor
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