Análisis de Tom Clancy's EndWar (PC)
Trasladar el género de la estrategia en tiempo real al mundo de las consolas no es una tarea sencilla, pero Ubisoft lo logró con creces con Tom Clancy’s Endwar. Dejando a un lado cualquier tipo de iniciativa destinada a diseñar una interfaz de juego adaptada al controlador de las consolas, Ubisoft Shanghai optó directamente por una solución completamente nueva: dirigir a las tropas con sencillas órdenes de voz. Este hecho, dado el buen trabajo realizado por el equipo de desarrollo a la hora de implementar dicha funcionalidad en el juego, logró que los usuarios pudieran disfrutar de las intensas batallas campales que EndWar propone sin sufrir dolores de cabeza al organizar a las tropas y lanzarlas al campo de batalla.
Ahora, pocos meses después del estreno de EndWar en consolas, Ubisoft trae al mundo de los compatibles su fantástica propuesta jugable con la intención de revalidar el éxito. Pero… ¿logrará abrirse hueco en el difícil mundo de la estrategia en tiempo real en PC? Y lo más importante. ¿Funcionará un juego diseñado específicamente para consolas en compatibles?
Sobrevive a la Tercera Guerra Mundial
Año 2020. El mundo, gobernado por tres grandes superpotencias, vive momentos de extrema tensión. Tras años de locas políticas de rearme, abusivo abastecimiento de recursos primarios como el petróleo, y constantes disputas políticas entre la Federación de Europa, Estados Unidos y Rusia, una malintencionada chispa va a desencadenar la Tercera Guerra Mundial. Nosotros, como oficial del ejército de cualquiera de las tres superpotencias citadas anteriormente, seremos los encargados de proteger los intereses de nuestra facción mientras ponemos fin a la amenaza que suponen los dos bandos rivales. Para ello, contaremos con la última tecnología militar –muy deudora de la pluma de Tom Clancy- aplicada tanto a nivel armamentístico, con una suerte de vehículos de combate altamente dotados para el combate terrestre y aéreo (los ataques masivos han sido erradicados por los complejos sistema de escudos antimisiles que pueblan la Tierra), como a nivel táctico, con diversos satélites que no solo nos permitirán conocer la orografía del entorno sobre el que combatiremos, sino también la posición de nuestros enemigos y aliados, las zonas de interés… e incluso actuarán como último recurso en caso de necesitar lanzar un ataque devastador sobre el campo de batalla o inutilizar determinados nodos con ataques informáticos.
Basado en los enfrentamientos a pequeña y mediana escala, en Tom Clancy’s EndWar nos encontraremos ante un título de estrategia en tiempo real enfocado por completo en los combates, dejando al margen la gestión de recursos o la creación de centros de mando desde los que ampliar nuestras filas. En este sentido, podremos comandar hasta un máximo de 12 escuadras a la vez –aquí todas las tropas van en grupos-, aunque no siempre tendremos ocasión de hacerlo ya que todo dependerá del tipo de misión en la que nos encontremos –dependemos de las decisiones estratégicas del alto mando-. Aspecto que deja claro el valor que se le ha querido otorgar a las unidades de combate, obligándonos a movernos con cautela para no perderlas tontamente en estrategias suicidas.
En caso de perderlas, por fortuna, podemos solicitar refuerzos –su "hueco" queda cubierto por otra unidad- haciendo uso de los puntos de mando que obtendremos tras conquistar las diversas zonas estratégicas de cada escenario, pero ésta es una opción de la que no deberíamos abusar, no ya solo porque al final de cada misión se valorará nuestra acción en combate, con recompensa en créditos incluida, sino sobre todo, porque nuestras unidades aprenden, progresan y mejoran con su experiencia, por lo que dejarlas morir en acciones sin sentido puede repercutirnos negativamente en sucesivas misiones. Además, hay que resaltar que gracias a los créditos que obtendremos –cuanto mejores seamos, más dinero recaudaremos- podremos mejorar a nuestras tropas como si de un juego de rol se tratara, convirtiéndose éste en uno de los aspectos más interesantes de EndWar ya que al final personalizaremos, con un gran nivel de libertad, a nuestro ejército diferenciándolo del que otro usuario, con la misma facción, haya podido crear.
Y aparte de las unidades de combate con las que contaremos, con ligeras diferencias entre las tres facciones en liza, en EndWar también tendremos la oportunidad de hacer uso de determinadas opciones especiales englobadas bajo el denominado Apoyo externo. Dentro de este apartado, tendremos ocasión de solicitar, por ejemplo, apoyo aéreo para que nuestros cazas ataquen a los objetivos marcados como tal, que un satélite lance un devastador ataque sobre una zona concreta, que nuestros técnicos inutilicen estaciones de servicio enemigas… todo ello previo pago con puntos que, como en el caso anterior, obtendremos realizando buenas acciones en el campo de batalla.
Con todo esto, como decíamos anteriormente, tendremos que aprovechar al máximo todas y cada una de las unidades con las que contemos en pantalla, teniendo en cuenta que éstas mantendrán una relación de fuerzas y debilidades con los enemigos, como ocurre en otros títulos de estrategia con tintes del género rol (valgan como ejemplos sagas como Advance Wars o Fire Emblem). De este modo, por ejemplo, los helicópteros se mostrarán especialmente eficientes contra los tanques, mientras que éstos derribarán con facilidad a los fusileros y transportes (unidades antiaéreas), que a su vez serán tremendamente eficaces contra los helicópteros. Luego todo va siendo mucho más complejo con la inclusión de otros tipos de unidades como los ingenieros, infantería especializada en el combate contra blindados, o la artillería pesada, que podrá castigar a los enemigos desde la distancia, por citar más ejemplos.
El poder de la palabra
Como remarcábamos al inicio de este artículo, el aspecto más llamativo de EndWar lo encontramos en su fantástico sistema de control, que prescinde de los elementos clásicos tanto en consolas como en PC para basar toda la jugabilidad en el control de toda la acción mediante la voz. De este modo, aunque perfectamente se puede disfrutar del juego con teclado y ratón sin excesivos problemas (ésta es una ventaja frente a las consolas, donde el control con el mando resultaba algo más tosco), lo divertido en esta obra de Ubisoft resulta sentirse como un oficial militar en medio de un intenso conflicto bélico, dando instrucciones sin descanso a las tropas, algo que progresivamente haremos de forma intuitiva sin darnos cuenta, permitiéndonos así centrarnos en lo que verdaderamente interesa: vencer al enemigo.
En este sentido, el sistema consiste en dar instrucciones directas de una estructura predefinida pero natural. Primero dictamos la acción, luego quién la realiza, y luego dónde o contra quién, básicamente. Antes de hablar tendremos que pulsar la barra espaciadora, acción que cortará la comunicación con el alto mando –un detalle muy interesante, por cierto-, presentándosenos en pantalla una interfaz con todas las opciones posibles para el comando de voz. Según la damos, pasamos al siguiente menú de opciones, por lo que no es necesario realmente aprendérselas todas (hay algunas un poco extrañas, pero sobradamente explicadas en el tutorial), y en pantalla vemos en todo rato lo que hemos dicho, y nuestras opciones sobre qué decir a continuación. Por lo tanto, es fácil y rápido ver si el sistema de reconocimiento de voz ha fallado, lo que sucede muy rara vez.
Lógicamente, los primeros pasos en el juego pueden resultar algo complejos dada la novedad del sistema de control que se nos plantea, pero el sistema de calibración para la voz desarrollado por Ubisoft Shanghai está tan bien implementado y resulta tan efectivo –de verdad que sorprende lo bien que funciona- que tras superar un par de misiones nos sentiremos como pez en el agua dirigiendo sin problemas a todas las tropas en el campo de batalla. Esto sin contar con que las primeras misiones del juego actuarán como un largo tutorial (aprenderemos lo básico sobre el juego mientras nos encaminamos a la Tercera Guerra Mundial), por lo que las ayudas aportadas por los desarrolladores no son pocas.
El mayor problema del juego, no obstante, radica en que a la larga se queda corto a nivel de opciones jugables, sobre todo para los veteranos en el género de la estrategia. En este sentido, se nota mucho que estamos frente a un juego diseñado para consolas en el que se han tenido en cuenta las limitaciones habituales del género en esas plataformas para tratar de solventarlas de la mejor forma posible –y ya hemos dicho que se ha logrado con creces-. Precisamente por este hecho, los más avezados en el género sentirán que no tienen un control total sobre las batallas, limitándose únicamente a ordenar el ataque o el movimiento de las mismas y punto (se trata de un mandar y ver qué ocurre). Sí es cierto que en el caso de la infantería tendremos que tener muy en cuenta aspectos como las coberturas, ya que resultarán vitales para mantener con vida a las mismas, pero bien es cierto que algún que otro ataque secundario por parte de las tropas, o más variedad en las mismas, le habría dado mucha más variedad y profundidad al desarrollo de las contiendas. Aún así, en ningún momento estamos diciendo que el juego sea aburrido o no tenga alicientes.
El principal atractivo de EndWar lo encontramos, por un lado, en su intensa campaña para un solo jugador que nos planteará erradicar del mapa a nuestros adversarios, combinándose un sistema de juego basado en los turnos (tras cada batalla podemos decidir si atacamos una zona enemiga o defendemos alguna de nuestras posiciones, si mejoramos a las tropas, etc.), y las ya comentadas batallas en tiempo real, que progresivamente se volverán más duras, convirtiéndose en todo un reto sacar adelante la misión sin perder prácticamente efectivos (sobre todo si jugamos en los niveles de dificultad más altos). Pero además, no podemos olvidar la fantástica vertiente multijugador que presenta el juego, con más de veinte mapas distintos en los que dar rienda suelta a nuestro genio militar.
Aquí, el Escenario de Guerra se convierte en el principal atractivo de EndWar, ya que se emula de una forma tremendamente efectiva la experiencia de juego para un solo usuario a través de Internet, con miles de usuarios repartidos por todo el mundo dispuestos a mover ficha y arrebatarnos un territorio en disputa, o también, por qué no, con ansias de proteger nuestros intereses como buenos aliados. En esta especie de mundo en guerra en línea, tendremos por supuesto todas las opciones vistas anteriormente, cono la posibilidad de personalizar a las tropas a partir del batallón escogido inicialmente. Y es que en este punto, habría que remarcar que tanto aquí como en el juego para un solo usuario antes de dar el salto a la Tercera Guerra Mundial deberemos decidir el batallón que pretendemos liderar, variando no ya solo aspectos como el tipo de unidades que predominarán en los mismos, sino también, determinados parámetros como su fuerza de ataque, defensa, etc.
La guerra del futuro
A nivel técnico, Tom Clancy’s EndWar se trata de un título notable que destaca por la inmensidad y variedad de los entornos de combate por los que nos moveremos, así como por el nivel de detalle alcanzado en los mismos como en las unidades y estructuras con las que nos encontraremos. Este último aspecto resalta todavía más si tenemos en cuenta que tendremos un control total sobre la cámara, pudiendo en todo momento jugar con el zoom para ver con un gran nivel de detalle a nuestras unidades, o tener una panorámica más amplia del campo de batalla (aunque solo podremos alejar la cámara el rango de visión con el que cuenten nuestras unidades, aspecto que dota de más realismo al juego).
Destaca también la espectacularidad de determinadas batallas, sobre todo las que se desarrollan sobre suelo urbano (con representación de grandes capitales del mundo incluida), lugares en los que veremos cómo los edificios ceden ante el fuego de artillería mientras decenas y decenas de blindados se agolpan por las calles de las ciudades y la infantería les ataca desde los edificios en ruinas. En este sentido, a nivel de efectos, el juego resulta más que aceptable, aunque pierde espectacularidad ante otros exponentes del género, que en este aspecto se muestran mucho más contundentes. Algo que se traslada, por ejemplo, al ámbito del sonido. Y es que mientras todo lo relacionado con la interfaz de comandos por voz resulta fantástico (así como el doblaje al castellano, de lo más acertado), aspectos como las melodías que nos acompañarán a lo largo de las partidas, o la recreación del fuego de las tropas, no alcanzan el sobresaliente.
Eso sí, a su favor, EndWar puede ser disfrutado en equipos de gama media sin excesivos problemas con un buen nivel de detalles, aunque para disfrutar del juego en todo su esplendor se necesita de una máquina bastante potente. Por otro lado, otro aspecto bien cuidado se trata de la inteligencia artificial de los aliados y enemigos, que se comportarán de forma eficiente durante el transcurso de las batallas, aunque sí echamos en falta un mayor grado de improvisación por parte de los enemigos que logre sorprendernos durante las escaramuzas. Algo que, por otro lado, queda solventado con creces en la vertiente multijugador del juego.
Conclusiones
Tom Clancy’s EndWar se trata de un muy buen juego de estrategia, toda una experiencia que ningún aficionado al género debería dejar escapar puesto que como decíamos anteriormente, la sensación de tener bajo nuestro mando a un grupo de tropas que obedecen sin rechistar nuestras ordenes resulta fantástica. Su mayor problema, no obstante, radica en la poca profundidad que presenta a nivel de opciones estratégicas -para lo que estamos acostumbrados en compatibles-, algo que notarán sobre todo los veteranos en el género, si bien es cierto éste es un aspecto que no nos va a impedir disfrutar de esta gran propuesta jugable en la que se ha convertido EndWar. Una saga que esperamos vea ampliada sus opciones progresivamente, una vez se ha visto que su planteamiento jugable resulta efectivo.