Análisis de The World Ends With You (NDS)

Square-Enix es una de esas compañías que siempre levanta expectación, ya que gracias a sus grandes sagas se ha ganado un puesto de honor dentro de la industria de los videojuegos. Es por eso, que cuando se anunció este The World Ends With You, cuyo título original era It´s a Wonderful World (tuvo que cambiarse debido a problema de licencias), muchos empezaron a frotarse las manos por recibir un nuevo juego de esta compañia. Para muchos la alegría fue aún mayor por el hecho de que este título no perteneciese a una de las sagas ya existentes de la compañía, sino que se trataba de algo nuevo. Esto, unido a la atractiva estética del juego, ha hecho que todas las miradas se centrasen en él durante todo este tiempo. Ahora, bastante tiempo después de su lanzamiento en Japón, lo recibimos nosotros, y podemos ver si The World Ends With You es de verdad un soplo de aire fresco para Square-Enix.

Lo primero que llama la atención de The World Ends With You es su estética, obra de Tetsuya Nomura, conocido también por su trabajo en las últimas entregas de la saga Final Fantasy. La verdad es que su estilo sorprende, sobre todo dentro del mundo de los juegos de rol, ya que estamos acostumbrados a ambientaciones medievales o como mucho, futuristas. En esta ocasión toda la acción se desarrolla en el distrito comercial y de entretenimiento de Shibuya, y todos los diseños del juego tienen un estilo urbano y moderno. Otra fuente de inspiración es el pop japonés, ya que además de inspirarse en él la estetica, la banda sonora bebe claramente de él.

Pero no es en su estilo en lo único que este The World Ends With You se aleja de la mayoría de los juegos de rol actuales. A diferencia de la mayoria de los juegos del género de Square-Enix, aquí no tenemos a un grupo de protagonistas que avanzan por un mundo, entrando en mazmorras, conversando con la gente en los pueblos y combatiendo con los enemigos cuando nos salgan al paso. En esta ocasión, avanzaremos en el juego a lo largo de conversaciones que nos irán desvelando los secretos de la historia y que nos darán pistas para encaminar nuestros pasos. Estas conversaciones serán muy numerosas, pareciendo en ocasiones que estamos jugando más a una aventura conversacional que a un juego de rol. Esta historia nos pondrá en la piel de Neku Sakuraba, un joven que se despierta un día en mitad del barrio de Shibuya desorientado, con una extraña chapa en su mano y escuchando voces en su cabeza. Descubre entonces que puede leer los pensamientos de las personas, así como los ruidos de los pensamientos de la gente que adoptan la forma de monstruos. Pero además de esto, se dará cuenta de que, para su desgracia, se encuentra dentro del Juego de los Shinigami (los dioses de la muerte en la cultura japonesa), quienes le darán una serie de misiones que deberá cumplir si no desea desaparecer. Desde ese momento Neku, y otros jóvenes a los que conocerá y que también se encontrarán denrtro de este siniestro juego, deberán cumplir con las peticiones de los Shinigami si desean recuperar sus vidas.

Así, el juego se desarrollará en tres capítulos, cada uno de los cuales estará compuesto por siete días. Al inicio de cada uno de los días, Neku y su compañero aparecerán en una zona del barrio y deberán abrir caminos que en un principio estarán bloqueados para así poder avanzar. Para ello, deberá hablar con determinadas personas que tendrán una indicación sobre ellas (un bocadillo) y que le pedirán cosas o le darán pistas. Entre las cosas que solemos tener que hacer para avanzar, está el derrotar a un número determinado de enemigos, algo que haremos entrando en el modo de leer la mente, donde, además de descubrir los pensamientos de alguno de los peatones, podremos ver los monstruos, o ruido, como les llama el juego. De vez en cuando encontramos algún puzzle que hará uso de las capacidades de la consola, aunque estos no son ni muy numerosos ni muy complicados.

Así, el desarrollo normal del juego es hablar con alguien, hacer lo que nos pide o nos sugiere (enfrentarnos al ruido, hablar con otra persona, encontrar la frase adecuada de la mente de alguien, etc.) abriendo con esto una nueva zona y teniendo que hablar con más gente para avanzar. Aunque la historia es interesante y los diálogos nos ayudarán a descubrir cosas, lo cierto es que a veces duran demasiado, lo que hace que se corte la acción. Y es que como hemos dicho anteriormente, hay ocasiones en que parece que estemos jugando a una aventura conversacional más que a un juego de rol, y esto puede llegar a impacientar a más de uno, ya que el ritmo del juego no es precisamente rápido y además el juego es bastante lineal.

Aunque quizás el juego peque de lento, sobre todo por la parte conversacional, lo cierto es que no deja de ser un juego de rol, algo que recordamos rápidamente gracias a su divertido sistema de combate. En él, se nos mostrarán los dos personajes que llevamos, uno en cada pantalla, compartiendo ambos los mismos enemigos (aunque estos no estarán necesariamente en los mismos lugares dentro de cada una de las pantallas) y, lo que resulta aún más novedoso, compartiendo la misma barra de vida. Nosotros controlaremos en todo momento a Neku, quien estará en la pantalla de abajo. La forma de moverle, al igual que fuera de los combates, será por medio de la pantalla táctil. Los ataques que podamos usar en cada momento vendrán representados por unas chapas que deberemos equiparnos desde el menú. Cada una de estas chapas nos da un tipo de ataque, como lanzar objetos sobre nuestros enemigos, atacar con una bola de fuego o hacer que una columna de fuego surga de donde deseemos. Cada uno de estos ataques se lleva a cabo de una forma diferente (trazando una línea sobre la pantalla, haciendo un trazo rápido o rodeando a nuestro personaje con un círculo), aunque todas ellas son bastante intuitivas y fáciles de llevar a cabo.

Mientras Neku lucha en la pantalla de abajo, nuestro compañero hará lo mismo en la de arriba. Por defecto, el juego estará configurado para que luche en modo automático, aunque podemos cambiarlo para poder controlarlo. Si deseamos manejar nosotros a este otro personaje, deberemos seguir unas flechas que irán apareciendo en pantalla para asi completar una secuencia y realizar un ataque. Al principio es bastante lioso, ya que debemos estar pendientes a ambas pantallas, pero con el tiempo conseguiremos defendernos, y, aunque se nos antoja algo complicado (e innecesario) este sistema de doble combate, la verdad es que al final manejar las dos pantallas nos pondrá las cosas fáciles ante los enemigos, especialmente los jefes. De cualquier modo, la lucha es divertida, y el hecho de que no nos obliguen a entablar combates, sino que podamos enfrentarnos a los enemigos cuando lo deseemos, hace que no cansen. Es cierto que en ocasiones para avanzar en la historia hay que eliminar a un número determinado de enemigos o algunas criaturas en concreto, pero esto no es lo normal, y en la mayoría de los casos lucharemos sólo cuando deseemos subir nivel.

De cualquier modo, aunque al subir nivel nuestras características mejorarán, como en todo juego de rol esta no será la única forma de mejorar a nuestros personajes, ya que podremos comprar ropa y accesorios que las mejoren. Otra cosa que podremos comprar es comida que ayudará a subir nuestras estadísticas durante unos combates, aunque deberemos tratar de no abusar de esto, ya que los alimentos que podremos consumir en un día estarán limitados. Un detalle que nos ha gustado es que en todo momento, podemos bajar el nivel de nuestro personaje (y nuestros atributos en consecuencia) para así hacer más dificil los combates y, en compensación, la tasa de objetos que consigamos de los enemigos derrotados aumente. Nos parece una buena idea para todos aquellos que quieran hacer el juego un poco más duro, o hacer los combates para subir de nivel más emocionantes, consiguiendo además más objetos por cada enemigo derrotado, lo que facilitará ganar dinero para comprar los objetos que deseemos. Además, de esto, también podremos elegir entre dos dificultades, lo que hará que podamos ajustar mejor el nivel de los combates para disfrutar más del juego.

Otro modo por el que podemos completar nuestra colección, en este caso de chapas, es a través de la conexión Wi-Fi, que nos permitirá intercambiarlas con amigos. Ademas, jugando con hasta otros tres amigos, tendremos acceso a un minijuego llamado Tin Pin Slammer, que nos recordará al juego de las chapas de toda la vida. De este modo, tendremos que lanzar nuestra chapa ajustando la dirección y la fuerza con la que la arrojamos para así tratar de sacar fuera del terreno las chapas de nuestros adversarios. Este juego, aunque divertido, es bastante difícil, y en la mayoría de los casos será más cuestión de suerte que de otra cosa.

A nivel visual el juego es, cuando menos, llamativo. Como hemos dicho, tiene una estética muy marcada y la verdad es que es muy agradable a la vista. Aunque no hay demasiados escenarios, estos están recreados a la perfección, siendo claramente identificables en cual de ellos estamos de un simple vistazo. Es cierto que a veces es un poco confuso saber por que lado tenemos que salir, pero esto ocurre en contadas ocasiones. Ademas, las calles están llenas de vida, aunque hemos de admitir que los peatones, que se repiten con bastante frecuencia, no se mueven tan bien como nos hubiera gustado, siendo sus animaciones bastante pobres. Esto ocurre también con los enemigos, y es que la gama de estos es muy limitada y siempre nos acabaremos enfrentando a los mismos. Los protagonistas, por otra parte, cuentan con un diseño muy bueno, aunque echamos en falta un mayor número de animaciones y que estas estuviesen más cuidadas, pues en ocasiones notamos una falta de frames que hacen que sean algo bruscas. Por otra parte, en las conversaciones veremos una imagen estática de los personajes de 3/4 bastante lograda y con gran variedad. En conclusión, aunque la estética está muy cuidada y es tremendamente llamativa, es cierto que el juego tiene algunas carencias gráficas que empeoran el resultado final.

El sonido es otro punto donde el juego destaca, ya que nos encontramos canciones digitalizadas de gran calidad que acompañan en todo momento al juego. Es cierto que en ocasiones se repiten, ya que su variedad no es excesiva, pero compensan por su calidad tanto técnica como de composición, habiendo sobre todo un par de ellas que seguramente se nos quedarán en la cabeza. Por otra parte, en momentos puntuales podremos escuchar voces dobladas al inglés y aunque no son muy numerosas, si que se entienden a la perfección. En último lugar, los efectos de sonido son correctos y tienen la suficiente variedad.

Square-Enix nos trae algo nuevo que sin duda tiene gran calidad. Puede que no guste a aquellos que busquen un juego de rol más tradicional, pero se trata de un buen título que a bun seguro guste a los que le den una oportunidad. Como hemos dicho, el juego tiene un ritmo pausado y muchas conversaciones, algo que hace incompresible la decisión por parte de la distribuidora de no traducir el juego a nuestro idioma. Y es que además de estar en inglés, este no es demasiado sencillo, con un lenguaje muy coloquial que tiene bastantes frases hechas, lo que dificulta mucho su comprensión y hace desaconsejemos el título a aquellos que no tengan un nivel mínimo de esta lengua. Es una lástima este punto, aunque desde luego no evita que The World Ends With You sea un juego muy interesante que divertirá a aquellos que busquen algo diferente.