La Unión Europea sigue interesada en imponer un cargador universal para los teléfonos móviles con la intención de reducir los residuos electrónicos y facilitar a los usuarios la compatibilidad de sus cargadores con todos los dispositivos móviles.
El interés por implantar un cargador universal no es nuevo y se lleva intentando desde 2009, momento en que se aprobó el estándar microUSB. En ese momento, 14 compañías, entre las que estaban Apple, Samsung o Huawei, se comprometían con la Unión Europea a unificar lo más posible los cargadores a partir de 2011, pero todo quedó en el olvido y en 2012 expiró el acuerdo.
Sin embargo, la UE no se ha olvidado y está tratando de reactivar sus planes para un cargador universal de móviles con el objetivo de reducir hasta 51.000 toneladas de cargadores antiguos. Margrethe Vestager, comisaria europea de la Competencia, ha declarado que se va a realizar un estudio para poder adoptar en un futuro próximo un cargador universal para teléfonos móviles.
Seguiremos atentos cualquier decisión que tome la Unión Europea y si se encargará decidir qué cargador será universal o apostará porque sean las propias compañías las que decidan la mejor solución. Por ahora, dos tipos de cargadores juegan con ventaja: el USB tipo C y el estándar Power Delivery, aunque no hay que descartar el estándar USB 3.2. que saldrá en 2019.