Entre las muchas noticias que han salido de The Elder Scrolls V: Skyrim desde su lanzamiento en el mes de noviembre, una de las pocas que no tenían que ver con bugs, parches o mods fue el descubrimiento en el juego de zonas de Morrowind y Cyrodiil, los dos continentes del particular mundo de Bethesda Software donde se habían ambientado las dos anteriores entregas de la saga The Elder Scrolls (subtituladas Morrowind y Oblivion respectivamente).
El descubrimiento de este misterio había generado todo tipo de especulaciones sobre expansiones y contenido descargable para el juego, pero Todd Howard, creador de la saga, ha quitado hierro al asunto en declaraciones al medio americano Kotaku en el evento DICE de la semana pasada.
Según Howard, estás áreas se diseñaron simplemente para que las fronteras del juego no estuviesen vacías. Es decir, para que cuando los jugadores llegasen al límite de Skyrim, no se encontrasen con la nada, sino que viesen lo que se supone que hay tras él.
Sin embargo, el diseñador no descarta usarlas en el futuro, aunque admite que el objetivo principal era que hubiese algo que diese empaque del juego. "Pensamos que quizás lo usásemos algún día, pero nuestra mayor preocupación era: 'Voy a subir a lo alto de una montaña y mirar hacia allí. ¿Qué voy a ver?'. Intentamos cubrir todos los ángulos".