Visual Arts Service Group, un estudio creado en 2007 para colaborar con el desarrollo de juegos internos, ha estado trabajando en un remake del The Last of Us original, según informa Jason Schreier en Bloomberg. Sin embargo, tras participar en otros juegos, en los últimos años el equipo decidió tener más control creativo de sus proyectos y, tras un intento de actualizar el primer Uncharted, comenzó a trabajar en un remake de The Last of Us para PlayStation 5, una revisión del original de Naughty Dog. "La idea era expandir algunas de las sagas más exitosas de la compañía", dice el artículo, pero Sony no apoyó al estudio con los recursos necesarios. Según esta misma información, el último movimiento de Sony ha sido llevar este remake a sus creadores, Naughty Dog. VASG continuará participando en el juego, aunque varios de los líderes del estudio han abandonado el quipo.
"El fallo del equipo destaca la complicada jerarquía en el desarrollo de juegos y en particular de la visión conservadora de Sony para hacer juegos en PS5. El conglomerado japonés es dueña de una docena de estudios en todo el mundo como parte de su sello PlayStation Studios, pero en los últimos años ha priorizado los juegos hechos por sus creadores más exitosos", en concreto Santa Monica Studios, Naughty Dog y Guerrilla Games, que invierten decenas de millones de dólares en sus superproducciones. Normalmente esto tiene una buena recompensa, como se ha visto en God of War de 2018 o The Last of Us Parte 2 de 2020, "lo que ayuda a Sony a vender 114 millones de PS4. Su rival, Microsoft, tiene la estrategia apuesta, apoyándose en una gran variedad de estudios que alimentan su servicio de suscripción Xbox Game Pass, lo que permite que los jugadores tengan acceso a una variedad de juegos".
La idea era terminar el remake de The Last of Us, con nuevos gráficos y mecánicas, y lanzar algún tipo de pack con el segundo para PS5. "En teoría esto sería menos costoso que hacer el primer Uncharted, pues The Last of Us es más moderno y no necesita tantos retoques jugables. Una vez el grupo estuviese establecido, podrían ir a por el remake del primer Uncharted y otros juegos".
El problema es que cambiar un estudio dedicado al apoyo a otro de desarrollo es difícil porque "compiten contra cientos de otros equipos de todo el mundo, con diferentes niveles de experiencia y éxito", según Dave Lang, fundador Iron Galaxy Studios, un equipo que ha trabajado en sus propios juegos y en apoyo a otros.
Era un remake demasiado caro
Hermen Hulst, nuevo presidente de Worldwide Studios, no se habría mostrado muy positivo con el remake de The Last of Us, nombre clave T1X, que proponía el equipo. Se consideraba demasiado caro, más que otros remakes, y la razón es que se necesitaría desarrollar un nuevo motor para PS5, la contratación de más gente y el rediseño de nuevas mecánicas. Esto no convenció a Hulst. Cambios en la producción -el retraso de The Last of Us Parte 2- obligaron a que VASG colaborase en el último pulido, retrasando T1X.
"Entonces, estos papeles se invirtieron. Sony dijo que tras completar The Last of Us Parte 2 alguna gente de Naughty Dog ayudaría con T1X -el remake del original-. Muchos de estos empleados habían trabajado en el original y sus decisiones tenían más peso que las de Visual Arts Service Group". El juego se pasó al presupuesto de Naughty Dog y de esta manera el estudio tomó control del proyecto, convirtiendo VASG de nuevo en un estudio de apoyo. "Hoy, T1X permanece en desarrollo en Naughty Dog con asistencia de Visual Arts Support Group. El futuro del equipo de Michael Mumbauer -el fundador de VASG-, que en tono de broma se llama Naughty Dog South, no está claro".
Esta estrategia afectó a Japan Studios
Este foco puesto en sus mayores éxitos ha tenido efectos como la reorganización de algunos de sus equipos, como Japan Studio, que prácticamente ha quedado reducido a los responsables de Astro's Playroom. "La compañía ha informado a los desarrolladores que ya no quiere producir juegos pequeños que sólo son exitosos en Japón", según fuentes de Bloomberg. Aunque Days Gone fue rentable, Bend Studio no ha recibido luz verde para su secuela.
