A la luz del tiroteo acontecido en Florida, la Casa Blanca y la Asociación Nacional del Rifle no han perdido tiempo en cargar contra los videojuegos y el ocio electrónico, señalándolos como los principales culpables. Esto ha provocado diversas reacciones: mientras que Games for Change respondían a Donald Trump y su equipo con un vídeo, desde la misma Florida los estudiantes de un instituto se deshacían de aquellos títulos considerados como violentos.
En medio de esta polémica, ha surgido una nueva investigación realizada por el Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano y la Clínica Universitaria Hamburg-Eppendorf en Alemania. En dicho informe concluían que jugar a videojuegos violentos durante periodos prolongados no hace que los adultos sean más agresivos.
No hay relación entre el videojuego y la violencia
El documento, que fue publicado en la revista Molecular Psychiatry, es el primer estudio que examina los efectos a largo plazo de este género de videojuegos.
En el informe se reconoce la creciente preocupación en la sociedad estadounidense de que este tipo de ocio "pueda promover la agresión o reducir la empatía en sus jugadores y que, dada la popularidad, su impacto psicológico sea un problema para la sociedad en general".
Para realizar el estudio se ha contado con 77 participantes, que fueron divididos en tres grupos. El grupo "violento" jugó a Grand Theft Auto V en PS3 diariamente durante dos meses, mientras que el equipo de control jugó a Los Sims 3 en la misma consola durante el mismo periodo de tiempo. Un grupo de control pasivo de 28 personas no jugó a ningún videojuego durante dos meses.
Los niveles de ansiedad, estado anímico, agresividad, empatía, competencias interpersonales e impulsividad se midieron en los participantes antes y después del periodo de dos meses, con la ayuda de cuestionarios y evaluaciones computarizadas.
Tras el examen, los investigadores no encontraron ningún indicio negativo relevante en las variables evaluadas. Sólo 3 pruebas de las 208 pruebas estadísticas realizadas mostraron un patrón, pero la cifra no se consideró significativa, ya que al menos debería haber aparecido un mínimo de 10 para no calificarlo de "pura casualidad".
"No encontramos efectos negativos relevantes en respuesta al juego violento de videojuegos", dijo la autora principal del estudio, Simone Kühn. "El hecho de que evaluamos varios dominios, sin encontrar un efecto perjudicial en ninguno de ellos, hace que el presente estudio sea el más completo en el campo".
"La Asociación Estadounidense de Psicología recientemente indicó que los videojuegos violentos representan un factor de riesgo de diferentes resultados adversos, donde se incluyen un aumento de la agresión y disminución de la empatía", señalaba Kühn. "Los hallazgos actuales de este estudio contradicen claramente esa conclusión".
A su vez, en el informe se indica que si los videojuegos causan agresión a menudo es de corta duración y no es representativo en la sociedad en general.
