Inicio de la guía
Ancestors: The Humankind Odyssey es un juego de supervivencia que da algunas vueltas de tuerca al género. En él no controlamos a un personaje, sino a un clan de simios en su odisea hacia la evolución humana.
El título se caracteriza por la falta de un objetivo claro más allá de la pregunta que nos hacen desde Panache Digital: ¿seremos capaces nosotros, como homo sapiens, conseguir evolucionar nuestra especie más rápido de lo que lo hicieron nuestros ancestros?
Las claves
Sin ninguna ayuda
La seña de identidad de Ancestors es que, a la vez que los monos van evolucionando como especie, quien tiene el control del mando va evolucionando como jugador.
Más allá de pequeños tutoriales en los primeros minutos del juego, el título no te explica nada.
Precisamente, el descubrimiento de las mecánicas de juego, de su funcionamiento y de cómo interactúan entre ellas, es uno de los aspectos más satisfactorios de la obra de Panache Digital. Sin embargo, esta opacidad puede llevar a que muchos os desesperéis en las primeras horas de juego, por lo que en esta guía os explicaremos lo más importante para que no os sintáis demasiado perdidos.
Aun así, insistimos: descubrirlo por vosotros mismos es muy gratificante.
Un enorme mundo abierto
Ancestors representa la plenitud del continente africano de hace millones de años. Eso significa que hay enormes territorios de bosque, de jungla, de sabanas, de lugares montañosos, de cuevas, de pantanos y otros lugares.
En cada uno de ellos hay distintos ecosistemas, es decir, distintas especies animales, distintos frutos, distinta vegetación, etc.
Sin embargo, os encomendamos no querer explorarlo al completo desde el principio. Poco a poco iréis mejorando a vuestra especie, haciéndola más apta para otros entornos, y al evolucionar, os veréis transportados a asentamientos en otros lugares de África que os dejarán en un punto óptimo para explorar nuevas zonas.
De árbol en árbol
El mundo de Ancestors, y el propio movimiento de los monos, no está diseñado para que vayáis de acá para allá como simples homo sapiens. Tenéis la agilidad y las mecánicas jugables necesarias para poder transitar por el continente africano de árbol en árbol.
Los simios se agarran automáticamente a los troncos y ramas de los árboles, así como a las paredes de piedra. Sin embargo, para agarrarse a las hojas y a las enredaderas deberéis pulsar el botón A en el momento preciso, y balanceros para saltar: esto se hace dejando apretado ese botón y dirigiendo el joystick hacia donde queráis saltar.
Viajar así es la manera más segura, ya que en tierra firme os esperan jabalís, serpientes, pumas y un sinfín de animales que iréis descubriendo que no querrán ser vuestros amigos, sino teneros en su estómago (o estómagos).
Usad los sentidos
Los monos tienen tres tipos de sentidos: la inteligencia, el olfato y el sonido.
El primero se activa pulsando el botón Y estando parados, y os permite identificar los objetos y animales que tengáis dentro de vuestra visión (que irá aumentando de rango conforme juguéis, pero esto lo explicamos en la parte de evolución de la guía). Así, cuando activéis el modo inteligencia en un lugar sin explorar, aparecerán un montón de cuadrados en pantalla; al apuntar hacia ellos y mantener pulsado el botón Y, podréis identificar dicho objeto, y si se pulsa de nuevo, se puede memorizar para que la marca quede en pantalla mientras vamos moviéndonos por el mundo. Además, en esta visión también aparecerán rombos con una interrogación en el centro: se trata de lugares simbólicos del mundo a los que debéis acercaros para descubrirlos.
El olfato funciona de manera similar, y se activa desde la interfaz de sentidos (pulsando el botón X). En lugar de ver cuadrados, los alimentos, depredadores y monos que pueden ser identificados con el olor se mostrarán como nebulosas de distinto color: al apuntar hacia ellas y mantener pulsado el botón X, los analizaremos y sabremos de qué se trata – a no ser que nunca hayamos interactuado con dicho objeto, por lo que deberemos ir hacia él, cogerlo y analizarlo. También se obtiene energía neuronal al identificar ítems de este modo.
Por último, el sonido tiene un alcance menor que los otros sentidos. Se nos muestra una serie de ondas de audio que identifican a los depredadores y otros monos. Al concentrarnos en un sonido tras activar este modo con el botón B, podemos marcarlo como en el resto de los modos. Este sentido es especialmente útil para identificar monos de otros clanes: al activarlo, si vemos una onda de sonido amarilla que no pertenece a nuestros compañeros, estaremos cerca de un simio sin clan que se unirá al nuestro si le ayudamos en el problema que tenga.
El uso de los sentidos y la inteligencia para identificar nuevos objetos u objetos conocidos en nuevas zonas aporta energía neuronal. Por lo tanto, es recomendable hacer esto cada vez que se llegue a un nuevo lugar. Hablamos más de esto en la sección sobre evolución.
Cambios de modos e interfaz
Al empezar partida por primera vez, podremos seleccionar dos modos: Primera Vez y Superviviente. El primero es el modo tradicional: comenzamos con un asentamiento de varios monos adultos, bebés y ancianos. En Superviviente, sin embargo, comenzamos con un solo simio adulto, por lo que habrá que apañárselas para encontrar compañeros y, por tanto, será más duro.
Otra opción que se nos da al empezar partida es seleccionar el tipo de interfaz. Aunque esta es muy minimalista y tardaremos en comprenderla, podemos elegir jugar sin ella. Pero estas opciones de interfaz también están accesibles desde el menú, por lo que la decisión que toméis al comenzar a jugar no es vinculante.