Que Ubisoft es una de las compañías que más fuerte ha apostado por Wii, la nueva consola de Nintendo que saldrá a la venta en toda Europa el 8 de diciembre, lo demuestra el amplio catálogo de juegos que está preparando para el lanzamiento y sus recientes declaraciones de intenciones, y pocos pueden dudar que su máxima estrella es la pareja formada por juegos tan diferentes como Red Steel o este Rayman Raving Rabbids que nos ocupa.
Frente a las anteriores entregas de la saga, este juego de Rayman no será un plataformas, sino que ha dado un giro hacia el cada vez más popular estilo de los minijuegos con un estilo único y un sentido del humor tan marcado e hilarante que las risas pueden arrebatarle el protagonismo al mismísimo Rayman y, más aún, a los malvados conejos albinos de las profundidades de la Tierra que quieren gobernar el mundo. Buena prueba de ello es que cuando el juego se mostró en Londres la constante en todos y cada uno de los que se arremolinaban alrededor del jugador –y de éste mismo- era una enorme sonrisa en su cara. Y es que no es sólo que el juego se dejase disfrutar sencillamente, es que el guión se ha cuajado en un humor correctamente destilado, en ocasiones bordeando el absurdo.
La verdad es que el que éste no sea finalmente un juego de plataformas puede echar atrás a algunos jugadores, pero ignorar este título por eso sería un error, por lo que hemos podido probar hasta el momento. Y es que sus virtudes son muchas y bien podría convertirse en uno de los títulos estrella de la consola, y desde luego uno de los imprescindibles del lanzamiento. No se trata sólo de que siempre esperemos grandes creaciones por parte de Michel Ancel (Prince of Persia: Sands of Time, Beyond Good & Evil, Tonic Trouble...), sino de que al jugar a Rayman Raving Rabbids no nos ha quedado duda alguna de que tanto Ancel como el equipo de desarrollo que creó Beyond Good & Evil saben muy bien lo que tienen entre manos. Al fin y al cabo, aunque el juego será multiplataforma, saliendo en casi todas los sistemas, han decidido centrarse principalmente en Wii.
Éste no será un juego de minijuegos al uso, como los que hemos podido ver en diferentes recopilatorios, como los múltiples Mario Party o Wario Ware, sino que se trata de toda una historia bien desarrollada en la que se nos van planteando diferentes retos en forma de minijuegos –no siempre tan mini- que habrá que superar para seguir progresando en el juego. Así, por ejemplo, frente a los cientos de microjuegos de un Wario Ware (y usamos la palabra microjuegos porque son de unos pocos segundos de duración), Rayman Raving Rabbids contendrá en su versión final más de 70 juegos diferentes, de los que pudimos probar un buen puñado, y que son el resultado de todas las ideas que les fueron surgiendo al empezar a trastear con el mando de Wii.
Rayman ha sido secuestrado por unos malvados conejos que han vivido bajo el suelo durante años, esperando su momento para salir a la superficie y conquistar el mundo. Son blancos, son dentudos, son enanos, malignos y están más locos que Hannibal Lecter y Jim Carrey juntos. Con Rayman capturado, no tendrán mejor idea que divertirse en un rato haciéndole competir en pruebas peligrosísimas –ya sea por peligrar la vida del artista, o la mandíbula del espectador- para entretenimiento de la cohorte de conejos psicópatas. Sin embargo, resulta que Rayman irá superando las diferentes pruebas, aumentando así su popularidad entre el pueblo enfervorecido (o algo así), además de ir recopilando los materiales necesarios para construir una escalera que le pueda sacar de su jaula... y, qué diablos, ropa interesante de diferentes estilos musicales, de manera que pueda disfrazarse de punky, afro, etc.
Todo esto se hará, según ha desvelado Ubisoft, a través de un pequeño mundo –un coliseo de inspiración romana- en el que escogeremos qué pruebas hacer en cada uno de los quince días en los que se desarrolla la aventura. Esto no estaba disponible cuando probamos el juego, pero creemos que puede funcionar bastante bien dentro de la tónica de desarrollo del título. Del mismo modo, la celda contendrá elementos interactivos que harán las veces de menús, claro, como a la hora de cambiarnos de ropa.
De los minijuegos que pudimos probar, algunos eran bastante sencillos, tal vez incluso demasiado, si bien no es algo que nos preocupe, pues es tónica habitual reducir mucho la dificultad en este tipo de eventos en los que se muestran juegos para que no haya problemas y la gente no se bloquee en su partida. Otros, sin embargo, nos parecieron mucho mejor nivelados. Es algo que esperamos que se iguale de cara a la versión final del juego o, cuando menos, presente diferentes niveles de dificultad, algo que potenciaría la rejugabilidad del títul.o.
Los minijuegos van precedidos de un pequeño vídeo en el que, por un lado, se nos contextualiza el reto y se nos explican los controles. Hasta donde hemos probado, nos atrevemos a decir que habrá unos cuatro o cinco grupos principales de tipos de minijuegos, en función de si son de velocidad, de acción en primera persona, los de baile y otros microjuegos que todavía no nos atrevemos a clasificar en grupos concretos. Y es que hemos probado varios minijuegos de esos tipos y otros absolutamente inclasificables, lo que indica que seguramente haya una buena variedad de retos en el cómputo final.
El primero al que jugamos fue uno de baile, en el que aparecerán diversos géneros musicales. Rayman es acosado por los lados por conejos, que tendremos que eliminar a base de patadas moviendo el mando remoto o el nunchaku, en función de si se acercan por el lado derecho o el izquierdo. Todo ello, claro está, al ritmo de la música. Y, todo sea dicho, es uno de los minijuegos que más nos ha gustado.
Igualmente divertidos eran los de velocidad, muy variados, ya que tan pronto teníamos que correr sobre una especie de rinoceronte (o algún bicho sin identificar, pero de proporciones similares e idéntica gracilidad) en la que nos movíamos con el nunchaku mientras el mando remoto hacía las veces de fusta con la que azotar al animal para que corra más. También pudimos ver uno en el que Rayman se lanzaba desde el cielo para ir atravesando unos círculos de nubes, controlándose cogiendo el mando remoto como si fuese un avión de papel en nuestra mano.
Los juegos de acción en primera persona parece que contarán con una buena representación en Rayman Raving Rabbids, ya que se estima que habrá hasta diez diferentes. Uno de ellos es un juego "sobre raíles", es decir, en el que Rayman avanza solo y nosotros tenemos que apuntar para lanzar desatascadores a la cara de los conejos que se lanzan sobre nosotros. Otro consistía en una perspectiva fija, y varios conejos salían de la playa con gafas de bucear hacia nosotros (y, entendemos, con no buenas intenciones), y les llenábamos las gafas con una pistola de agua cargada de peligroso zumo de zanahoria. Estos y otros minijuegos suelen contener múltiples referencias contextuales a otros títulos famosos de otras compañías, pues la parodia será parte esencial del humor de este juego.
Según ha anunciado Ubisoft, la mayoría de los juegos –unos cincuenta, aproximadamente- entrarían en la categoría de "otros", es decir, serán microjuegos de todo tipo que albergarán pequeñas pruebas más cortas que las anteriores, muchas veces absolutamente alocadas, como lanzamiento de vacas. En todas ellas, el mando remoto se usa de las formas más insospechadas, y aunque una vez hemos jugado a Wario Ware: Smooth Moves se pierde cierto factor sorpresa, la verdad es que hay muchos usos insospechados y un planteamiento de los microjuegos muy original y cohesionado dentro del desarrollo de la aventura. Quizá algunos sean tan estrambóticos que no acaben de cuajar, pero si lo compensan con una buena dosis de diversión, poco importará. Al fin y al cabo, aunque cerrarle la puerta en las narices a unos conejos que están haciendo sus necesidades para evitar que se les corte el rollo no tenga mucho sentido, su planteamiento es tan hilarante como adictivo, y eso es lo que nos importa en última instancia.
Todos estos minijuegos se irán desbloqueando una vez los hayamos superado en el modo historia, de manera que serán rejugables para que el jugador busque superar su máxima puntuación, y hacerlos accesibles también para el multijugador (hasta cuatro personas simultáneamente), donde la competición será todo un punto extra. Por desgracia, no hemos tenido oportunidad de probar qué tal se adaptan los minijuegos a las opciones multijugador, pero todo indica que el experimento saldrá bien, pues hemos visto varios que nos parecen que pueden resultar altamente competitivos.
Algunos minijuegos parecían poco pulidos, pero esperamos que sea algo que se solucione de cara a la versión final, pues se trataba de pequeños fallos del control y, sobre todo, algunas ralentizaciones ocasionales que entrecortaban un poco la acción. En principio, son cosas que no deberían dar problemas a la hora de ser corregidas, y por eso estamos seguros de que los programadores sabrán pulir estos aspectos para componer un producto completamente redondo. Y es que debemos confesar que, desde que lo probamos, éste se ha convertido en uno de nuestros juegos más esperados para Wii, por su jugabilidad, por sus ideas, y por su simpatía desbordante.