Ubisoft había prometido una gran libertad para el Assassin´s Creed de este año, protagonizado por el pirata Edward Kenway, con el mundo más grande que se ha creado para la serie hasta el momento, 75 lugares diferentes desde pequeños islotes a las mayores ciudades del Caribe en el siglo XVIII.
Ahora hemos podido jugar unas horas a dos secciones diferentes del juego y lo primero que hay que decir es que quienes estábamos jugando en seis PlayStation 4 diferentes tuvimos experiencias muy diferentes, tanto en las misiones como en lo que hicimos durante el tiempo de la prueba del juego.
La partida empezaba hablando con el nuevo oficial de cubierta, y con Kenway al timón del Jackdaw, el barco que ocupará un lugar protagonista en Assassin´s Creed 4. La navegación ya fue una de las bazas mejor valoradas de Assassin´s Creed 3, pero ahora será sin duda uno de los ejes principales de la aventura.
El barco responde rápido y suave, de manera poco real, más bien como si fuera un caballo. De otra manera seguramente no sería divertido.
Mucho se ha hablado del mar en este juego. Sin haber visto la versión para PC, la de PS4 es espectacular. En alta mar la lluvia o el oleaje tienen un gran aspecto, y cuando te acercas a tierra puedes ver multitud de detalles: Kenway avanza entre algas cerca de la playa, hay peces voladores en las calas…
Ballenas, tiburones y otros espectáculos
Si bien cada partida fue diferente en buena medida, varios coincidimos en ver algunos momentos espectaculares, como una ballena azul surgiendo del mar junto al Jackdaw para volver a sumergirse tras dar un salto espectacular, o ver cómo un tiburón devora a un buceador a escasos metros tuyos. Sin duda, contribuyen a dar una especial intensidad a momentos de otra forma anodinos.
El control del barco sigue en buena medida las bases que ya vimos en el capítulo anterior: la cámara se aleja para mostrar la proa y parte del velamen. Con el botón círculo (probamos la versión de PlayStation 4) reduces la velocidad o paras el barco, y si lo mantienes pulsado, sueltas el timón. Cuando lo haces, eres libre de hablar con alguien de la tripulación, ir al camarote del capitán o tirarte por la borda para nadar un rato, acercarte a un islote cercano, organizar una expedición ballenera o practicar submarinismo. Sí, submarinismo.
El primer objetivo de la demo es llegar hasta un pequeño islote virgen (Isla Abaco) para conseguir materiales que mejoren al personaje. En el menú de desarrollo vemos que puedes mejorar la vida de Kenway, las pistoleras o las bolsas que lleva.
Para las mejoras necesitas materiales que puedes conseguir tú mismo. En la islita apenas hay dos o tres especies de animales, pero varias iguanas y ocelotes son suficientes para aumentar la vida del personaje. Activando la vista de águila ves las posibles presas y estudias la manera de atraparlas. Los ocelotes son huidizos y rápidos, pero las iguanas son carne de cañón.
Después de diezmar la población del islote, Kenway vuelve al barco. No pudimos atracar, así que el Jackdaw esperaba a unos cuantos metros de la playa. En esta ocasión volvimos a nado y trepamos hasta la cubierta. En los enclaves más "civilizados" hay botes en las playas que te permiten volver automáticamente junto al timón de tu barco.
Cuestión de pistolas
En el camarote del capitán puedes mejorar sus características. En este caso mejoramos la salud y creamos una nueva pistolera. Con el avance de la demo te das cuenta de que en el mundo de la piratería marina del siglo XVIII que propone Ubisoft las apariencias son importantes, y un pirata mide su importancia, en parte, por la ristra de pistolas que lleve cruzadas sobre el pecho.
Con esta habilidad de llevar varias pistolas, puedes defenderte realizando disparos encadenados a los blancos que estén resaltados, que causan menos daño que un solo disparo, pero permiten interrumpir los ataques del enemigo.
El siguiente paso de la demo nos pide ir a Nasáu, y nos aporta una fecha, 1715, cuando el pirateo estaba en su mejor momento en el caribe (poco después los británicos establecieron una colonia civil y una base militar en la isla y se acabó en buena parte la vida pirata). Puedes recoger algunos náufragos por el camino (simplemente pulsando un botón al pasar por su lado), enfrentarte a algún barco e intentar abordarlo para hacerte con más recursos que sirvan para reparar tu barco o conseguir dinero, o ir directamente a atracar al Jackdaw en el puerto.
Con R1 activas el catalejo para ver más de cerca algo que hayas visto interesante en el mar, o la potencia de fuego de un barco enemigo, y estudiar si podrás incapacitarlo y abordarlo o te sale más a cuenta izar la mayor y poner agua por medio. La potencia del Jackdaw depende tanto de cómo hayas mejorado el barco como de la fortaleza de tu tripulación. Con el catalejo activado puedes mirar alrededor o acercar más la vista.
La pantalla táctil del DualShock 4 se centra en el mapa, que aparece al pulsarla. Puedes moverte por él con el stick o desplazando el dedo por la pantalla. Con dos dedos puedes alejarte o moverte al punto que te interese.
Cuando llegas a un enclave el juego te indica las atalayas que tienes para sincronizar, los contratos de asesino disponibles o que has realizado, los cofres, las partituras, los fragmentos del Animus y los secretos que hay en el sitio. Las partituras son como las páginas del diario de Franklin de Assassin´s Creed 3, y sirven para que tu tripulación aprenda nuevas canciones. En efecto, mientras estás en alta mar tus rudos hombres suelen cantar temas piratas –y, si no lo hacen, les puedes ordenar que canten-. Ampliar tu repertorio te ayudará a amenizar los ratos tras el timón y te ambientarán mejor en la vida de los piratas.
Nasáu, una población colorista y llena de actividad
Nasáu no tiene grandes edificios. De hecho, en la demo trepamos en varias ocasiones por algunos de ellos, pero dio la sensación de que la acción en las alturas no era relevante (desde luego, mucho menos que en Assassin´s Creed 2).
Lo que sí tiene la ciudad es una población inquieta y colorista, manteniendo las claves de la serie. Alejándote un poco de la playa podrás encontrar un esqueleto atravesado por un sable mientras en las calles la gente arregla sus asuntos cotidianos y las bailarinas esperan a que las contrates, para servir de distracción mientras a sus pies las ratas grandes como iguanas campan por sus respetos y algún gato blanco espera que lo acaricies.
Con ser bastantes las mejoras del protagonista humano, no tienen nada que envidiarle las previstas para su barco, ya sea en armas, protección frente a los ataques o arponeo (puedes matar ballenas, en aquella época era una actividad muy productiva y no tan mal considerada como hoy día).
Las mejoras para el Jackdaw se realizan –como las de Kenway- en el camarote del capitán o se compran en la capitanía del puerto de las ciudades, donde también puedes repararlo o cambiar el aspecto de la nave. Son muchas y variadas: mortero, barriles de fuego, reforzar los cañones ligeros, balas encadenadas. Todo ello irá sumando en las batallas navales la complejidad que muchos jugadores desearon ver en AC3.
En la demo pudimos vivir algunas de ellas y, pese a que no estaba demasiado desarrollado el barco, sí pudimos percibir la diferencia cuando instalamos alguna mejora del armamento, de forma que podíamos ir combinando los distintos ataques al barco enemigo. Promete ser uno de los puntos más interesantes del juego, confirmando que la sensación que dio al jugar AC3 de que se podía sacar mucho más jugo a estos enfrentamientos en alta mar es cierta.
Una de las misiones consiste en reclutar miembros para tu tripulación, ya sea en una taberna o ayudando a piratas en apuros (normalmente debido a encuentros con soldados). En cada uno de estos encuentros se van sumando varios hombres. A veces estos enfrentamientos se producen en zonas restringidas, como es habitual en la serie, y en estos casos Kenway se coloca una capucha que dificulta su identificación y le permite pasar inadvertido.
El sigilo parece que en esta ocasión tiene más importancia estratégica. No sólo cuando nadas puedes elegir entre hacerlo normal, rápido o con sigilo. En una de las misiones había que rescatar a un preso antes de que lo ahorcaran. Lo intentamos desde distintas opciones, pero el avance que dio mejor resultado fue el sigilo usando unos arbustos de forma que los soldados no pudieran encontrarnos fácilmente y atraer al encargado de activar el mecanismo del patíbulo.
Bajo el mar
En este punto decidimos pasar al otro capítulo disponible. No queremos revelar nada de la historia ni de los protagonistas, pero para cumplir una misión había que comprar un objeto que tendrá bastante importancia, la campana de buceo, como mejora para el barco. Gracias a ella podrás investigar "en pecios (barcos hundidos) y cenotes (depósitos de agua manantial)".
Una vez que tienes la campana en el Jackdaw y te haces a la mar, aparecerá un indicador en las zonas en las que puedas bucear. Así llegamos hasta los restos del San Ignacio. Una gran campana de hierro se sumerge, formando una burbuja de aire en su interior que sirve para que el buceador pueda renovar el aire de sus pulmones y estar más tiempo sin necesidad de subir a la superficie. Diversos barriles diseminados por la zona contienen pequeñas burbujas, pero en ellos sólo puedes hacer una pequeña pausa para respirar, mientras que en la campana Kenway puede estar un rato. Una barra en el centro superior de la pantalla indica el tiempo que tienes hasta que sea necesaria una nueva visita a la campana o un barril.
El tiempo que estés bajo el mar no te limitarás a nadar (con un control bastante bueno); cuando estés más tranquilo puedes meterte en una corriente submarina que te arrastrará un trecho y mientras estés bajo su influjo deberás tener cuidado evitando los objetos que estén en tu camino. Tratándose del Caribe, los tiburones serán otro de los peligros que te acechen en las profundidades y, aunque podemos acuchillarlos, parece que lo más sensato será ocultarse en la campana o el barco hundido que tengas cerca. Un enemigo inferior pero también molesto serán las medusas, que te dañarán al tocarlas.
Una app complementaria y gratuita
Además de la demo del juego pudimos conocer –aunque no probar- una app gratis que saldrá gratis para iOS y Android que complementa AC4. Tiene cuatro apartados; en el primero ves el mapa, para el caso de que no quieras para la acción y verlo en la televisión, o por si estás jugando con alguien al lado y la otra persona te guía. Puedes poner marcadores en este mapa y se actualiza la información al momento en el juego.
El segundo apartado muestra el boceto del mapa del tesoro. El tercero está dedicado a estadísticas como la progresión, los recursos que has usado o el tiempo que llevas jugando. El cuarto se centra en la información del juego: el Animus, la base de datos, los animales encontrados, los personajes que aparecen… para poder verlo también sin parar la acción.
El quinto apartado recuerda a La Hermandad, se trata de la flota de Kenway. Cuando capturas un barco puedes indultarlo del desguace y quedártelo. Después lo envías a cumplir distintas misiones que van saliendo. No los controlas pero sí decides qué misiones aceptas y a qué lugar del mundo envías a cada uno. Las misiones pueden durar varios días reales. Con este añadido podrás jugar a AC4 sin la consola. En Ubisoft afirman que incluso puedes unir tus fuerzas a las de otro jugador.
La serie continúa evolucionando
Dos años y medio lleva Ubisoft trabajando en este capítulo de una de las series más reputadas de la empresa. Por lo que hemos podido probar, Assassin´s Creed 4 se va alejando del parkour que caracterizó los primeros títulos y estableciendo un sigilo con características propias.
De aquel primer juego centrado en cumplir las misiones de la línea argumental ahora hemos pasado a un mundo en el que podrás pasar horas y horas sin retomar la misión principal: con las misiones de asesino que recojas en los palomares, cazando todo tipo de animales, visitando las decenas de islas diseminadas por el caribe, cazando tiburones o ballenas con su tripulación, o disfrutando del entretenimiento tan de moda de bucear (desde GTA V hasta la última expansión de Los Sims permiten las aventuras bajo el mar). El anodino Connor Kenway deja paso a su antepasado, un pirata con bastante más personalidad que se codea con Barbanegra y Calicó Jack Rackham.
Todo esto está pensado para que no te aburras en ningún momento. El rato más monótono podría ser la navegación, ya que parece que pasarás bastantes horas tras el timón, pero no tendrás respiro y cuando no estés esquivando arrecifes, atacando barcos o huyendo de enemigos, persiguiendo ballenas o rescatando náufragos (aunque puedes hacerlo incluso en plena batalla) te puedes encontrar con una ola gigantesca que tendrás que saber esquivar.