Cuando en la última edición de Nintendo Direct Satoru Shibata, presidente de Nintendo of Europe, anunció que esta misma semana tendríamos disponible para descargar una demo de Bravely Default: Where the Fairy Flies, consiguió alegrarnos el día a muchos de nosotros tras haberle estado siguiendo la pista desde que el juego se presentara por primera vez hace dos años. Por suerte para todos, a pesar de que apenas quedan tres semanas para que podamos hacernos con su versión europea, esta demostración jugable ha resultado ser un aperitivo perfecto de cara al próximo 6 de diciembre gracias a su sorprendente cantidad de contenidos, los cuales garantizan varias horas de juego.
A diferencia de la mayoría de demos que estamos habituados a jugar, aquí no nos sueltan en un momento concreto de la historia principal para que lo superemos. En vez de eso, nos plantean una especie de miniaventura independiente para que podamos explorar con calma todas sus posibilidades jugables y, de paso, desbloquear algunos objetos para la versión final.
Básicamente nuestro objetivo será ayudar a los habitantes de una ciudad con los encargos que nos manden. Estos son muy básicos y simplemente nos pedirán cosas como que recolectemos objetos, matemos ciertos enemigos o eliminemos a un jefe concreto. Por lo que hemos podido ver, resulta altamente recomendable seguirlos, ya que si dais rienda suelta a vuestras ansias de exploración acabaréis en sitios donde los enemigos os sacarán demasiado nivel.
Entrando ya en materia jugable, lo primero que destaca es el enorme clasicismo que desprende toda la demo. Bravely Default: Where the Fairy Flies es un juego de rol japonés que se ciñe a las normas más clásicas del género para ofrecernos una aventura como las de antes, de esas que tantísimo nos hicieron disfrutar en las épocas de 8, 16 y 32 bits. Combates aleatorios y por turnos, ciudades, un mapamundi para explorar, mazmorras y un sistema de clases heredado de algunas entregas de Final Fantasy.
Así pues, aquí no veréis a los enemigos moverse por el mapa, ya que estos os irán asaltando a medida que os mováis por él. Una vez comience un enfrentamiento, la pantalla se distorsionará y apareceréis en la pantalla de combate, con vuestro grupo a un lado y el de los rivales al otro. Los turnos no son de tiempo activo, así que podéis tomaros todo el tiempo que necesitéis para dar las órdenes que queráis a los cuatro protagonistas antes de que las acciones empiecen a tener lugar.
Lo realmente interesante de estas batallas y que les da un toque único, novedoso y diferenciador, es el sistema de "Brave" y "Default". Dominar estos dos comandos será básico para hacernos con la victoria en los enfrentamientos más complicados. Con el primero podremos realizar una acción extra a cambio de un BP menos y puede ser usado hasta tres veces por turno, permitiendo que los personajes lleguen a actuar cuatro veces por turno. Por otro lado, con Default haremos que nuestros personajes se pongan a la defensiva, reduciendo el daño que reciben y dándonos un BP extra.
Ahora bien, ¿qué son los BPs? Son unos puntos que determinarán si nuestro personaje puede actuar o no. Cada turno ganaremos uno y podremos acumular hasta tres. Acciones como "Brave" nos restan BPs, de forma que si por ejemplo nuestro personaje tiene cero y usamos este comando tres veces, al finalizar el turno tendrá puntos negativos, lo que le impedirá actuar hasta que vuelva a llegar a cero. Aunque mucho ojo, ya que los enemigos también cuentan con esta mecánica, por lo que conviene intentar bloquear cuando veamos que tienen varios puntos acumulados y puedan soltarnos algunos ataques seguidos, así como evitar lanzar nuestra máxima ofensiva cuando creamos que ellos van a hacer "Default".
Esto consigue que ya no solo tengamos que escoger con cuidado lo que queramos hacer, sino que también nos obliga a gestionar muy bien cada turno y el número de acciones que queremos realizar en cada uno de cara a los siguientes, lo que le da un toque estratégico e innovador muy bien recibido. Además, lejos de ser un añadido meramente anecdótico que podemos usar o no, ya en su dificultad normal (en la demo tenemos fácil, normal y difícil) nos daremos cuenta de que su uso se vuelve imprescindible si no queremos agonizar demasiado.
En cuanto al desarrollo de los personajes, estos tendrán dos niveles distintos: el de personaje y el de clase. El primero determinará el nivel base de nuestro héroe y el segundo su habilidad con la profesión que tenga equipada. Cada clase nos permitirá obtener diferentes habilidades, como la posibilidad de lanzar magias (las cuales tendremos que comprar previamente en una tienda).
Lo interesante es que siempre podemos tener equipada una clase de apoyo y varias habilidades pasivas, las cuales pueden provenir de otras profesiones que hayamos subido de nivel previamente. De esta forma se nos anima a subir varias clases por personaje para que podamos encontrar la combinación de profesiones y habilidades perfecta para el rol que queramos que cumplan. Y no son pocas posibilidades, ya que en la demo apenas hemos podido probar nueve clases de las más de 20 que tendrá la versión final.
Por otro lado, el uso del StreetPass parece ser que será muy importante, ya que nos permitirá reclutar amigos para que nos ayuden a mejorar las tiendas en menos tiempo. Además, si registramos a un amigo podremos invocarle en una batalla para que nos ayude con una poderosa técnica. Todo este sistema no lo hemos podido probar demasiado, ya que en la demo solo se puede registrar gente de forma local, aunque en la versión final se podrá hacer online.
Gráficamente se trata de un título realmente bonito y con un apartado artístico que nos dejará admirando ciertos paisajes, como el de la ciudad principal de la demo o los fondos de combate. Los personajes, a pesar de tener un estilo super deformed lucen bastante bien y cuentan con un buen acabado, así como de múltiples trajes según la clase que lleven equipada. Mención especial también al diseño de los monstruos y a los efectos gráficos que veremos al realizar técnicas y hechizos. En cuanto al efecto 3D, si bien tenemos que reconocer que el efecto de profundidad está muy bien conseguido, en nuestro caso la imagen se nos desdoblaba más de la cuenta, hasta el punto de que teníamos que regularlo para bajarle su intensidad o quitarlo directamente.
Del sonido sí que no podemos decir nada malo, ya que la banda sonora nos ha parecido simplemente perfecta, con temas muy variados, de muchísima calidad y que se adaptan como un guante a todo lo que vemos en pantalla. Destacar especialmente las melodías que escucharemos al combatir, muy animadas y dinámicas.
Bravely Default: Where the Fairy Flies puede que no sea el juego que esté recibiendo más atención en los medios o por la propia Nintendo, pero sin lugar a dudas tiene todas las papeletas para convertirse en el título que ponga la guinda final a un año sobresaliente para la portátil tridimensional. Una aventura cuya principal virtud radica en su apuesta por el rol japonés más clásico, algo que resulta muy refrescante viendo el panorama actual. Todavía nos quedan muchísimas cosas por ver sobre él para comprobar si la larga espera ha merecido realmente la pena, pero por lo visto hasta el momento, todo pinta realmente bien.