El género tower defense tuvo su momento cumbre hace ya unos años, pero todavía hay juegos que buscan mantenerlo con vida a base de una buena puesta al día. Uno de los mejores exponentes es Dillon's Dead-Heat Breakers, el tercer juego de una serie protagonizada por el armadillo Dillon, acompañado de su amigo Tapón. En los dos juegos anteriores Dillon era el protagonista absoluto y la acción se centraba en la defensa de las bases combinada con una conducción arcade (dirigiendo al propio armadillo que ejerce de vehículo), pero en esta ocasión el juego llega con importantes novedades que hacen que sea un juego mucho más variado, como hemos comprobado en las primeras fases del juego.
La más llamativa probablemente es que ahora el protagonista es nuestro mii, aunque no tal cual lo diseñamos en la consola, sino una versión animalizada que lo convierte en un "amiimal", y el papel de Dillon y Tapón es ayudarnos a salvar a nuestro pueblo de la invasión alienígena ya clásica en la serie, aunque en este caso estos enemigos llegan también con algunas características nuevas.
Un toque más cosmopolita y tecnológico
Aunque seguimos pudiendo reforzar las distintas bases, es caro hacerlo por la cantidad de materiales que hacen falta y la mejor manera de asegurarnos de que frenamos el avance extraterrestre que nos intenta quitar los manjus, el ganado del que viven los pueblos de la zona es asignar a bases y torres artilleros que las defiendan.
En este capítulo el juego mantiene el aire de Western pero con un toque más cosmopolita y tecnológico. Durante una parte del juego combatimos en los distintos pueblos que son atacados por las naves extraterrestres, y durante la otra parte estamos en la metrópolis en la que podemos ganar dinero con distintas actividades como ejercer de tendero o participar en las carreras, vender y comprar y contratar a artilleros para que nos ayuden en el siguiente asalto extraterrestre.
Es curioso que algunos de estos artilleros sean también amiimales que parten de los miis de los amigos que tengamos en la consola.
La selección de los candidatos debe combinar el dinero que tenemos con las capacidades de cada uno de los que están disponibles, ya que los hay que defienden mejor en las distancias cortas, otros a media distancia y otros atacan a distancia, y hay que disponerlos en las distintas bases y torres teniendo en cuenta sus capacidades. Por si tenemos dudas sobre cuál será el equipo más adecuado, Nintendo ha incluido un personaje que muestra por poco dinero las características de todos los artilleros disponibles y Tapón puede ayudarnos en la elección.
Después de cada enfrentamiento los artilleros consiguen puntos de experiencia en función de lo que hayan intervenido en el combate y podemos elegir a a uno para que vuelva a estar disponible ya que hay que contratar al equipo de artillero cada vez que salgamos de la ciudad a luchar. En cada pueblo hay un alcalde animal con personalidades muy curiosas que le da al juego un aire divertido.
Combatir primero a pie y luego a toda velocidad
Cuando ya hemos seleccionado al equipo y terminado en la ciudad es hora de pasar el testigo a Dillon y empezamos a controlar al relámpago bermejo mientras disponemos a los artilleros y recargamos las torres ya que los artilleros necesitan esta energía para disparar. Cuando aterrizan los enemigos hay que evitar que lleguen hasta los manjus. Como es habitual en la serie, hay que chocar con un enemigo para entrar en el modo de combate y acabar con los enemigos que haya en la zona. Si se trata de un jefe, debemos eliminarle antes de que supere una linea.
Cuando la batalla esté avanzada los monstruos rocosos se transformarán a modo corredor y habrá que perseguirlos y golpear contra ellos para eliminarlos -lo que el juego denomina "rallarlos" siempre estando muy pendientes de cuándo van a lanzar un ataque para poder esquivarlo y que Dillon no pierda parte de la vida. Dillon cobra velocidad pulsando el botón A unos instantes y soltando cuando la barra se vuelve naranja y utilizando chips de combate, que también sirven para realizar distintos ataques.
El amiimal puede defender una posición o ayudar a Dillon
En los enfrentamientos controlamos a Dillon, pero nuestro amiimal suele seguir la lucha muy de cerca, aunque el procedimiento se antoja algo complicado: elegimos al jugador en el mapa de la táctil y le indicamos un punto de destino o pedirle que se una a Dillon, aunque no podemos darle indicaciones si está luchando. Todo esto al mismo tiempo que controlamos a los enemigos que están atacando el mapa por distintas zonas a la vez. El menú contiene suficiente información, pero no es fácil descifrarla por el tamaño que tiene.
Estos primeros minutos en el juego demuestran que es variado aunque mantiene la tensión de los tower defense y la emoción de las carreras de persecución. Queda algo raro el utilizar un amiimal para luego pasar a controlar a Dillon cuando llega la hora de la acción, pero dado que Dillon es un personaje algo seco y poco hablador es agradable controlar a nuestro propio mii animalizado. Dentro de unos días ya contaremos en el análisis del juego si esta variedad en la jugabilidad hace que sea amena la partida y si va encajando mejor la dualidad entre nuestro amiimal y el relámpago bermejo.
Estas impresiones se han escrito después de haber probado el juego con un código de descarga facilitado por Nintendo.