Análisis de PulzAR (PSVITA)
La realidad aumentada es una característica actualmente infravalorada por los desarrolladores que posiblemente más veamos evolucionar en los próximos años. Tanto PS Vita como 3DS y los teléfonos inteligentes ya están preparados para este tipo de ocio gracias a sus cámaras, y aun así, hay pocos juegos que realmente sorprendan con ideas originales o dando una vuelta de tuerca inteligente a los géneros tradicionales. Por norma general, se trata de una función anecdótica para curiosidades como ver modelados 3D de personajes o vehículos de los juegos, y de vez en cuando, formando parte de un minijuego –Little Deviants, Frobisher Says!- sin más aspiración que llamar la atención.
Uno de los primeros intentos serios en PS Vita de fusionar juego y realidad lo hizo, desde el lanzamiento, Reality Fighters, un juego de Novarama que sin embargo nos gustó menos que su saga Invizimals de PSP por una sencilla razón: la realidad aumentada no aportaba nada positivo al aspecto jugable, que no dejaba de ser un título muy básico de lucha que palidecía ante un auténtico beat´em up.
Utilizar la realidad aumentada es como incluir funciones táctiles –o el control por movimientos en consolas domésticas- a un género clásico; si lo vas a hacer mal, mejor olvídate de experimentos extraños, porque en lugar de maquillar las carencias el resultado puede ser aún más caótico.
PulzAR es el último juego de PlayStation Network destinado a aprovechar esas tarjetas con símbolos incomprensibles para un humano pero que tu PS Vita sabe leer e interpretar. Existen varias opciones descargables que utilizan de alguna forma la tecnología AR –realidad aumentada- en la distribución digital de la consola, y el título que nos ocupa es uno de los más interesantes. Se trata de un juego de puzles con una idea que sonará a los aficionados a este género o incluso a los aventureros, pues recordamos verlo como parte integrada de pruebas en lanzamientos tan conocidos como Uncharted 2, Castlevania Lords of Shadow o God of War, en los que debes llevar un haz de luz rebotando en espejos hasta alcanzar un punto concreto del escenario para abrir, normalmente, la puerta que te permite continuar tu andadura. También forma parte de algunas de las salas de Portal 2 –que para nosotros, fue uno de los mejores juegos de 2011-, en concreto esas en las que debes mover bloques para dirigir un láser a un sensor. PulzAR en esencia se basa en esto, de una manera simple y efectiva, con un entorno de lo más creíble: tu realidad.
Sin una presentación elaborada, el juego comienza con un menú tridimensional que te muestra la selección de fases, no todas disponibles desde el primer momento. Un breve tutorial nos explicará el funcionamiento básico y el objetivo de toda esta historia, que no es otro que destruir un meteorito que está a punto de caer sobre tu cabeza. Apunta la parte trasera de PS Vita hacia el techo y verás un cielo estrellado con la enorme amenazante roca superpuesta en la habitación o donde quiera que te encuentres. La forma de evitar esta catástrofe es lanzar unos misiles que impactarán con él, y aquí es donde entras tú, conduciendo un láser a la plataforma de lanzamiento para que, tras una cuenta atrás, puedas ver cómo impacta con el asteroide, concluyendo la fase y pasando a la siguiente. Ni Bruce Willis en Armageddon lo haría mejor.
PulzAR nos pedirá utilizar las tarjetas de AR para señalizar la posición de diversos objetos, como la principal, que es la lanzadera y su sensor, o los reflectantes que deben guiar el láser a su meta. Mueve las cartas sobre la superficie, sea el suelo o una mesa, y estarás desplazando los objetos en tu pantalla, tan simple como eso. No hace falta decir que es cómodo y rápido, puedes ver la situación desde diferentes ángulos, es una de esas ocasiones en las que la realidad aumentada tiene utilidad y no es una mera curiosidad. Para girar los espejos debemos utilizar una de las palancas de PS Vita, y también podemos elegir la carta sobre la que interactuamos tocando la pantalla.
La idea, como decimos, no es especialmente novedosa, aunque sí su ejecución. Y sería un juego sencillo si no fuese porque entran en juego las estrellas, unos objetos de bonus esparcidos por el área de juego de manera peculiar. No es obligatorio que el láser pase por ellos, pero si lo haces, obtendrás este ítem en la fase –y más puntos-, y para desbloquear la siguiente categoría de pruebas debes llegar a un mínimo de estrellas recolectadas, así que si no las prestas atención en tu primera pasada, deberás repetir algunos retos más tarde. Por si fuera poco, hay un tiempo límite para el impacto del meteorito en cada ejercicio, metiéndote presión para que pienses y actúes rápido, caen lluvia de pequeños asteroides, hay un número de reflectores limitado –tus cinco cartas restantes-, obstáculos propios de cada nivel como paredes fijas con una posición relativa a la carta de la lanzadera y efectos secundarios en algunos paneles que por ejemplo cambian el color del láser o dividen su rayo en dos.
Como juego de realidad aumentada, es en este momento el mejor disponible en la portátil de Sony. Es divertido de por sí, no por el hecho de ver torretas sobre vídeo real –efecto que tiene gracia durante los primeros minutos-, hay con una curva de dificultad que siempre te plantea retos que puedes afrontar buscando todas las estrellas del escenario o no –tú marcas el grado de exigencia-, y es rejugable. Porque una vez resuelta una fase, la repetirás de una manera más rápida y limpia –usando menos reflectores-, aprovechando los tablones de récords online para competir con tus amigos. Las 25 misiones te llevarán unas cuantas horas de juego hasta que decidas que has exprimido todo lo que tiene que ofrecerte. Desde luego, no es Gravity Rush o Uncharted, pero si te gustan los puzles trigonométricos a lo Portal, seguro que te engancha tanto como cualquier superproducción más sonada.
En los puntos flojos, encontramos que ocasionalmente el juego tarda un poco en detectar una tarjeta o parpadean elementos colocados sin explicación, y que como otros títulos que se basan en esta tecnología –y esto no es un defecto exclusivo de PulzAR-, debes jugar en condiciones luminosas y sobre una superficie con un mínimo de espacio libre; dicho de otro modo, no vas a poder jugar tumbado o con poca luz. Nos habría gustado disponer de algún modo "sin tarjetas" para esas ocasiones en las que por alguna razón –por ejemplo, viajando- no es posible preparar una partida, pero entendemos que va en contra de una de las características más especiales del producto. De todas formas, esta es una de las mejores ideas de realidad aumentada que hemos visto, no es nada intrusiva y da un paso en la dirección correcta para atraer a los jugadores más tradicionales al uso de cartas en mundos virtuales.
La música electrónica se mantiene casi siempre en un segundo plano, aunque acompaña bien, y los gráficos son bastante simplones, en la línea de la mayoría de juegos que mezclan imagen real y ficticia. Si te acercas a las tarjetas verás que los objetos están modelados de manera decente, hay efectos curiosos de luces y sombras para integrar mejor los elementos virtuales en el fondo, pero en resumen, nada que te haga exclamar de asombro precisamente en el apartado gráfico. Salvando la definición, no tiene grandes diferencias con lo que podría mostrar una PSP, sin que esto sea algo muy negativo en PulzAR.
Conclusiones
PulzAR es el ejemplo perfecto de mejorar una idea interesante con nuevas características sin que el usuario sienta que han sido introducidas de manera forzosa. Como juego de puzles está algo limitado por el contenido, sus creadores lo han lanzado de una manera muy desangelada, sin apenas adornos de algún tipo ni modos extra como un multijugador cooperativo o competitivo, que habría alargado su vida. Es una pena esta falta de ambición porque podría resultar aún mucho más recomendable, y aun así, tenemos que admitir que no sólo es el mejor juego de realidad aumentada, también es un buen título de puzles con el que probar una de las funciones menos explotadas de las portátiles con cámara. Y todo a un precio difícil de ignorar, 1.99 euros.