Análisis de Grand Theft Auto: Chinatown Wars (PSP, iPhone, Android)
Por una de esas rocambolescas jugadas del destino, el espectacular juego de la aclamada Rockstar, Grand Theft Auto: Chinatown Wars, concebido originalmente para Nintendo DS, aparece de improviso en nuestras PSP. La verdad es que ya estábamos avisados: hace meses que Rockstar anunció que una de las grandes maravillas del catálogo de la portátil de Nintendo iba a ser convertida y remasterizada para poder ser disfrutada también por los usuarios de la portátil de Sony. Por lo visto, las escasas ventas del último producto de la saga GTA (algo incomprensible, dado el exitazo a nivel de crítica y público que tuvo el mismo) hicieron decantarse a la compañía por un título multiplataforma, en vez de ceñirse, como en un principio se había planteado, a un juego exclusivo para Nintendo DS.
La portátil de Sony cuenta ya en el haber de su catálogo con dos juegos excelentes de la saga GTA, siguiendo la estela de los títulos para Playstation 2 de la misma: Liberty City Stories y Vice City Stories. Ambos títulos se sitúan en marcos temporales muy cercanos a las entregas originales de los juegos GTA III y GTA: Vice City, respectivamente, aunque utilizando personajes y circunstancias un tanto diferentes a los de estos juegos. Era de esperar (o, al menos, los seguidores de la serie esperaban con impaciencia) que, en algún momento, la portátil de Sony viera un título basado en la ciudad que dio luz al excelso GTA: San Andreas... Pero, desgraciadamente, esto nunca llegó a ocurrir. En cambio, vemos hoy con Chinatown Wars cómo la historia transcurre en la ciudad que ya visitamos en uno de los títulos más valorados de la compañía: el magnífico GTA IV, para Xbox 360, Playstation 3 y PC.
Pero, curiosamente, la más moderna (al menos, en nuestra realidad temporal) de las Liberty City de la saga viene, para la ocasión, con un aspecto que nos recuerda (y nos provoca un agradable sentimiento de nostalgia a los seguidores más veteranos de la serie) al de las dos primeras entregas de la misma, aquellas que salieran para plataformas de ordenador y para la primera Playstation (curiosamente, y dentro del marco de las celebraciones y homenajes que hemos hecho estos días a la veterana Dreamcast, la segunda entrega de la serie GTA también tuvo aparición en el catálogo de dicha consola, aunque pasara un tanto desapercibida por aquél entonces).
La perspectiva cenital se había perdido en la serie desde la aparición del punto de inflexión a nivel jugable y técnico que supuso para el mundo de los videojuegos de acción el nacimiento de la tercera entrega de la serie GTA, al menos en las consolas domésticas (recordemos que apareció un GTA para la portátil Game Boy Advance allá por el 2004, el cual retomaba la perspectiva cenital de los orígenes de la saga). Con la salida de los dos títulos para PSP de la saga, las tres dimensiones y la cámara tras las espaldas de nuestro personaje pareció institucionalizarse por fin como signo característico de la serie... Por eso nos sorprendió tanto la aparición de Chinatown Wars en Nintendo DS. Y aún nos sigue sorprendiendo, a día de hoy, tras su edición para la portátil de Sony.
Un GTA que sorprenderá gratamente, si nos dejamos atrapar por él
Reducirnos a comentar que, comparado con los anteriores GTA aparecidos en la consola de Sony, Chinatown Wars resulta ridículo a nivel técnico, sería, a todas luces, quedarnos en un análisis superficial que no beneficiaría a nadie, y menos a los numerosos usuarios de PSP seguidores de la saga. Si bien es cierto que no deja de ser una versión mejorada y remasterizada (hasta cierto punto) de un juego de Nintendo DS, consola mucho inferior que la portátil de Sony a nivel técnico y sonoro, la última entrega de la saga GTA es una auténtica maravilla jugable, y sería una auténtica pena echar a perder la posibilidad de disfrutarlo por fin en nuestras PSP sólo por el hecho de que, técnicamente, no esté a la altura de lo que la consola está dispuesta a ofrecer. Por otra parte, si tenemos en cuenta que las mejoras y los cambios a nivel técnico son notables (aunque, recordemos, seguiremos teniendo una perspectiva cenital de la acción del juego) y, por otra parte, que el título viene con algunas misiones exclusivas y con una mayor (si cabe) variedad de contenidos jugables que en la versión para Nintendo DS, podemos decir que la valía de la adaptación para PSP es indudable, y que, probablemente, todos los usuarios de la consola aficionados al género de la acción lo agradecerán.
Las mejoras visuales quedan claras desde el primer momento: la Liberty City que viéramos en la edición de Nintendo DS en esta ocasión se verá totalmente en tres dimensiones, con un diseño arquitectónico loable (pese a que lo veremos desde arriba) y una gran belleza urbanística. Tanto vehículos como edificios han sido nuevamente diseñados para dar la mejor cara de la ciudad, aunque de nuevo encontraremos a unos modelos de personaje en dos dimensiones, dibujados, literalmente, sobre los escenarios tridimensionales. Esto, sin duda, podría haberse evitado, según muchos, aunque ciertamente le da un toque de aire fresco a la experiencia jugable a la que nos había acostumbrado la serie. Los modelos, en este caso, son de mayor tamaño que en la versión de DS, por lo que podremos verlos con una mejor definición, así como distinguirlos un poco mejor unos de otros. Por otro lado, el repertorio de animaciones con las que cuentan, pese a las limitaciones de diseño, es sorprendentemente grande.
El tamaño de la pantalla de nuestras PSP ha sido una de las bazas con las que mejor han jugado los chicos de Rockstar Leeds (estudio encargado de desarrollar también las anteriores entregas de la saga para la portátil de Sony), ya que para la ocasión nos ofrecen un mayor campo de visión y una mayor definición en todos los aspectos. No sólo se nos permite un mayor campo de visión, el cual nos permitirá reaccionar con un poco más de previsión al conducir por las innumerables carreteras de la ciudad a toda velocidad, sino que, además, se ha vuelto a añadir el clásico GPS de la esquina inferior izquierda de la pantalla. El GPS se veía, junto a todos los elementos de la PDA de nuestro personaje, originalmente en la pantalla inferior de la consola de Nintendo, e interactuábamos con ellos a través de la pantalla táctil de la misma. En esta ocasión, no tendremos doble pantalla, y mucho menos posibilidades de interacción táctil, pero de nuevo los de Rockstar han salido muy bien parados del paso.
El GPS, ya lo hemos dicho, ha vuelto a su posición original en la pantalla principal de juego, aunque también podremos desconectarlo y dedicarnos a explorar la ciudad sin ayuda ni asistencia alguna. La PDA, por el contrario, ha sido rediseñada y convertida en un extenso menú de aplicaciones dentro del mismo juego a las cuales podremos acceder presionando el botón Start en cualquier momento. La verdad es que la interfaz de la PDA ha sido notablemente diseñada, y da totalmente el pego. De hecho, nos dará la sensación de estar interactuando con un una interfaz real de una agenda electrónica con conexión a internet al uso, dado que también recibiremos correos electrónicos de muchos de los personajes secundarios de nuestra aventura, ofreciéndonos misiones, trabajos temporales y alternativos, así como todo tipo de extorsiones y negocios.
Apartado técnico
A nivel gráfico, se nota el cuidado de la compañía para adaptar lo mejor posible el original de Nintendo DS a las capacidades netamente superiores de la portátil de Sony. El mejorado notable de las texturas de los escenarios y objetos, así como la tridimensionalidad del entorno, son los aspectos más relevantes del cambio. Pero veremos también como las luces dan una mayor multiplicidad de ambientes, pasando notablemente por los cambios de luz durante los ciclos del día y la noche, por ejemplo, aspecto que en el título original apenas era perceptible. Por otro lado, los juegos de luces y sombras han sido mejor conseguidos, aunque se echa de menos un mayor detalle en este aspecto durante las largas noches en Liberty City, dado que las luces de farolas y vehículos no proyectarán sobre los objetos o edificios cercanos.
Por otra parte, una cosa que se echa de menos es un mayor cuidado en el desarrollo de las escenas cinemáticas que presentan cada una de las misiones del juego. Se entiende que las escenas introductorias en Nintendo DS se realizaran a base de capturas estáticas de los diferentes personajes pasando por delante de nosotros como si de las viñetas de un cómic se tratase, dadas las limitaciones técnicas de la consola. Pero en esta ocasión estamos hablando de la PSP, y para ella estas imágenes estáticas (aún en mayor tamaño y definición) saben a poco.
En lo que respecta al apartado sonoro, cabe mentar que ha aumentado la variedad de emisoras de radio que podremos escuchar en los diferentes vehículos con los que nos hagamos (los cuales superan el centenar, entre modelos de coches, motocicletas, vehículos militares, barcos o aviones), incluyendo incluso una emisora que retransmitirá únicamente música tradicional japonesa (haciendo honor a la nacionalidad de nuestro protagonista). Como contrapartida, se echan de menos los comentaristas de las emisoras, que sí pudimos escuchar en el resto de entregas para PSP y que no se han recuperado en esta reedición del título, así como no oiremos voces ni anuncios entre canción y canción.
Tampoco es que el repertorio de canciones sea extremadamente variado, ni tampoco excelso en su calidad: la música del juego no contará con ningún tema licenciado, y los temas que podremos oír en las radios del juego no dejan de ser sintonías y mezcolanzas de estilos machaconas y carentes de la personalidad de muchos de los temas que componían las bandas sonoras de las anteriores entregas de la serie. Seguimos diciendo que esto, hasta cierto punto, en la Nintendo DS era comprensible, pero podría haberse trabajado más para la presente edición de PSP. De la misma manera, la casi total ausencia de voces (aparte de alguna expresión de algún peatón cabreado) en el juego nos deja con un cierto regustillo amargo en la boca: ciertamente, el aspecto sonoro podría haber sido mucho mejor tratado, tratándose de una adaptación a una consola del potencial de la PSP.
Cambios en la jugabilidad
Necesariamente, los cambios en el sistema de juego se han producido, dado que la PSP no tiene las posibilidades táctiles ni la doble pantalla de la portátil de Nintendo. Para la ocasión, ha cambiado la interfaz de la PDA, como ya hemos comentado, y el transcurso de los diferentes minijuegos en los cuales nos introducíamos cada vez que nuestro personaje realizaba determinadas acciones dentro de la historia, como podían ser robar un coche, hacer cócteles molotov o registrar contenedores de basura por toda la ciudad en busca de armas y munición. Estos minijuegos, los cuales se realizaban originalmente a través de la pantalla táctil de la consola, para la ocasión se han resuelto como eventos interactivos de fácil solución a través de los botones y el mando analógico de nuestra PSP. La verdad es que hemos salido perdiendo con el cambio, ya que no resultan tan atractivos como lo eran en el juego original, y la dosis de dificultad o habilidad que aquéllos entrañaban no resulta, a efectos prácticos, igual. A resultas de ello, la experiencia de juegos en estos mini-eventos no representa ningún reto para el jugador.
Eso sí, el concepto jugable del juego original se ha mantenido con todas sus consecuencias: nos encontraremos, de nuevo, con un juego que propone muchísimas misiones en la aventura principal, aunque de muy corta duración (un formato pensado, ciertamente, para poder ser llevado a cualquier lugar, incluso en aquéllos que sólo nos permitan partidas rápidas e intermitentes, como la cola del cine, los viajes en autobús o un descanso entre clase y clase en nuestro centro de estudios...), así como infinidad de eventos y misiones secundarias de todo tipo: trapicheos y negociaciones con camellos de toda condición, con un registro de nuestras compras y ventas al detalle e incluso estudios sobre nuestras estadísticas de mercado; podremos hacer de taxistas, bomberos, conductores de ambulancia, asesinos, extorsionadores, corredores de fondo en carreras ilegales por toda la ciudad... Así como otras acciones que nos permitirán acceder, después de muchas, muchas horas de juego, al esperado cien por cien de compleción: destruir todas las cámaras de seguridad del extenso mapa de Liberty City, encontrar objetos ocultos, etc. Sin duda, lo mejor de las últimas entregas de la saga GTA, pero ahora en un formato auténticamente portátil, mucho más ligero en cuanto a tamaño y a concepto de juego, aunque no por ello menos divertido y completo.
Por último, cabe mencionar que los modos de juego multijugador de la versión original para la portátil de doble pantalla se han mantenido aquí, aunque lamentablemente no se ha pensado en mejorar la experiencia en este sentido llevando las partidas multijugador a internet, lo que podría haber sido una mejora muy importante en el sistema general de juego. Por el contrario, se mantienen las partidas locales en los seis modos de juego que ya viéramos en la versión de Nintendo DS: Carreras individual; Temporada; Coge el alijo y corre, en el cual deberemos de robar una furgoneta y entregarla en nuestra guarida, mientras evitamos a nuestros oponentes que, curiosamente, también quieren la misma furgoneta; Defender la base, donde deberemos de formar un equipo de combatientes para defender nuestra guarida de múltiples oleadas de enemigos controlados por la máquina; Superviviente de Liberty City, en el que nos enfrentaremos en un combate de todos contra todos, en el que la policía también estará en contra nuestra; y Pandilla, donde deberemos de combatir por equipos unos contra otros.
Conclusiones
Las guerras de las Tríadas de Liberty City han llegado a nuestra PSP dispuestas a seguir la estela de la entrega original de la portátil de Nintendo. Si bien podrían haberse pulido un mayor número de detalles, ya que se hacía la conversión a una máquina más potente, a nivel gráfico y sonoro respecto a la edición original, la jugabilidad y narrativa del juego se conserva casi idéntica, con resultados ciertamente excelentes, otorgando a los usuarios de PSP la posibilidad de disfrutar dentro del catálogo de la portátil de uno de los juegos de acción más divertidos y adictivos de la temporada.