Análisis de WWE All Stars (PS3, PSP, Wii, NDS, Xbox 360)
Era lógico que la lucha libre de la WWE no se perdiese su cita anual con los videojuegos, pues el título sigue siendo muy rentable, sobre todo en el mercado estadounidense, donde suma la mayor parte de sus ventas dada la popularidad de ese espectáculo deportivo, y sumó a finales del año pasado su ineludible entrega de Smackdown vs. Raw, que es fiel a la simulación. Sin embargo, en esta ocasión -y pasados solo unos meses- han decidido apostar por reunir a grandes personajes de la historia de esta competición junto a las actuales estrellas, una idea que más o menos ya vimos en Legends of WrestleMania, un título de 2009.
Con WWE All Stars nos encontramos un juego que apuesta por esos personajes clásicos y un estilo visual mucho más cercano al cómic pero, sobre todo, con una calidad superior a la del título citado.
El giro estético es acertado, le da un toque desenfadado que le viene muy bien y, sobre todo, evita el eterno problema de esta saga con las texturas de la piel tan "de plástico", algo muy evidente con los brillos y efectos de luz en general.
Se refuerza su carácter arcade, ya de por sí muy marcado, con treinta personajes diferentes que recorren la historia de la WWE, de manera que nos encontramos con personajes que van desde Mr. Perfect o Hulk Hogan hasta Triple H y Randy Orton. Sin embargo, hay que tener en cuenta que buena parte de la plantilla ya ha aparecido de una forma u otra en los anteriores títulos de la serie, pero puesto que apuesta por esa jugabilidad arcade frente al estilo más de simulación que la saga Smackdown vs. Raw las pretensiones son diferentes, y el público al que puede convencer, también.
La manera más simple de comprender cómo es el juego en relación a esa saga habitual de Smackdown vs. Raw es que podemos entender que ese es como ver un combate por la tele, pero el que ahora nos ocupa es como ver un capítulo de una serie de animación basada en esas luchas. El diseño, por ejemplo, apuesta por los cuerpos con proporciones en las que se exagera la musculatura del torso pero también las manos y brazos en general, lo que les da un toque desenfadado sin que la deformación sea abusiva. Como decimos, nos recuerda a ciertos estilos de cómic, y creemos que puede resultar atractivo para mucha gente.
Su propuesta arcade no ha hecho que se descuiden los movimientos, y los personajes cuentan con sus llaves y acciones más características, apostando siempre por lo espectacular y lo más exagerado. Vamos, que si en la simulación haces una llave y levantas al rival por los aires, aquí directamente lo lanzas bien alto. Es decir, no pretende ser realista, pero tampoco busca alejarse en extremo de la representación de la lucha libre que adapta. Las llaves son más espectaculares, y los golpes devastadores, pues se busca cierta hipérbole, pero sigue siendo lucha libre y no un combate de Dragon Ball. Un buen ejemplo lo podemos encontrar en el personaje de Rey Mysterio, que no tiene la presencia física de otros mostrencos, pero sí es ágil y rápido; eso hace que en este título dé un saltos que asustan, sobre todo cuando va a hacer los movimientos característicos.
En este sentido, WWE All Stars es un título impactante con mucho encanto visual, y nos gusta su línea desenfadada, que lo hace más divertido de ver. De hecho, algunos movimientos son tan plásticos que bien vale la pena dominar el control de los luchadores para hacer esos ataques que son tan efectivos como impactantes. De hecho, la jugabilidad está bastante bien nivelada, y nos da grandes opciones de juego con las posibilidades que nos ofrece, pero el control, sin embargo, no cumple con lo que uno puede esperar.
Si el juego realmente busca ofrecer una experiencia tan arcade como promete su espectacularidad y estilo, el control debe ser accesible, responder bien y rápido, etc. Pero no es así. Lo hemos encontrado algo tosco, pero, sobre todo, innecesariamente complicado. Es decir, si estamos habituados al género de lucha en sí mismo, y a la serie WWE en particular, no reviste ninguna complejidad, pero es que no parece haberse hecho un esfuerzo real por cambiar el sistema de control sustancialmente desde la vertiente de simulación hasta la arcade, así que el resultado es un tanto extraño. Si lo miramos desde el otro lado, hay parámetros a tener en cuenta, resulta exigente en ciertos aspectos, y al final es gratificante dominarlo. Por eso las sensaciones que produce en su control no parece que vayan a dejar a nadie indiferente.
Otro factor a tener en cuenta es que por sus características físicas y movimientos nos encontramos con cuatro grupos principales que, a su vez, conforman dos grandes tipos: los brutos y los ágiles. Sin embargo, el juego carece de tutoriales que enseñen cuáles son las diferencias en el control, sus habilidades principales, etc., y estaría bien poder dominar esos aspectos básicos, o al menos tener buena información sobre estos asuntos. Sobre todo porque, una vez más, se supone que es un arcade y la gente quiere acción directa. Un sistema guiado, una progresión adecuada en el modo principal, e ir abriéndose, así, poco a poco ante los jugadores es su gran asignatura pendiente.
No es que el juego vaya escaso de modos de juego, pero desde luego a WWE All Stars le falta ser amigable y conseguir ofrecer ese tipo de diversión directa sin olvidarse de la profundidad que, sin duda, está muy presente en el juego. Hay un modo de combates imposibles predefinidos, con quince por superar, en los que nos encontramos luchas especiales como Mr. Perfect contra Miz, cada uno con un título especial como gran recompensa. Hay también un modo más cercano a la historia tradicional, con tres tandas de diez combates por superar en los que vamos progresando hasta enfrentarnos a los grandes "jefes finales": Orton, Undertaker y DX. Incluye una opción de lucha por equipos en este mismo modo, pero por raro que parezca… no permite multijugador. Se complementa con la creación de personajes personalizados, y combates libres con muchas reglas a escoger, además de, claro, los combates multijugador en línea, aunque resulta algo escaso de opciones en este sentido, sobre todo si lo comparamos con otros juegos actuales.
El campo técnico está bien resuelto, pero visualmente es mejor lo artístico. Es relativamente fácil ver algunos tiempos de carga un tanto exagerados, que cortan el ritmo de las partidas, con interpretaciones normales, tanto por los luchadores como por la locución de los combates, que cumplen con lo que se espera junto a una banda sonora también competente, pero sin grandes pretensiones en realidad.
Conclusiones
Su aspecto visual promete ser desenfadado, divertido, entretenido y directo. Y es muchas cosas, pero no directo, algo extraño si tenemos en cuenta que pretende ser un arcade, y, de hecho, lo es. WWE All Stars no se ha planteado bien su control ni su accesibilidad, pero es un juego divertido, sobre todo si nos gusta la lucha libre, que tiene que mejorar también en la propuesta en línea.