Análisis de Scarygirl PSN (PS3, PC, Xbox 360)
Internet es, ahora más que nunca, un foro público que reclama, apoya y brinda la oportunidad de presentar los más variados contenidos, proyectos o creaciones. Si tienes una buena idea, y encima recibe el apoyo del respetable, la repercusión de tu obra está prácticamente garantizada. También es cierto que un arma de doble filo, pero la mayoría de las veces, funciona. Uno de los últimos fenómenos vistos en la red de redes es Scarygirl, una idea nacida bajo el sello creativo de Nathan Jurevicius, un artista y diseñador australiano, que ha sido capaz de dar a luz un personaje tan carismático y atrayente para el público, que sus aventuras ya se pueden encontrar bajo cualquier tipo de formato y soporte (videojuegos para navegador, cómics e incluso una película de futuro estreno).
Ahora, tras visitar las más variadas ramas del entretenimiento, y tras conquistar a medio globo con su carismático aspecto, Scarygirl da el salto a las consolas de sobremesa en una aventura que mezcla las plataformas y la acción bajo el sello de Square Enix.
Un estilo y un mundo muy particular
Scarygirl adolece a esa reciente moda (aunque realmente Tim Burton lleva practicándolo desde hace más de una década) de crear personajes y figuras infantiles con aspecto un tanto desconcertante. Lo cierto es que la mezcla entre lo terrorífico y lo dulce funciona, consiguiendo atraer a públicos de diferentes edades, que se sienten identificados con los protagonistas. Scarygirl para Xbox Live Arcade o PSN, comienza como si de un cuento se tratase, relatándonos la noche en la que la protagonista, fue abandonada a su suerte bajo las ramas de un árbol. Sin mediar palabra, un enorme y simpático pulpo llamado Blíster, le buscó unos ropajes de pirata sacados desde el mismo fondo del mar y la vistió, y le procuró refugio.
Durante un tiempo, ambos fueron conociéndose y divirtiéndose, pero un día, la joven Scarygirl recibió una extraña visita en sueños. Una imagen de un hombre con barbas, le perseguía y atormentaba cada vez que dormía. Así pues, decidió acudir a la ayuda de su amigo, Bunniguru, un conejo vidente y experto en las artes marciales. El conejo, en uno de sus viajes astrales, le comenta la necesidad imperiosa de salir a la aventura para encontrar el significado de esta cara relacionada con su anterior vida y poner fin a su incertidumbre.
El juego arranca de una manera cuidada y pausada (especial atención merece la narración en off de la introducción arriba descrita, con traducción de textos en castellano), preparándonos y sumergiéndonos en el especial y carismático universo en el que vive Scarygirl. Una vez se nos pone en situación, Scarygirl se presenta como un juego de plataformas y acción de mercado carácter clásico, apoyándose en un apartado gráfico que anda a medio camino entre las tres dimensiones y el desarrollo lateral en 2D y aderezado con sencillos puzles. La fórmula es harto conocida por todos, y eso juega tanto a su favor como en su contra. ¿Por qué? Pues pese a que es cierto que su desarrollo facilita que muchos jugadores no tengan que aprender mecánicas complicadas a la hora de jugar, la gran mayoría de los mismos, se verán poco atraídos ante un sistema de juego que ha sido repetido hasta la saciedad desde hace años.
Desde el primer momento en el que tomamos los mandos de la niña de divertido aspecto diabólico, veremos que el sistema de control es básico a más no poder. Siguiendo los patrones de los juegos de plataformas, tendremos un botón para saltar, otro para realizar ataques básicos y otro para golpear de forma un poco más fuerte con su brazo tentáculo, que para más información, también puede agarrar (a cualquier enemigo, rama o saliente) utilizando uno de los gatillos. Scarygirl salta, pero también puede mantenerse en el aire flotando utilizando dicho tentáculo, lo que nos ayudará bastante a la hora de saltar entre plataformas muy distantes o en el momento de conseguir cualquiera de las cientos de gemas repartidas por el escenario.
El componente del plataformas en dos dimensiones está presente, pero quizás, y en muchos más momentos de los esperados, Scarygirl aboga más por el combate contra los constantes enemigos que por el "salto puro y duro". Y es que nuestra protagonista se defiende realmente bien contra las oleadas de erizos ciclópeos o contra los retorcidos y extraños búhos nocturnos del bosque. Gracias al citado brazo, Scarygirl podrá agarrar a estas criaturas y lanzarlas, golpearlas o enviarlas lo más lejos posible. Conforme vayamos ganando combates, y avancemos en la aventura, Scarygirl conseguirá desbloquear nuevas habilidades y combos, algo esencial para los poderosos y múltiples enemigos de los últimos niveles o en los jefes finales (algunos de ellos bastante complicados). El título admite la incursión de otro jugador extra para disfrutar de la aventura en cooperativo y así acompañar a Scarygirl en su devenir místico. Si decidimos optar por jugar con un amigo (siempre en la misma consola, nada de multijugador en red), el segundo mando adoptará el rol del conejo gurú, que contará con su propio plantel de movimientos, ataques y controles. Esto aporta algo de variedad, aunque no demasiada.
El desarrollo jugable del juego, que podrá recordar claramente a títulos como Klonoa o Tombi (ambos excelentes), no atesora demasiados momentos memorables más allá de la casi perfecta ambientación o la excelente recreación artística en tres dimensiones del universo de la obra de Nathan Jurevicius. Y es que, aunque pueda ser un juego de descarga, Scarygirl tiene un más cuidado apartado gráfico, que se desvive por ofrecernos un mundo retorcido, extraño y variado, a la par que amable, divertido y un tanto irónico. Tanto la perspectiva como el uso de los ángulos de cámara recordarán al citado juego de Namco, con varios movimientos predefinidos que brindarán la oportunidad de asombrar al jugador en algunas de las fases. Todo un despliegue creativo digno de ser remarcado. Puede que, como indican algunos fanáticos de Scarygirl, la inclusión de las tres dimensiones como base técnica no terminen de encajar con determinados elementos visuales del conglomerado artístico que atesora la franquicia, pero no se nos ocurre una mejor forma de adaptarlo dado el ejemplo jugable (pseudo plataformas en 2.5D) en el que se han basado. Lo que nos lleva de nuevo, a la premisa que comentábamos más atrás en el análisis.
Conclusiones finales
En el fondo, Scarygirl y su desarrolladora, TikGames ha premiado la accesibilidad por encima de todo, y aunque eso es realmente bueno en según qué circunstancias, quizás no habría estado de más hacer acopio de algunas características distintivas que lo hicieran un juego diferente (algo que era realmente fácil, dado la especial naturaleza del personaje protagonista y el mundo con el que interactúa). El título presenta un estilo gráfico más que decente y un diseño llamativo, diferente y consecuente con la obra original. ¿Es recomendable? Sin lugar a dudas. Scarygirl, pese a ser un juego común y poco original en su desarrollo y su control, ofrece una buena duración, un modo cooperativo y un apartado visual único.