Análisis de South of Midnight: Una aventura de acción con un bonito mensaje que merece la pena jugar al menos una vez (PC, Xbox Series X)

El concepto detrás de South of Midnight es simplemente impresionante. Su representación del folklore del Deep South de Estados Unidos es una auténtica maravilla y el mejor motivo para disfrutar de esta aventura narrativa. El equipo de desarrollo invirtió mucho tiempo y esfuerzo en captar la esencia de los estados de Luisiana, Florida, Alabama, Misisipi… para crear un mundo basado en el realismo mágico de las leyendas que han ido circulando por la zona durante años, con monstruos que representan los mayores temores del ser humano.
El enfrentamiento contra estos monstruos mientras suenan melodías cantadas por varios intérpretes es una auténtica genialidad, porque al tiempo que jugamos se nos cuentan sus trágicas historias. Los escenarios te trasladan a mundos fantásticos basados en la realidad, descubriendo lo desconocido mientras ayudamos a la protagonista a encontrar a su madre. Hay una fuerza invisible que te arrastra de forma irremediable a acabar el título de Compulsion Games (autores de Contrast y We Happy Few), porque es único, y por eso mismo es una auténtica pena que lo puramente jugable no haya contribuido a llevar la idea hasta la excelencia que merecía.

Una historia sobre los mitos sureños de Estados Unidos
South of Midnight es un juego de claroscuros en su jugabilidad, pero más por ejecución que por planteamiento. Es un juego de aventura y acción con una buena combinación de elementos. Tenemos importantes partes de avance y exploración en entornos semiabiertos, con caminos prefijados pero otros que nos llevan a coleccionables, muy del estilo de los últimos God of War.
También contiene frecuentes enfrentamientos hack ‘n slash, con una acción muy basada en combinaciones de golpes que recuerdan a Bayonetta. También algo de plataformeo, que sin ser lo más destacado, aporta un toque de distinción y variedad.
No obstante, el título de Compulsion Games, más allá de la forma de construir su mundo y personajes (que es, recalcamos, sobresaliente), no consigue destacar en ningún otro aspecto. Su jugabilidad es muy genérica y rara vez sorprende. Los combates funcionan, proponen cantidad de combos y nuevas técnicas que puedes ir incorporando a tu repertorio. Sin embargo, la variedad de enemigos es muy pobre y la acción acaba haciéndose muy monótona. Al final, acabas sintiendo que el combate se convierte en un trámite a completar para seguir avanzando y así comprobar qué es lo siguiente que va a ocurrir.

Puedes escoger entre distintos niveles de dificultad, y en ocasiones puedes percibir algo de desafío, pero el objetivo del juego no es precisamente ponerte las cosas complicadas, con checkpoints bastante frecuentes y la posibilidad de recuperar vida en mitad de la contienda. Tienes varias acciones a desbloquear a medida que obtienes puntos de habilidad, lo cual otorga algo de profundidad, pero no lo suficiente como para sustentar un sistema de combate simple y que en ocasiones muestra sus costuras, con un sistema de fijación de objetivo no demasiado depurado.
Hay partes de plataformeo en que se nos apremia a realizar saltos dobles ajustados, deslizarnos a través de paredes y aprovechar corrientes mediante la capacidad de nuestra protagonista para planear en el aire. Pero, otra vez, el ajuste en términos jugables es irregular, con retos poco estimulantes y precisos que realmente solo podría decirse que se ponen medianamente interesantes hacia el final de la aventura. Tienes la sensación de que estas partes plataformeras basan su existencia en llevarnos simplemente de un punto a otro mientras contemplamos los impresionantes escenarios.

Porque ahí sí que South of Midnight es una auténtica barbaridad. El estudio de Compulsion Games viajó a los estados sureños de EEUU para empaparse de su esencia y trasladarla al videojuego. El director creativo, David Sears, desveló que le encantaban las historias ocultas de estos lugares, y tienes realmente esa sensación de misterio mientras juegas. Viajar con Hazel supone conocer sus secretos familiares, pero sobre todo empatizar con los monstruos a que nos enfrentamos, que en realidad poseen historias muy humanas relacionadas con temas universales.
Nuestra propia protagonista es una metáfora del mensaje que se quiere transmitir. Se trata de una tejedora, y con sus habilidades debe reparar el daño infligido a estas místicas criaturas, todas ellas consumidas por eventos traumáticos. Es un viaje de redención, que pone relieve en el acto de empatizar con los demás, de descubrir que detrás de cada acción existe una motivación. La forma de tratar esta temática resulta sobresaliente, y supone un fuerte hilo conductor. Se trata sin duda del gran acierto de este videojuego, que simplemente deberías jugar si te atrae su trasfondo narrativo.

Más allá de ello, no encontrarás demasiadas sorpresas en lo jugable. Tal vez algún momento puntual, como lanzar a una especie de mascota para manejarla a distancia y resolver algún que otro puzle. También situaciones especiales con jefes, aunque tampoco son muy frecuentes ni siempre están bien resueltos. Aparte, hay aspectos de diseño que flaquean, con una exploración algo encorsetada que parece de otra época, así como no pocos errores de programación durante nuestras pruebas (el juego se nos quedó colgado en un par de ocasiones y experimentamos tirones bastante inexplicables).
Artísticamente es un juego que impresiona, pero que gráficamente no le va a la zaga. Es una producción AA pero eso no justifica que el título se haya quedado tan a medias en lo tecnológico. La belleza conceptual está fuera de toda duda, y viendo solo las imágenes te das cuenta de que hay buenas intenciones a la hora de plasmar la esencia sureña. Sin embargo, el detalle brilla por su ausencia, con baja definición en los modelados y falta de detalle en general.

La decisión de que las animaciones sigan la técnica stop-motion es controvertida, con resultados que aunque en ocasiones tienen sentido (sobre todo en cinemáticas), en otros casos no se entienden y provocan la sensación de que el juego no va fluido. Creemos que los desarrolladores de Compulsion Games se dieron cuenta de ello y por eso es posible desactivar el efecto (solo para las partes jugables) desde el menú de opciones. Nosotros hemos jugado la mayor parte del tiempo sin el stop-motion activado, porque además creemos que la suavidad en las animaciones es algo fundamental en un título que posee un elevado grado de acción.
Las canciones narrativas de South of Midnight
Si hay un aspecto que no merece ninguna crítica es el apartado sonoro: las melodías son simplemente preciosas y se integran en la jugabilidad con una sensibilidad que pocas veces habíamos visto en un videojuego. No exageramos al afirmar que South of Midnight merece ser jugado solo por las partes de la aventura en que suenan estos ritmos muy apoyados en la guitarra, cantantes y coros, que nos narran las historias detrás de los mitos sureños mientras corremos, saltamos y luchamos. Esto tiene un increíble valor y los desarrolladores (y más en particular el compositor Olivier Deriviere, de los juegos de A Plague Tale) merecen ser reconocidos por haber hecho algo con tanta creatividad y talento.

Tal vez hemos echado de menos subtítulos para la letra de estos temas musicales, porque si no dominas el inglés te perderás parte de la magia de estas secciones jugables. Aún así, el resto del juego está correctamente traducido al español, con unas interpretaciones en inglés bastante competentes. Siendo un juego en que la historia es tan importante, hubiese sido un detalle que viniera doblado a nuestro idioma, pero en general la trama se sigue bien y además en el menú de pausa tienes acceso a abundante información sobre el trasfondo narrativo, incluyendo documentos perdidos por el escenario y que puedes consultar en cualquier momento.
La duración no está nada mal, y nos ha costado superarlo unas 10-12 horas, siendo una horquilla de tiempo que no admite demasiadas alteraciones debido al carácter lineal del videojuego. Puedes rejugar los distintos capítulos para encontrar todo lo que te has dejado por el camino, o también optar por una dificultad más elevada, pero está orientado a contarte una historia, darte un mensaje y dejarte con la sensación de haber vivido una aventura irrepetible y bastante original.

La pregunta que te harás es: ¿debería jugarlo? Si te gustan las aventuras narrativas, creemos que sí. Su jugabilidad es algo genérica y poco depurada, con propuestas interesantes pero no demasiado originales (más allá de la forma), además de un reto poco ajustado. Su acabado también es irregular, con un apartado artístico increíble pero gráficamente mejorable y con no pocos desajustes en términos de programación. No obstante, algo tiene cuando acabas el juego y corres a teclear "deep south myths" en el buscador para conocer si lo que te han contado se basa mínimamente en la realidad.
Solo por ese ejercicio de investigación y de haberte expuesto los mitos sureños, a través de una historia sobre las cosas que realmente importan, y con una banda sonora que acabarás tarareando, es posible que merezca la pena sumergirse en South of Midnight. Un juego son luces y sombras, sin duda, pero con más luces al fin y al cabo.
Hemos realizado este análisis con un código para Xbox Series que nos ha proporcionado Compulsion Games.

NOTA
Puntos positivos
Puntos negativos
En resumen
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