Análisis de El Señor de los Anillos: Las Dos Torres (PS2, Xbox, GameCube)
¿Cuánto vale la licencia de la trilogía de El Señor de los Anillos? La adaptación de la obra de Tolkien se convirtió ipso-facto en una de las películas más taquilleras de la historia cuando fue estrenada a finales del año 2001, y no parece que las otras dos vayan a decepcionar al público o a la taquilla. El libro de Tolkien cuenta con millones de fans de todas las edades, y su película así lo demostró; ahora, después de que no hubiese ningún juego el año pasado, tanto Electronic Arts como Vivendi atacan con dos, uno basado en las películas, con todas las ventajas que ello conlleva, y otro basado en los libros, con las respectivas. Cuando falta algo más de un mes para su estreno en los cines, EA ha lanzado El Señor de los Anillos: Las Dos Torres, basado en los dos primeros films y con contenido exclusivo de ellos, además de avances de lo que veremos estas Navidades en la segunda película.
Sin embargo, aunque muchos sospechábamos que seguiría la senda de los otros títulos basados en licencias, Las Dos Torres no sólo es una excusa para ganar mucho dinero, sino que resulta ser la excepción que ojalá no confirmase la regla: Es un muy buen juego de acción, con el aliciente de estar basado en las películas y contar por lo tanto con sus escenarios, sus personajes, sus voces y algunos clips de la misma.
En nuestra aventura, podremos escoger entre tres personajes para afrontar la mayoría de los niveles: Aragorn, Legolas y Gimli.
Para hacer una descripción por encima de la jugabilidad, podría decirse que Las Dos Torres es un Dynasty Warriors más lineal y con objetivos más definidos y exigentes. Comenzaremos con la batalla entre el ejército de Isildur, Elendil y Gil-Galad, en el fin de la segunda edad de la Tierra Media, hasta que, al igual que ocurre en La Comunidad del Anillo, aparezca Saurón e Isildur le corte el anillo del dedo de pura chiripa (en el libro no es así, hay un asedio de varios años a la torre de Saurón...). La segunda fase ocurrirá en la Cima de los Vientos, y tendremos que meternos en la piel de Aragorn para evitar que los Nazgul le roben el anillo a Frodo. Tras esto, se celebrará el Concilio de Elrond y la siguiente misión nos llevará a las puertas de Moria, para luego participar en la encarnizada batalla que se librará dentro. Lo que se basa en la primera película terminará en Amon Dun, con la batalla en la que muere Boromir, y Frodo y Sam se separan del grupo. La "segunda película" consta de siete misiones; una de ellas en Fangorn, otras tres en las llanuras de Rohan y las otras tres narrando la batalla del Desfiladero de Helm. No sabría decir si están basadas exactamente en situaciones de la película puesto que no la he visto, pero sí así fuera, Las Dos Torres generará muchas críticas entre los Tolkienmaníacos por la gran cantidad de cambios respecto al libro, en el que no hay ni escaramuza en Fangorn ni batallas en Rohan para salvar las aldeas.
A estas 12 fases se le suman cuatro ocultas; tres de ellas de un personaje, a las que podremos acceder tras alcanzar el nivel 10 con el. La última está protagonizada por un personaje secreto y sólo podremos acceder a ella tras terminar las otras tres misiones secretas. Adicionalmente, a medida que avancemos se irán activando una serie de extras, como fotos de la producción de la película en cierta zona o entrevistas con los protagonistas, extras del calibre de una versión DVD que son un aliciente más.
El sistema de juego, como ya comentaba antes, es el de un beat’em up y la mejor comparación puede hacerse con el Dynasty Warriors de Koei. Nosotros manejaremos a uno de los tres personajes, y tanto los otros dos como los soldados que podríamos tener a nuestro lado actuarán automáticamente, peleando a su manera con el enemigo. Por supuesto, quien tendrá que marcar la diferencia es nuestro personaje. El componente estratégico de Dynasty Warriors ha sido eliminado, y podría decirse que ha sido sustituido por objetivos concretos en algunas fases. Por ejemplo, en las del Desfiladero de Helm tendremos que defender el muro, y más tarde la puerta del castillo, que hacen al juego mucho menos repetitivo. En otras pantallas simplemente tendremos que avanzar y limpiar de enemigos el terreno. Una cosa que personalmente me ha gustado del juego es la inclusión de jefes finales al estilo de los juegos de acción de la época 16 bits; los jefes tienen patrones que tendremos que aprender, y puntos débiles que habrá que aprender a explotar. Así, nos enfrentaremos al Monstruo de las Aguas en las puertas de Moria, al Troll de la susodicha mina y al Uruk Hai que se carga a Boromir entre otros.
Es también muy interesante la inclusión de un toque RPG (juegos que, curiosamente, están muy inspirados por el Señor de los Anillos) en los personajes, que irán subiendo de nivel y adquiriendo experiencia según vayamos avanzando por las fases. Con la experiencia obtenida, podremos "comprar" nuevas habilidades para el personaje, como nuevos combos, ataques o poderes. Cada uno de ellos tendrá nombres relacionados con el personaje; por ejemplo, los combos de Aragorn se llaman "Rabia de Isildur" y cosas por el estilo.
El mayor problema del desarrollo del juego es que, pese a los tres personajes (más uno oculto) y las misiones secretas, acaba haciéndose demasiado corto aunque no repetitivo. Las 12 fases no duran todas lo mismo, pero la aventura principal no se extenderá más de seis o siete horas. Después de eso, podemos intentar hacer todas las fases con todos los personajes (cambian sensiblemente), desbloquear las misiones secretas y disfrutar de los extras del juego.
Algo que llama poderosamente la atención y que es digno de alabanza son las transiciones de las escenas cinemáticas a los vídeos de la película y viceversa. La escena cinemática termina en una situación exactamente igual a la de un fotograma de la película, y en ese momento se produce el cambio a la imagen real, creando una magnífica cohesión entre juego y película de la que deben tomar nota todos los demás desarrolladores.