Análisis de Heroes of the Storm (PC)

StarCraft, Diablo, WarCraft... Que levante la mano quien no haya probado u oído hablar de alguna de estas sagas de videojuegos. No en vano, todas ellas crearon escuela y supusieron un antes y un después en el mundo de los videojuegos, y si no nos creéis no tenéis más que echarle un vistazo a la ingente cantidad de imitadores que hay en el mercado de World of Warcraft, Diablo o StarCraft.

Tres universos muy ricos repletos de personajes memorables que han sabido dejar una huella imborrable en la industria y que ahora, por primera vez, vamos a tener el placer de ver cómo se juntan en un único videojuego: Heroes of the Storm, el segundo título gratuito desarrollado por Blizzard tras el enorme éxito de Hearthstone: Heroes of Warcraft.

El simple hecho de poder ver y controlar en un mismo juego a héroes y villanos como Sylvanas, Thrall, Diablo o Kerrigan, es un reclamo poderoso como pocos, especialmente si hemos tenido la suerte y el placer de disfrutar de algunos de los título en los que aparecieron. Pero Heroes of the Storm no es solo fan service. Es mucho más que eso. Es un juego 100% Blizzard en todos los sentidos. Es un juegazo.

Blizzard All-Stars

Si no habéis seguido el desarrollo de este título hasta ahora, decir que estamos ante un MOBA que va totalmente a contracorriente de los actuales exponentes del género, como son League of Legends o DOTA 2. De hecho, es tan radicalmente distinto que es perfectamente posible que os llegue a gustar incluso aunque no os atraigan este tipo de juegos, o que ocurra justo lo contrario y os cause rechazo porque prefiráis las mecánicas tradicionales de los MOBA.

Aquí tenemos el primer gran acierto de Blizzard, ya que si alguien quiere jugar a un juego como LoL o DOTA 2, ya tiene LoL y DOTA 2 para ello, por lo que haber lanzado un título que se cortara por el mismo patrón no habría sido una decisión muy sabia y le habría cerrado muchas puertas de cara a hacerse un hueco en este competido mercado del que todo el mundo quiere un trozo del pastel.

Sí, lo esencial del género se mantiene: dos equipos de cinco jugadores compitiendo por destruir la base del contrario, una tarea que nos obligará a conseguir experiencia para subir de nivel y hacernos lo suficientemente fuertes como para poder superar las defensas del rival mientras recorremos unas calles apoyados por súbditos controlados por la IA que se van generando de forma constante.

Uno de los objetivos principales de la compañía californiana con Heroes of the Storm ha sido hacerlo lo suficientemente accesible como para que todo el mundo pueda disfrutarlo desde el principio, algo que no suele ser habitual en el género y cuyas barreras de entrada suelen intimidar a más de un interesado en iniciarse en estos de los MOBA.

Para ello, han decidido eliminar de un plumazo muchas de las mecánicas más complejas y, en nuestra opinión, aburridas de las que hacen gala sus competidores, como la imperiosa necesidad de farmear oro a toda costa, las largas fases de líneas, las complicadas tiendas que nos obligan a hacer un estudio previo de lo que hay disponible para intentar hacernos una idea de qué comprar o mecánicas tan exigentes como las de "último golpe" o "denegar".

Aquí todo se basa en jugar en equipo y en cumplir diferentes objetivos dinámicos por los mapas, lo que nos tendrá moviéndonos constantemente por los escenarios haciendo de todo y centrándonos únicamente en lo más importante: en jugar y en disfrutar de la acción. Para añadir algo más de profundidad y darnos cierto control sobre la evolución de nuestros personajes, se ha añadido un interesantísimo sistema de Talentos.

Su funcionamiento es bastante simple, en determinados niveles nos dejarán escoger entre varios Talentos diferentes, aunque solo podremos hacernos con uno de ellos y los que rechacemos ya no podremos activarlos hasta la siguiente partida. Estos nos ofrecen mejoras de todo tipo, generalmente de carácter pasivo para potenciar nuestras habilidades principales, aunque también hay varias activas que pueden llegar a suponer la diferencia entre la vida y la muerte. Considerando que cada personaje tiene un buen número de Talentos entre los que escoger (de tres a cinco por nivel), os podéis hacer una idea de las muchas posibilidades que esto ofrece para "construir" a nuestro héroe.

Lo bueno de este sistema es que es muy simple de entender, ya que suelen ser mejoras muy concretas que invitan mucho a la experimentación, por lo que nos será más o menos sencillo adaptarnos a cada uno de sus personajes y no nos sentiremos demasiado perdidos al cambiar de uno a otro.

Hablando de personajes, casi todos ellos tienen tres habilidades básicas, una pasiva y una definitiva (esta última la tendremos que escoger a nivel 10, ya que cada héroe tiene dos por talentos, aunque solo puede activar una por partida) y hay que destacar el mimo y cuidado que Blizzard ha puesto a la hora de recrear a cada uno de ellos, diferenciándolos muchos entre sí (el estilo de juego varía enormemente de uno a otro) y permitiéndonos poner en práctica sus técnicas más características y reconocibles.

De salida tenemos más de 30 personajes entre los que escoger, aunque como en todos los MOBA, este número irá creciendo a medida que pasen los meses, por lo que si tenéis algún favorito que todavía no haya aparecido, lo más probable será que lo haga en el futuro. También hay que decir que la dificultad de control de uno a otro es muy variable, con alguno que otro bastante exigente, como los míticos Lost Vikings (que en realidad es controlar a tres personajes a la vez) o Abathur, que cuenta con uno de los estilos de juego más originales y complicados que hemos visto nunca en un MOBA. Eso sí, esta no es la norma y lo habitual son los héroes más accesibles.

Otra de las características únicas de Heroes of the Storm la tenemos en el hecho de que todo el equipo sube de nivel a la vez. Cada grupo tiene una barra de experiencia que se irá rellenando con toda la que reúnan los cinco integrantes del equipo, por lo que si hay alguien que no esté haciendo su trabajo o muriendo constantemente, lo más probable es que nos quedemos atrás, ya que nos estará lastrando, algo que mosqueará a los jugadores más individualistas, aunque siendo este un juego de equipo, nos parece una buena decisión para animar la colaboración.

De hecho, esto es algo que también se aplica incluso a las estadísticas de los personajes, ya que aquí los asesinatos cuentan para todos los que hayan participado en una pelea, independientemente de quién haya dado el último golpe, por lo que el concepto de "robo de muertes" aquí no existe, lo que nos evitará más de una pelea tonta con nuestros compañeros, permitiéndonos que lo demos todo a poco que veamos a alguien a tiro.

Pero, sin lugar a dudas, el principal elemento diferenciador de lo nuevo de Blizzard son sus escenarios. En cada partida nos tocará jugar en un mapa aleatorio y cada uno de ellos nos obligará a jugar de forma muy diferente, ya que tienen una serie de objetivos que tendremos que cumplir para hacernos con la victoria, aunque claro, el equipo contrario también intentará esto, por lo que será una lucha constante por subir de nivel más rápido, cumplir objetivos y presionar las líneas.

Tan pronto estaremos en un campo de batalla situado en un puerto en el que tendremos que reunir doblones para sobornar a un pirata fantasma para que ataque con su barco a la base del rival que adentrándonos en un mapa secundario para matar nomuertos y conseguir calaveras con las que potenciar a un gigantesco gólem. Hay objetivos que solo se pueden cumplir en determinados momentos de la partida, mientras que otros estarán siempre presentes.

Si bien esto puede parecer algo accesorio y opcional, la utilidad de estas "misiones" es enorme, por lo que deben convertirse en nuestra prioridad y no suele ser una decisión demasiado buena seguir la presión en una línea mientras el equipo contrario se dedica a cumplir los objetivos del mapa. Además, esto también consigue que modifiquemos nuestras estrategias completamente de una partida a otra, dándole mucho dinamismo a cada una. De los siete mapas que hay disponibles actualmente, todos ellos a excepción de uno (La Tumba de la Reina Araña) nos han gustado mucho, ya que ofrecen buenas mecánicas y son muy divertidos de jugar.

En cuanto a la progresión de nuestra cuenta, a medida que juguemos partidas ganaremos oro y experiencia. Con esta última subiremos nuestro nivel de jugador para desbloquear nuevas características y con el oro podremos comprar personajes. Destacar que nuestros personajes también subirán de rango a medida que los usemos, aunque esto solo nos servirá para conseguir retratos, oro, variaciones de color, etcétera.

Ya que hemos mencionado la posibilidad de comprar personajes, aclarar que aquí los micropagos con dinero real solo sirven para desbloquear contenidos a mayor velocidad o para obtener trajes y potenciadores de oro y experiencia, por lo que se queda muy lejos de ser un juego de "pagar para ganar". Eso sí, los precios nos parecen altísimos, de modo que si tenéis pensado invertir vuestros euros en él os recomendamos que solo lo hagáis cuando veáis buenas ofertas en la tienda.

El ritmo de desbloqueo de contenido a base de solo jugar también se nos ha antojado algo lento, ya que cada partida nos da una miseria de oro en comparación a lo que cuesta comprar un personaje, aunque para paliar eso se ha añadido un sistema de misiones diarias que si las cumplimos nos darán unas sumas de dinero más o menos decentes, por lo que si os lo tomáis con calma y jugáis de forma constante aunque sea solo un rato cada día acabaréis con muchísimos personajes en vuestra cuenta.

Uno de los grandes problemas del juego lo tenemos en su sistema de emparejamientos, ya que el desequilibrio que suele reinar tanto entre niveles de jugador como de equipos nos dará más de un dolor de cabeza a poco que queramos jugar con desconocidos. Esto se debe a que en el modo principal seleccionamos a un personaje y el matchmaking se encargará de buscarnos a otros jugadores que complementen nuestro rol, aunque cuando nos encontramos con equipos formados por dos Asesinos y tres Tanques sin ningún Especialista ni héroe de Apoyo, es que algo falla.

Por suerte, en su modo competitivo, donde podremos ir ascendiendo de rango, la cosa mejora bastante, ya que el sistema de selección de personaje es muy distinto, teniendo que seleccionarlo en la sala de juego, por turnos y pudiéndolo hablar con nuestros compañeros antes de saltar al campo de batalla.

Gráficamente el juego luce bastante bien, con unos buenos modelados de personajes que consiguen hacer que cada héroe sea muy reconocible. Además, los mapas están cuidadísimos y cuentan con una cantidad de detalles bastante alta que los hace muy atractivos a la vista. Los menús y la interfaz también están muy bien diseñados, y a nivel artístico todo desprende ese toque tan característico y genial de Blizzard. Sin embargo, su optimización deja algo que desear, y sufre de ciertos problemas de rendimiento (que no de lag) que deberían de solucionarse lo antes posible.

Finalmente, si hay algo donde la compañía nunca nos ha fallado, ha sido con sus apartados sonoros, y esta no es la excepción. Una sobresaliente banda sonora orquestal que recoge tanto remezclas de los temas clásicos de las sagas que aquí se dan cita como otros totalmente nuevos y que tampoco se quedan precisamente atrás. Los efectos de sonido son también de primer nivel y el doblaje, en completo español, goza de mucha calidad, aunque hay alguna que otra voz que nos ha chirriado más de la cuenta.

Conclusiones

Heroes of the Storm llega dispuesto a convertirse en el nuevo éxito de Blizzard y motivos para ello desde luego no le faltan: una selección de personajes míticos y un sistema de juego tan accesible como adictivo que no se olvida de aportar varias dosis de profundidad. En definitiva, una genial vuelta de tuerca a un género cuyas bases parecían inamovibles para hacer de él una alternativa fresca y original. Puede que no sea el MOBA más complicado y complejo de todos, pero sí uno de los más divertidos. El Nexo nos llama, ¿acudiréis a la batalla?