Análisis de Tortugas Ninja (NDS)

Con motivo del estreno de la nueva película de animación de las Tortugas Ninja en la pantalla grande, Ubisoft ha producido juegos basados en la misma para todas las plataformas, algunos más afortunados que otros. En el caso que nos ocupa, la versión para Nintendo DS, vemos que el juego en sí no es nada del otro mundo, y que no ofrece lo que se espera en un principio de un título con las cuatro tortugas como protagonistas.
La historia.
Después de una larga estancia en Sudamérica entrenándose en las artes ninja, Leonardo vuelve a casa junto a sus hermanos y a su maestro, Splinter. Al regresar, se encuentra que el grupo familiar ya no está unido como antes, y Raphael parece tener algún tipo de problema personal contra él: por lo visto piensa que Splinter le favorece por encima del resto de los hermanos. A esto se le añade el hecho de que Raphael ha asumido una identidad secreta para luchar contra el crimen por su cuenta: el Nightstalker. Una serie de acontecimientos oscuros y siniestros acontecen en la ciudad, y las cuatro tortugas deberán volver a unirse para luchar, una vez más, contra las fuerzas del mal, esta vez en forma monstruos de otra dimensión. En fin, más o menos la misma historia de siempre.
En la consola se nos presentará la historia en forma de imágenes estáticas, como si de un cómic se tratase, con el correspondiente cuadro de texto (nada que no hayamos visto ya antes). Una vez se nos ha informado de la historia que acompaña a la acción, pasaremos directamente a la misma, en cada una de las quince misiones de las que consta el juego, y para las cuales cada vez utilizaremos una tortuga en concreto, sin dársenos la opción a elegir con qué tortuga preferimos luchar en cada momento.
Las diferentes misiones del juego están repartidas por toda la ciudad de nuestros héroes: tendremos catorce misiones y una lucha final, en la que deberemos enfrentarnos con los jefes más poderosos del juego. Las misiones pueden variar en su duración, oscilando entre los pocos minutos a un cuarto de hora, pero con una dificultad ciertamente baja que nos permitirá completarlas, en la mayor parte de las ocasiones, la primera vez que nos enfrentemos a ellas. Esto es debido, en parte, a la gran cantidad de bonificaciones de salud repartidas por todo el mapeado, así como la gran cantidad de puntos de guardado con los que contamos en cada misión; pero, sobretodo, es debido a que las misiones no suponen, desde luego, ningún reto digno de mención.
El juego lo podremos completar en apenas tres horas, siendo generosos. Claro que luego podremos volver a jugar, en caso de que nos queden ganas de ello, los diferentes niveles para conseguir las medallas por realizar las misiones en un tiempo determinado, o por recoger las cuatro letras que componen el logotipo del juego: TMNT, repartidas por todo el escenario de cada una de las misiones. Pero tampoco disponemos de una tabla de estadísticas o de una sección de trofeos que podamos tomar como referencia en caso de pretender superar nuestras propias puntuaciones, con lo que repetir las misiones acaba por ser una tarea bastante absurda y sin sentido.
El movimiento de nuestros héroes en todo el juego es muy limitado: los mapas no son en absoluto pequeños, pero todo componente de exploración ha sido reducido al mínimo, relegando la misma a buscar algunos caminos alternativos que nos lleven a bonificaciones de salud en forma de trozos de pizza o, en el mejor de los casos, vidas extra. Para desplazarnos, la mayor parte del tiempo estaremos pulsando los botones X, Y y A para ir saltando de un lado a otro: X para saltar adelante, Y para saltar a la izquierda y A para saltar a la derecha. El lugar al que deberemos saltar nos lo indicará continuamente un rastro de luces azules parpadeantes.
Últimos análisis





