Análisis de Tortugas Ninja (Xbox 360)
Con el clásico juego de Las Tortugas Ninja lanzado en 1989 ya disponible en Xbox Live Arcade, el equipo Ubisoft Montreal nos presenta su particular propuesta para disfrutar nuevamente de las archiconocidas tortugas, iconos de toda una generación de jóvenes, y con representación en la gran pantalla gracias al estrenado film de Kevin Munroe semanas atrás. Presentando una simbiosis entre el género de plataformas junto a la acción más directa, la nueva entrega de nuestros héroes mutantes se abre paso bajo la forma de un título sin complicaciones excesivas, apto para todos los públicos, y donde el divertimento propia de la más sencilla de las mecánicas jugables prima por encima del resto de elementos. Ahora más que nunca, la justicia se imparte al grito de Kowabunga.
Gracias a los consejos de su inseparable maestro Splinter, Leonardo deberá recuperar un ancestral medallón, portador de los más místicos poderes, y que le obligará a emplear a fondo toda su fuerza y empeño al tiempo que desata la furia de sus Katanas. Mientras tanto, la vida sigue su curso en Nueva York, donde Raphael ha asumido una identidad propia, haciéndose llamar el Nightwatcher, enfundándose en el papel de un héroe sin rostro, y batallando por defender la justicia y el orden ante la incesante lluvia de maleantes. Aun así, su particular objetivo recurrente no será bien visto por los ciudadanos, quienes se mostrarán reticentes ante las actuaciones por libre de nuestro defensor enmascarado. Por su parte, Donatello y Michelangelo contarán con sus propios pasatiempos, intentando llenar sus vidas con alguna ocupación útil.
De este modo, Donatello investigará los avances tecnológicos mediante aplicaciones directas sobre los utensilios de combate usados por un ninja, mientras que Michelangelo, haciendo uso del buen humor que le caracteriza, pasará el tiempo entreteniendo a jaurías de niños en fiestas infantiles al tiempo que se saca un dinero de canguro.
Guiados por el omnipresente sentido del bien, las cuatro tortugas volverán a reunirse para hacer frente al inminente peligro que acecha a la ciudad, la cual se verá infestada por las terribles apariciones de monstruos que aterrorizarán a la población, y que misteriosamente guardan estrecha relación con un millonario y el temido clan Foot.
Juntas de nuevo, los héroes ninja deberán olvidar sus viejas rencillas, dejando a un lado las diferencias personales (especialmente entre Leonardo y Raphael), y recordando que, tal como profesa su sabio maestro Splinter, los lazos de conexión de una familia nunca deben romperse.
Al hilo de los capítulos, dieciséis serán las fases que deberemos superar para terminar con el modo historia, desbloqueando progresivamente el control de nuestros ninjas mutantes. Como apuntábamos, inicialmente controlaremos a Leonardo por su entrenamiento en la selva, teniendo acceso posteriormente a cualquiera de las cuatro tortugas. Una vez que hayamos superado la fase individual para cada una de ellas, se nos ofrecerá la posibilidad de ir intercambiando a los cuatro integrantes, aprovechando al máximo las características únicas de nuestros superhéroes, y buscando siempre la mejor opción factible para superar el obstáculo de turno.