Dragon Ball, tanto en su manga original como en su adaptación al anime, tiene en su haber algunos de los personajes más carismáticos y queridos a nivel mundial. Akira Toriyama nos presentó a héroes y villanos muy celebrados y alabados. Todo el mundo conoce a Trunks, Gohan o Krilin, por citar algunos, pero quizás el único que le puede arrebatar algo de protagonismo a Goku es Vegeta. El Príncipe Vegeta, el hijo mayor del Rey Vegeta III, heredero directo de la familia real saiyana del Universo 7, es un personaje único. El eterno rival de Son Goku y el esposo de Bulma, padre de Trunks y Bra, nos ha regalado algunos momentos muy épicos a lo largo y ancho de su existencia en Dragon Ball. Malhumorado, altivo y muy irascible, el villano más querido y popular del anime, es el protagonista en Vandal Random gracias a algunas de sus frases más épicas más allá del meme It's Over 9000!
Las 10 mejores frases de Vegeta
En Dragon Ball Z, Vegeta llegó como uno de los villanos y rivales antagónicos más peligrosos de la serie. Al principio, se destacó como un enemigo de Son Goku, justo como ya le pasó a Piccolo, y pasó de ser un rival a un anithéroe, y finalmente, a convertirse en uno de los héroes y aliados más valiosos de los Guerreros Z en todas las sagas posteriores. Sin embargo, su carácter altanero siempre ha sido un plus, y nos ha regalado frases muy buenas.
Vegeta es un Saiyajin frío, poco expresivo y lleno de resentimiento por la traición de Freezer hacia su raza. No obstante, el alienígena decidió aniquilar a los supervivientes de la hecatombe del planeta con especial violencia, y eso no lo olvida. Presentado en la serie como un soldado disciplinado, muy fuerte y altivo, Vegeta desprecia el compañerismo de la unidad, es muy individualista, inclinándose a actuar por méritos propios y en solitario. Primero combatirá solo, pero pronto, evolucionando en la serie, acabará convirtiéndose en un aliado sin parangón.
En la saga de Cell y los Androides de la Red Ribbon, una de las más celebradas de Dragon Ball Z, Vegeta opta por entrenarse de forma muy dura y severa para convertirse en un ser tanto o igual de fuerte que Goku. Ambos siempre están compitiendo por ser el guerrero más fuerte, y si bien Goku tiene un talento innato que lo hace estar siempre o casi siempre por encima, en su regreso al combate contra los Androides, Vegeta es el absoluto protagonista.
En este mismo escenario, mientras lucha y advierte a la Androide 18, se permite algunos desvaríos y vaciles con la que sería la futura mujer de Krilin. Este orgullo, este comportamiento de superioridad constante, es tanto su mayor fortaleza como su mayor debilidad. Es el aspecto vital de la personalidad de Vegeta, aquel que lo ayuda a mejorar y obtener ventaja sobre sus rivales, pero al mismo tiempo el que más errores graves le ha proporcionado tanto a él como a sus aliados y amigos. La derrota contra Cell cuando estaba en su segunda forma y la posterior absorción del ingenio genético de la androide, es un ejemplo claro.
Akira Toriyama diseñó a Vegeta como un antagonista claro para Son Goku, y desde el comienzo observamos su desprecio y rivalidad. Sin embargo, con el paso de los años y las sagas, y la creación de rivales y amenazas cada vez más fuertes, el Príncipe Vegeta acaba convirtiéndose en un buen amigo. Está obsesionado con derrotar a Goku, en quedar por encima de él en términos de fuerza y capacidades, y el hecho de que el bueno de Goku sea más fuerte, pese a ser de clase baja, siempre lo ha martirizado. Vegeta hace de su meta personal el ser el mejor guerrero del mundo, aunque eso saque de quicio a sus eventuales aliados.
El resentimiento de Vegeta con Freezer es enorme. El enemigo de los Saiyajin, el que aniquiló a toda o casi toda la raza, es un rival jurado para Vegeta. A lo largo de las sagas, películas y arcos argumentales se han enfrentado muchísimas veces. Y claro está, jamás ha dejado la oportunidad de mostrarle su desprecio.
Todos los Saiyajin son arrogantes, orgullosos y peligrosos. Es una raza combativa y guerrera, y dado que los soldados de la clase alta, como a la que pertenece, son genéticamente superiores, no aceptan una derrota. Mientras tengan un halo de vida y el enemigo esté vivo o en pie, seguirá luchando. Vegeta y los Saiyajin más puros están entrenados y programados para matar sin piedad a sus enemigos o rivales si le es posible, e inclusive actuar de una manera mezquina y cínica.
Como os comentábamos más arriba, es muy raro que Vegete acepte ayuda en un combate. Lo hizo, lo hace y lo hará en algunas batallas en la serie, y de hecho, conforme pasan los años se muestra más abierto a que los Guerreros Z, como Goku y los demás, le echen un cable si la cosa se pone fea o no puede contra su rival. Pero tiene una máxima, y es la siguiente.
Cuando Vegeta llega a la Tierra, lo hace acompañado de sus soldados y su guardia personal. Y claro, como os podéis imaginar, Goku es su objetivo primordial.
Goku es su rival, su antagonista, el eje de sus ambiciones y el que consigue motivarlo a hacerse más fuerte. Y cuando le toca fusionarse con él para derrotar a un enemigo muchísimo más fuerte que él, decide soltarle al bueno de Goku lo siguiente.