Los robots ya no necesitan ser de metal. Ese es el principio de la robótica suave o blanda, y así lo han demostrado estos robots construidos siguiendo los patrones de figuras de origami. Sus músculos están compuestos por bolsas selladas llenas de aire o líquido. Componen así una estructura plegable de papiroflexia que funciona como el esqueleto.
Cuando la presión de la bolsa se reduce usando una bomba eléctrica, la estructura se derrumba y contrae, al igual que los músculos de la pierna o el brazo… con la diferencia de que estos músculos artificiales son mucho más fuertes que el de los humanos: son capaces de levantar 1,000 veces su propio peso.
Podéis ver sus características a continuación: