La Generación Z engaña sistemáticamente a sus jefes en el trabajo haciendo uso del conocido fenómeno como 'task masking', una estrategia que hasta el 36 % de los nacidos entre 1996 y 2010 afirman emplear en un nuevo estudio. La vuelta a la oficina no está siendo del agrado de todos los miembros de esta generación y parece que muchos se las están ingeniando para demostrar que están una actividad laboral completa, de ocho horas diarias, con mucha actividad.
La Generación Z miente a sus jefes en el trabajo por el uso del 'task masking': ¿afecta realmente a la productividad?
El ambiente laboral en el que se inició parte de la Generación Z estuvo predominado por el teletrabajo debido a la pandemia de la COVID-19. En esa era donde cualquiera podía organizarse, más o menos, el trabajo desde casa, era sencillo librarse de parte de las jornadas al completar la faena antes de tiempo y no recibir más tareas para completar esas ocho horas diarias que hay que realizar en la mayoría de trabajos.
Sin embargo, con la vuelta a la oficina todo ha cambiado y la organización del trabajo también es diferente: aquí, si se acaba una tarea antes de lo previsto rápidamente se asigna otra para que no haya nadie perdiendo el tiempo, literalmente. La Generación Z no está adaptada al completo a este ritmo y muchos, según un estudio recogido por 3DJuegos, está haciendo uso del mencionado 'task masking', que sirve para hacer ver que se trabaja más de lo que parece (para que nos entendamos).
El 'task masking' se emplea para mostrar a los jefes y compañeros que se tiene una alta intensidad laboral; teclear de forma ruidosa y rápida, realizar viajes a la impresora con cargas documentos y pilas de papeles, etc. Todo para que se dé a entender que uno trabaja mucho cuando, en realidad, está por debajo de lo que realmente puede ofrecer para no cargarse con más faena e ir un tanto más relajado.
A pesar de todo, el 70 % de los encuestados en el estudio mencionado asegura que su productividad en ningún caso se ha visto afectada por el uso del 'task masking': cada cual hace sus tareas y cumple con los mínimo, lo que refuerza esa teoría de que la Generación Z no es ambiciosa y no tiene intención de ascender en el trabajo. Esto ha llevado a expertos en recursos humanos a hablar sobre el asunto, y desde su punto de vista habría que revisar el formato presencial de trabajo.
Jenni Field, directora de recursos humanos, comenta lo siguiente: "Si las personas deben estar en la oficina, debe haber un propósito claro más allá de sólo ser vistos, especialmente si el trabajo se podría hacer desde casa. Si ese propósito falta, empleados y líderes necesitan trabajar juntos para redefinir cómo debería ser el trabajo en persona y abordar las causas fundamentales del task masking". Puede que, de ahora en adelante, se avecinen importantes cambios en el modelo de trabajo presencial de determinadas empresas.
