El panorama laboral para los programadores está atravesando una transformación más rápida de lo esperado. Según el Departamento de Trabajo de EE.UU., la proyección inicial de una caída del 11% en empleos del sector para 2032 ya parece obsoleta, pues solo en 2024 se han perdido más de 126.000 puestos.
La combinación de una industria en cambio constante y la irrupción de la inteligencia artificial como alternativa al trabajo humano ha puesto en jaque a miles de profesionales, especialmente a los recién graduados que buscan su primera oportunidad. El avance de la IA en la programación es innegable. Google ha revelado que hasta un 25% de su código nuevo es generado por inteligencia artificial, mientras que Meta ha anunciado la creación de modelos que podrían desempeñar el papel de ingenieros junior.
Esto ha llevado a que los sueldos y la demanda de programadores de nivel inicial caigan hasta un 50% en los últimos dos años, eliminando la tradicional “puerta de entrada” al sector. Si las empresas dejan de contratar nuevos talentos, ¿quién se encargará de revisar y mejorar el código generado por la IA en el futuro?
Un ciclo de dependencia tecnológica
El problema se asemeja a un uroboro, un círculo vicioso donde la IA está desplazando a los programadores más jóvenes, quienes, a su vez, son clave para perfeccionar el trabajo de estas herramientas. Sin un flujo de talento que aprenda desde la base y ascienda dentro de la industria, el riesgo es que en unos años no haya suficientes profesionales con experiencia para cubrir los puestos de alto nivel.
Aunque las grandes empresas parecen confiar en que este problema se resolverá con el tiempo, algunos expertos advierten que el futuro de la programación requiere un equilibrio sensato entre humanos e inteligencia artificial. Sin embargo, no todo está perdido. James Stanger, director de tecnología en CompTIA, sostiene que la IA aún no puede replicar la creatividad y la innovación que distinguen a un buen programador. Mientras el desarrollo de software requiera más que simplemente reciclar código existente, los programadores con capacidad de resolver problemas de manera original seguirán siendo indispensables.
El fin de la escalera profesional en la programación
No obstante, quienes no logren diferenciarse en este aspecto podrían verse rápidamente desplazados por las nuevas tecnologías. La programación se encuentra en un punto de inflexión. Con startups como Factory implementando sistemas de IA que asumen el papel de programadores junior para automatizar tareas como pruebas de código o refactorización, la tradicional escalera de ascenso profesional se está desmoronando. Lo que antes era un proceso gradual de aprendizaje dentro de las empresas está desapareciendo.
La gran incógnita es si, para 2032, los programadores seguirán teniendo un rol relevante o si la IA habrá tomado tanto terreno que apenas quede alguna escalera por la cual ascender.
