Nintendo ha declarado que espera comenzar a obtener beneficios con cada consola portátil 3DS a partir de mediados del actual año fiscal, es decir, a partir del próximo mes de septiembre, cuando dejará de venderla a un precio inferior del coste de producción.
Esto no implica una subida de precio, sino una reducción en los costes de fabricación. Nintendo está perdiendo dinero con cada consola vendida tras en recorte de precio realizado a los pocos meses de salida, con el objetivo de potenciar las ventas del sistema.
Así, Nintendo espera poder "seguir poniendo sonrisas en la cara de mucha gente, ofreciendo siempre un nuevo entretenimiento que todo el mundo puede disfrutar, independientemente de la edad, el género o la experiencia con los videojuegos".