A raíz del cambio de clasificación por edades para el polémico juego Manhunt 2, que había sido calificado como juego sólo para adultos, impidiendo de este modo que Sony y Nintendo le concediesen licencia de publicación en sus consolas al no permitir ese tipo de contenidos, Take-Two y Rockstar introdujeron modificaciones en el juego que le han llevado a ser clasificado ahora como juego maduro. Sin embargo, no se ha desvelado qué cambios han tenido lugar.
Eso molestó al senador republicano Leland Yee, quien solicitó públicamente a la ESRB (Entertainment Software Rating Board) que explicará por qué motivos se ha producido este cambio, algo que también han solicitado diversas asociaciones pro-derechos infantiles, como la CCFC.
Patricia Vance, presidente de la ESRB, ha afirmado que "las editoras envían contenido de juegos a la ESRB de forma confidencial." La ejecutiva ha indicado que "no es simplemente nuestro trabajo desvelar detalles específicos sobre el contenido que hemos revisado. Lo que podemos decir es que los cambios hechos en el juego, incluyendo las mismas imágenes y el contexto en el que éstas son presentadas, era suficiente como para garantizar una calificación de M (maduro, mayores de 17 años)."
Además, ha sugerido que las quejas dirigidas a la ESRB deberían enfocarse hacia quien corresponda. "En vez de cuestionar públicamente lo que es una fuerte advertencia a los padres sobre lo adecuado de un juego en concreto para un niño, que presumiblemente ni el senador Yee ni la CCFC han revisado personalmente, creemos que sería más productivo unirse a nosotros en la tarea de intentar que los padres se tomen las clasificaciones por edades de manera seria cuando compran un juego para sus hijos." Eso sí, recuerda que "es el derecho de los padres tomar decisiones por sus hijos. La ESRB y las fabricantes de consolas dan a las familias las herramientas para ayudarles a hacerlo."
