Counter-Strike: El shooter eterno que sigue marcando época 23 años después

La inminente llegada de Counter-Strike 2 (o más bien la actualización a Source 2 de CS:GO) ha hecho aflorar de nuevo el interés de una de las sagas más míticas de shooters competitivos.
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En el año 1999 la industria de los videojuegos era muy diferente a la que tenemos hoy día. Veníamos, probablemente, de uno de los mejores años de la historia del sector e internet comenzaba a dar sus primeros pasos a gran escala, empezando a ser cada vez más popular bien sea en los hogares o gracias a los ahora casi olvidados cibercentros, punto de reunión de los que queríamos bucear en la red o jugar unas partidas con nuestros amigos.

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Fue justo en ese momento, hace 24 años, cuando llegó Counter-Strike, un mod para Half-Life creado por Minh "Gooseman" Le y Jess "Cliffe" Cliffe que apostaban por un enfoque más realista en el que se enfrentaban dos equipos, uno formado por antiterroristas y otro por terroristas que debían de luchar por colocar o desactivar una bomba o por rescatar o mantener secuestrados a unos rehenes en diversos mapas.

Era un concepto sencillo pero con puntos poco habituales para la época, como la muerte permanente de cada ronda (la resurrección automática era lo más habitual), la compra de armamento que era diferente para los dos equipos y todo tipo de micromecánicas que hicieron del mod algo tan especial que no tardó en despertar el interés de Valve que un año más tarde acabó comprando los derechos de la marca y lanzando Counter-Strike como un juego totalmente independiente que se convirtió, por méritos propios, en uno de los shooters competitivos más importantes de la historia de los videojuegos con un reinado en el género que aún sigue vigente 24 años después.

De Counter-Strike 1.6 a CS:GO

Como decimos, el primero en llegar fue Counter-Strike, conocido popularmente entre los jugadores de la saga como "el 1.6" apodo otorgado por su última gran actualización jugable.

Es el título que lo inició todo, en el que jugamos por primera vez en mapas tan emblemáticos como Assault, Inferno, Nuke, Dust, Dust 2, Cbble, 747, Prodigy, Tuscan o Aztec, con muchos de ellos (de hecho la mayoría) viajando en el tiempo con los distintos juegos teniendo versiones que se han actualizado tanto gráficamente como jugablemente para ofrecernos una gran experiencia de juego.

Aunque ahora apenas se juega por estar muy desequilibrado, Assault fue uno de los primeros mapas de éxito de Counter-Strike.
Aunque ahora apenas se juega por estar muy desequilibrado, Assault fue uno de los primeros mapas de éxito de Counter-Strike.

Sin contar los spin-off y las versiones para consola que nunca han cuajado demasiado bien, Counter-Strike tiene un total de cuatro juegos principales, el mencionado 1.6, Counter-Strike: Condition Zero desarrollado por Turtle Rock Studios (sí, los creadores de Left 4 Dead, Evolve y Back 4 Blood) que nunca llego alcanzar una gran popularidad, Counter-Strike: Source que se lanzó para estrenar el motor Source de Half-Life 2 en esta saga y, por último, Counter-Strike: Global Offensive o CS:GO que es la última entrega que se lanzó en el año 2012 de forma oficial y que sigue triunfando en Steam rompiendo hace 5 días su récord absoluto de jugadores con 1.378.447 almas jugando de forma simultánea.

Una jugabilidad única que hace que siempre quieras jugar y tengas algo que aprender

Sin denostar a las dos entregas que hay por el medio (a nivel personal jugué bastante a Source también) los juegos más importantes de la saga son el primero y el último, con 1.6 dándonos todas las bases jugables que han caracterizado a Counter-Strike y CS:GO puliéndolas y añadiendo ciertas características para mejorar la fórmula y llevarla al siguiente nivel (algo que, por cierto, le costó bastante durante sus primeros meses de vida).

Pero, ¿qué hace a Counter-Strike tan especial? Para nosotros, su aparente sencillez y accesibilidad que esconde en realidad uno de los shooters más complejos y difíciles que hay en el mercado al que es tremendamente sencillo de jugar, cualquiera puede hacerlo, pero también es extraordinariamente complicado de dominar en todas sus mecánicas y siempre, sin importar el número de horas que hayas jugado, de partidas que hayas ganado o vencido, vas a tener algo nuevo que aprender.

La aparente sencillez de CS, un juego accesible de entrada, esconde en realidad una complejidad inmensa.
La aparente sencillez de CS, un juego accesible de entrada, esconde en realidad una complejidad inmensa.

Muchos ya sabéis ante que tipo de juegos estamos así que tampoco vamos a pararnos aquí a repasar cada una de sus mecánicas, pero para decidir el curso de una partida hay muchos factores importantes como el conocimiento del mapa en el que estemos jugando, la habilidad para leer lo que puede estar haciendo el equipo rival, una buena gestión de la economía del juego ronda a ronda, el uso de la denominada utilidad (granadas de humo, aturdidoras o cócteles molotov que facilitan la defensa o el ataque de un punto) y, por supuesto, la puntería o habilidad mecánica de cada jugador.

Aquí no hay poderes muy chulos a nivel gráfico con héroes súper poderosos o rachas de bajas poderosas que de vez en cuando destacan por encima de la media y se pueden aprovechar para explotar una partida, aquí lo que hay son dos equipos en igualdad de condiciones a nivel mecánico en el que ganar o perder depende de sus conocimientos y habilidades, sólo de eso, y esto lo hace tremendamente adictivo, hace que cuando jugamos nuestras primeras partidas en el ciber con nuestros amigos fuera increíblemente satisfactorio ganar y aprender, y sigue haciendo que, hoy día, CS:GO atrape al jugador con la misma facilidad que lo hacía la primera entrega.

La satisfacción que produce saber que mejoras como jugador o subir de rango son prácticamente inigualables por otros títulos.
La satisfacción que produce saber que mejoras como jugador o subir de rango son prácticamente inigualables por otros títulos.

Y es que, si nos preguntáis, para nosotros Counter-Strike ha logrado ser un referente durante más de 20 años por la posibilidad de crecimiento que puede tener un jugador, por lo satisfactorio que es aprender a jugar no solo mejorando tu puntería (para nosotros con el mejor sistema de disparos que existe en un shooter competitivo), sino también comprendiendo, poco a poco, partida a partida, a leer a tu rival, a tirar de forma adecuada una granada de humo para pasar por un lugar, a dominar el mapa, a buscar nuevos "trucos", consejos o nuevas posiciones en las que sacar ventaja y darte cuenta como poco a poco te conviertes en un mejor jugador, con una sensación de satisfacción increíble que, además, en CS:GO se ve aumentada por el sistema de rangos en su faceta competitiva, que vale que necesita de ciertas mejoras, pero que lo hacen aún más adictivo y que nos empuja a jugar una partida más.

Además a todo esto hay que sumar el trabajo de la comunidad y compañías de terceros, ya bien sea agregando todo tipo de mods para probar nuevas experiencias a Counter-Strike como los modos deathmatch, gun game, surf, los juegos del hambre y otras muchas, o para comenzar a crear plataformas de juego independientes a los servidores oficiales como ESL, ESEA o Faceit que aportan su propia experiencia al conjunto global del videojuego.

Los esports, una clave en Counter-Strike

Además de su gran jugabilidad, Counter-Strike también ha sabido labrarse un sendero para convertirse en uno de los esports más importantes de la historia, un camino que comenzó en los cibercentros y las competiciones locales en el año 2000 y que dio un salto cualitativo en el 2001 con el Cyberathlete Professional League Winter Championship al que poco a poco han ido sumándose eventos cada vez más grandes, dos Major (torneos del máximo nivel) anuales y citas tan emblemáticas como el IEM Katowice.

Counter-Strike siempre ha tenido algo especial dentro de los esports, forjando leyendas que han resistido el paso de los años como el SK Gaming de Heaton en 2004, el NiP de Geth_RiGhT del 2014, el Astralis de device en 2019 o el Natus Vincere de s1mple en 2020 e incluso en España hemos tenido ejemplos de éxito con el emblemático x6tence de Flip1n y Musamban1 o más recientemente hemos disfrutado con Movistar Riders brillando a nivel internacional para alcanzar el TOP 10 del ranking mundial en julio del año pasado.

Estos equipos y figuras que han tenido pegados a la pantalla a los jugadores, ya sea comprobando resultados de torneos en la extinta ClanBase a principios de los 2000 como vibrando con las retransmisiones en directo a través de Twitch, con un pico de 2,7 millones de espectadores en la gran final del PGL Major Stockholm del 2021 en la que se enfrentaron G2 y Na'Vi. Espectadores que en muchas ocasiones juegan también a CS:GO y que, en muchos casos, sueñan con convertirse en ese jugador que ven al otro lado de la pantalla.

Source 2, el futuro de Counter-Strike

Counter-Strike es un juego que ha sabido mantenerse no solo vivo, sino siendo un ejemplo de éxito durante 24 años por su jugabilidad, por la comunidad, por su éxito en los esports... pero también por saber reinventarse o actualizarse en el momento justo para seguir captando el interés de su comunidad, algo que curiosamente ha sido su talón de Aquiles durante los últimos años, en los que a pesar del éxito de CS:GO los jugadores han pedido más cambios para mejorar, sobre todo a raíz del lanzamiento de Valorant y tras ver la implicación de Riot Games con su shooter competitivo.

Estas líneas las escribimos, precisamente, cuando los rumores sobre la actualización de CS:GO al motor Source 2 son más intensos que nunca, apareciendo mencionado en los drivers de NVIDIA, con una beta inminente según varios insiders y con referencias a una actualización en los archivos de DOTA 2.

Es por ahí por donde pasa el futuro de Counter-Strike. El cambio al motor Source 2 servirá para dar un lavado de cara al juego a nivel técnico (tampoco os esperéis que sea una revolución ya que la prioridad sigue siendo funcionar en un gran número de equipos) y también puede retocar bastantes cosas a nivel jugable como las físicas de las granadas o de los propios disparos que ven a hacer que tengamos que reinventarnos como jugadores.

A partir de aquí va a ser lo que Valve quiera, de entrada a nosotros nos gustaría poder ver un cambio en el modo competitivo, al que le vendría fenomenal estar dividido por temporadas y con un mejor ajuste en el sistema de rangos para hacerlo más justo, divertido y adictivo para los jugadores.

Además, tras esta actualización, que en principio no va a ser un nuevo juego como tal, es probable que el nombre de CS:GO desaparezca para pasar a denominarse, simplemente, Counter-Strike, sin apellidos, sin sobrenombres, manteniendo su esencia y convirtiéndose en un juego como servicio infinito que va a durar, como poco, 23 años más.

Saúl González

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