La saga Pokémon se estrenará con una nueva entrega este mes de noviembre con Pokémon: Let's Go, Pikachu! / Let's Go, Eevee! para Switch, y para ir calentando motores hemos decidido repasar este verano todos los juegos de la saga, desde las entregas principales a los spin-off, uno cada día, los meses de julio y agosto.
Son más de 20 ańos de historia, con multitud de títulos, desde los más conocidos hasta curiosos y extrańos spin-off, que también repasaremos.
Acompáńanos en nuestro Verano de Pokémon.
- Pokémon Edición Roja y Edición Azul (1999)
- Pokémon Pinball (2000)
- Pokémon Snap (2000)
- Pokémon Amarillo (2000)
- Pokémon Trading Card Game (2000)
- Pokémon Stadium (2000)
- Pokemon Oro y Plata (2001)
- Hey You, Pikachu! (2000)
- Pokémon Puzzle League (2001)
- Pokémon Puzzle Challenge (2001)
- Pokémon Stadium 2 (2001)
- Pokémon Cristal (2001)
- Pokémon Rubí y Zafiro (2003)
- Pokémon Pinball: Rubí y Zafiro (2003)
- Pokémon Channel (2004)
- Pokémon Colosseum (2004)
- Pokémon Rojo Fuego y Verde Hoja (2004)
Pokémon Box: Rubí y Zafiro (2004)
Siendo sinceros, el título del que hoy hablamos no podríamos considerarlo un juego en sí mismo, ya que, en realidad, Pokémon Box: Rubí y Zafiro no deja de ser un disco de expansión con el que pudimos ampliar nuestra experiencia y posibilidades en Pokémon Edición Rubí, Zafiro y Esmeralda.
De hecho, para "jugar" necesitábamos obligatoriamente una Game Boy Advance con una de las tres ediciones anteriormente mencionadas conectada a una GameCube, lo que nos abría la posibilidad de almacenar hasta 1.500 Pokémon distintos en una tarjeta de memoria del cubo de Nintendo que tuviese, como mínimo, 59 bloques libres.
Como podréis intuir, estamos ante lo que se podría definir como el precursor del actual Banco Pokémon, ya que su principal función era la de darnos multitud de huecos adicionales para que pusiésemos a nuestras criaturas favoritas a buen recaudo.
Además, como herramienta "organizadora" era perfecta, ya que nos permitía ver todos los datos de nuestras mascotas y organizar las cajas de una forma muchísimo más cómoda, dándoles diferentes aspectos visuales para que fuésemos capaces de reconocerlas con tan solo un vistazo. Por supuesto, el título incluía varios métodos de organización para ordenarlos según distintos criterios.
Otro de los incentivos que ofrecía este disco era el de recibir hasta cuatro Pokémon diferentes con un movimiento que no pueden aprender de ninguna otra manera (por ejemplo, un Pichu con Surf), aunque para recibir cada uno teníamos que alcanzar un número determinado de criaturas almacenadas en nuestra tarjeta de memoria. Además, si queríamos traspasarlos a nuestras ediciones de GBA teníamos que cumplir una serie de requisitos, como haber capturado al menos 100 monstruos de bolsillo distintos.
Tampoco podemos olvidarnos de mencionar una de las características más interesantes que ofrecía Pokémon Box: la posibilidad de jugar a Pokémon Edición Rubí y Zafiro en nuestro televisor. Por desgracia, esta función solo era compatible con estas dos ediciones, por lo que no podíamos disfrutar de nuestras aventuras de Esmeralda, Rojo Fuego y Verde Hoja en la pantalla grande.
Al tratarse más de un complemento que de un juego propiamente dicho, sus métodos de distribución fueron bastante peculiares, ya que no llegó a venderse de forma tradicional en todas las regiones.
Por ejemplo, en Japón el título se vendió a precio reducido, incluyendo de forma gratuita una tarjeta de memoria de 59 bloques, mientras que si nos queríamos hacer con él en Estados Unidos, nuestra única alternativa era visitar el Pokémon Center de Nueva York.
Finalmente, en Europa lo tuvimos todavía más difícil, ya que solo se vendió en el Club Nintendo a cambio de 4.000 puntos estrella. La otra opción era comprarse un pack especial de la consola GameCube que incluía Pokémon Colosseum, un mando, una tarjeta de memoria de 251 bloques y Pokémon Box, de modo que si ya teníamos esta plataforma, esta opción no es que tuviese mucho sentido.
Como veis, Pokémon Box: Rubí y Zafiro no deja de ser una rareza surgida a raíz de las limitaciones y necesidades de la época, y, como tal, hemos considerado importante recordar lo que supuso y su influencia en el Banco Pokémon que hoy podemos disfrutar en Nintendo 3DS.