Bethesda ha demostrado ser una de las thirds más volcadas por llevar el catálogo y sus principales videojuegos a la consola de Nintendo, Nintendo Switch. En los primeros meses de vida de la máquina, la firma ha llevado títulos como The Elder Scrolls V: Skyrim y DOOM, y próximamente pondrá a la venta Wolfenstein II: The New Colossus. Pero, ¿están funcionando estos juegos? ¿Se lanzarán más? Pete Hines cree que sí: la compañía está contenta.
Buscando su público en la consola de Nintendo
"Un juego como Doom, Skyrim o Wolfenstein II tienen su propio público y audiencias en consolas. Lo hemos visto hasta la fecha.
No tenemos una bola de cristal que nos ayude a saber qué juego será un éxito de ventas, pero ya lo hemos comprobado con anterioridad, y creemos que si apoyamos a nuestros juegos tendremos resonancia y claro, las aplastantes ventas de hardware por parte de Nintendo han sido geniales", explica Hines.
"Cuando hablamos de llevar nuestros juegos a la consola, se mostraron encantados. El último juego de Nintendo que habíamos editado era un título de Nintendo DS, Star Trek Tactical Assault o algo así. No mantuvimos demasiadas relaciones con Nintendo y su hardware en bastantes años, pero siempre estábamos hablando con ellos", añade Hines sobre su relación con la firma japonesa.
"Nuestra filosofía en Bethesda no ha cambiado un ápice mientras yo he formado parte de esta compañía, que no es otra que hacer todo lo posible por hacer los mejores juegos y llevarlos a tantas plataformas como los diseñadores quieran. En el caso de Switch, sí, debemos hacer un pequeño esfuerzo para asegurarnos de que funcionan bien y lo hacemos de forma correcta", comenta el directivo de Bethesda.
"No queremos cortar por la mitad la historia o hacer sacrificios que puedan cambiar el sentir del juego, pero si un dispositivo puede admitir y soportar el título que estamos haciendo, haremos lo posible por llevarlo a él. Nuestro objetivo no es otro que hacer que tanta gente como sea posible disfrute de los grandes videojuegos que hacemos", concluía.
