Análisis de Wolfenstein II: The New Colossus (Switch)

Los jugadores de PS Vita y Wii U tuvimos que encontrarnos muchas veces con la excusa de que el hardware de ambas consolas no permitía versiones de juegos de otras plataformas más potentes. Viniendo de la generación de Wii, a la que se adaptaban todos los juegos que hiciesen falta y más, sabíamos que si una plataforma tenía éxito las compañías harían todo lo posible por llevar sus juegos a ella. Y Switch nos vuelve a dar la razón.

Compañías como 2K, Electronic Arts y Bethesda nos han demostrado que se pueden adaptar grandes títulos a la consola híbrida de Nintendo. Sí, algunos resultados son mejores y otros son peores, pero lo que está claro es que gracias al éxito de Switch, vamos a ver cada vez mayores esfuerzos por ofrecer juegos tan cercanos como sea posible a las versiones de sobremesa.

El sello de Bethesda

Como sabéis, en su momento ya le dedicamos un extenso análisis al juego que hoy nos ocupa, y que podéis leer aquí. Antes de meternos en los detalles de esta versión os queremos hacer un pequeño resumen de lo que es este título, uno de los grandes ejemplos de lo que Bethesda es, al menos, hasta el momento, a falta de ver hasta dónde el multijugador se convierte en una prioridad para una compañía que no pudo salvar a un "player 1" que no quiere que lo salven.

Wolfenstein II: The New Colossus es una divertida y completa aventura de disparos en primera persona para un jugador, con mucho sabor clásico, pero que también se adapta a las exigencias actuales. La campaña nos cuenta una historia muy interesante, repleta de crítica social y que ahonda en los problemas de los personajes, pero que no escatima cuando toca volverse locos y propiciar escenarios para dar rienda suelta a espectaculares combates.

Este título nos ofrece una enorme cantidad de horas de juego, con coleccionables y misiones secundarias que se suman a la extensa y variada aventura principal. Desde luego, e independientemente de la plataformas, a poco que os interese este tipo de juego, es un auténtico imprescindible.

Encajando en Switch

Wolfenstein II: The New Colossus es un juego desarrollado originalmente para Xbox One, PC y PlayStation 4, así que para hacerlo funcionar en Nintendo Switch se han tenido que realizar una serie de sacrificios. Es normal. Hoy en día queremos consumir los productos donde y cuando queramos, y entendemos que no vamos a obtener el mismo resultando viendo un bluray en casa que una serie en el móvil tirando de datos. Lo importante es que tengamos opciones.

Y si elegimos la opción de jugarlo en Nintendo Switch, pues tenemos nuestras ventajas y nuestros inconvenientes. En la parte positiva, obviamente, jugarlo en cualquier parte, y poder aprovecharnos de aspectos como el control por movimiento (a lo Splatoon, pero pudiendo complementar con el stick también vertical), algo que a nosotros nos parece muy útil.

Lo negativo se limita básicamente a la reducción de la calidad gráfica, tanto en las texturas, iluminación y resolución como en la tasa de imágenes por segundo, que pasa a las 30. En cualquier caso, creemos que se ve bastante bien. Para una consola como Switch nos parece que está a un muy buen nivel, tal y como podéis ver las imágenes que hemos capturado y que acompañan al texto.

De hecho, la mayoría de las texturas y de la iluminación sigue aguantando muy bien, y la principal queja sería los momentos en los que la resolución baja más de la cuenta. Al usar resolución dinámica, tenemos algunos momentos en los que se ve muy borroso. La mayoría de caídas en la resolución son perdonables, pero hay otras que son demasiado notorias. Por suerte, éstas son las que menos ocurren.

El objetivo de la resolución dinámica es poder mantener una tasa de imágenes estable, y eso es algo que consigue. A pesar de ir a 30 se controla muy, muy bien, con una respuesta rápida tanto con los sticks como con el giroscopio, y el motion blur añadido le ayuda a suavizar los giros de cámara.

Matando nazis en cualquier parte

Seguramente, ya sepáis si Wolfenstein II: The New Colossus es para vosotros o no. Si queréis los mejores gráficos y 60 imágenes por segundo, tendréis que jugar en otra plataforma; si por otra parte, lo que queréis es portabilidad y queréis aprovecharos de nuevas opciones de control, la versión de Switch nos parece una opción de lo más válida. Eso sí, habría estado genial si hubiese incluido algún contenido descargable, cosa que no hace.

La mayor pega que le podemos poner al apartado gráfico son los bajones en resolución porque, aparte de eso, seguramente sea uno de los juegos que mejor se ven en una consola portátil. Además, se controla muy bien, que en un juego de disparos es uno de los factores principales. Si quieres matar nazis en cualquier parte y estás dispuesto a hacer algunas concesiones gráficas, no te vas a arrepentir con esta versión.

Hemos realizado este análisis en Switch con un código proporcionado por Ziran.