Kirby es un personaje que, además de carismático como él solo, suele protagonizar dos tipos de juegos muy diferentes. Por un lado, tenemos los de su saga principal de plataformas, los cuales rara vez decepcionan y, a pesar de estar cortados casi todos por un patrón muy similar, siempre dan a los fans justo lo que quieren: pura diversión sin muchas complicaciones. Por otra parte, están sus spin-off, productos muy experimentales que pueden salir más o menos bien, pero que suelen tener personalidad y ofrecer algo único y diferente.
Ahora, la adorable bola rosa de Nintendo se prepara para debutar en Nintendo Switch con Kirby Star Allies, un título de corte clásico, de esos que ya sabemos qué es lo que nos van a dar incluso antes de coger el mando, por lo que la gran duda que realmente nos queda es: ¿hasta dónde será capaz de llegar?
Por suerte, en Vandal ya tenemos una copia de su versión final y hemos podido comenzar nuestra nueva aventura por Dream Land, por lo que ya empezamos a hacernos una ligera idea de la respuesta a esta cuestión, aunque, evidentemente, todavía nos queda mucho juego por delante y es demasiado pronto como para emitir veredicto alguno, algo que nos reservaremos para su respectivo análisis cuando llegue el momento.
Kirby y sus amigos
Como hemos dicho, en esencia nos encontramos ante un Kirby que sigue la fórmula clásica de la serie, es decir, plataformas en dos dimensiones donde podremos volar, aspirar para tragarnos o escupir enemigos y objetos, y copiar todo tipo de habilidades para ganar nuevos y útiles poderes que nos ayuden a abrirnos camino, ya sea por sus beneficios en la batalla o por darnos la clave para resolver algún que otro puzle del entorno.
Si habéis jugado a cualquiera de sus entregas anteriores, no tardaréis ni medio minuto en sentiros como en casa, ya que los controles no han cambiado casi nada, más allá de la inclusión de algunos poderes nuevos y ciertos movimientos inéditos.
Para esta ocasión, el equipo ha decidido recuperar el divertidísimo multijugador cooperativo para hasta cuatro jugadores del que hacía gala Kirby's Adventure (Wii), aunque potenciándolo y dándole un mayor peso y protagonismo en la jugabilidad, ofreciéndonos así más posibilidades de acción y condicionando en cierta manera el diseño de niveles para que la cooperación entre jugadores o con la IA sea imprescindible.
En vez de controlar a personajes predefinidos, ahora los jugadores que no adopten el rol de Kirby encarnarán a los enemigos que convirtamos en nuestros aliados lanzándoles un corazón con el botón X, por lo que dispondrán de todos sus poderes. De hecho, también tendrán la posibilidad de lanzar corazones para así cambiar sus habilidades y forma por los de otros rivales que haya en pantalla y que consideren más convenientes.
De todos modos, el primer jugador sigue siendo el que tiene la voz cantante, por lo que el scroll de la pantalla siempre le seguirá a él, arrastrando hasta su posición a quienes se queden detrás, y solo se perderán vidas si es él el que acaba muriendo. De hecho, también tiene la capacidad de sobrescribir a su gusto los poderes de sus compañeros con las habilidades que copie.
Aprovechando la presencia de cuatro personajes en pantalla, también se han añadido habilidades y poderes cooperativos para que podamos crear efectos únicos. Por norma general, estos se suelen dividir en elementales y de arma, de modo que si el jugador que tiene un arma, como una espada, la levanta hacia arriba, y otro con un poder elemental, como el del fuego, lo usa con el primero, este ganará una espada de fuego con propiedades tanto de corte como con la capacidad de quemar cosas, así como daño adicional.
Estos son los ejemplos más básicos, aunque hay alguna que otra sorpresa esperando a que probemos a combinar habilidades, lo que crea una dinámica de colaboración constante para adaptarnos a todas las situaciones que vayan saliendo a nuestro paso. De todos modos, siempre que tengamos dudas, podemos consultar todas las posibles combinaciones del poder del que dispongamos desde el mismo menú de pausa, por lo que no hay mucho secreto en ellas.
Como podéis imaginar, muchos "puzles" para acceder a secretos y coleccionables nos requerirán de ciertas combinaciones, aunque, por lo que llevamos jugado, estas siempre son muy evidentes. Además, existen muchas de ellas que tienen efectos muy parecidos o casi idénticos, por lo que, a excepción de algunos casos más concretos, tendremos cierta libertad a la hora de resolverlos.
De momento, esto nos gusta y hemos llegado a ver combinaciones muy originales y sorprendentes, aunque, actualmente, no podemos quitarnos de la cabeza la sensación de que la mayoría son un tanto genéricas y que a la idea no se le termina de sacar todo su potencial. Por ejemplo, Kirby 64, a pesar de sus fallos, tenía un sistema similar con el que podíamos mezclar dos habilidades para crear una completamente nueva que hacía gala de mucha más imaginación e inventiva. Eso sí, lo bueno de Star Allies es que estos poderes combinados suelen cambiar ligeramente nuestra forma de movernos y atacar, lo que le hace ganar riqueza a las batallas, uno de los puntos fuertes de esta entrega y donde más brilla.
Por supuesto, en lo que respecta a movimientos cooperativos vuelve la posibilidad de "besar" a nuestros compañeros traspasándoles con la boca la comida que comamos para que ellos también recuperen salud. También podremos subirnos encima de ellos (algo a lo que no le hemos visto mucho sentido todavía) y, en el caso de que caigan derrotados, acercarnos a ellos para resucitarlos.
Probablemente, muchos de vosotros os estéis llevando las manos a la cabeza pensando en cómo esta apuesta por el multijugador puede afectar a la experiencia para un jugador, al obligarnos a jugar con la IA cuando no tengamos amigos cerca dispuestos a explorar Dream Land con nosotros. Por suerte, nuestros compañeros responden sorprendentemente bien y son realmente útiles (incluso demasiado), atacando de forma constante y evitando daños "tontos", de modo que no tendremos que hacer de niñera de nadie.
Es más, si estamos ante un puzle y los poderes necesarios para resolverlo lo tienen dos de nuestros aliados, nos bastará con pulsar arriba brevemente para que estos colaboren entre sí y hagan la acción necesaria para alcanzar el secreto en cuestión. Evidentemente, no es tan divertido jugar con la IA como con nuestros amigos y familiares, pero siempre es de agradecer que la experiencia no se resienta lo más mínimo por ello y que el título puede ser perfectamente disfrutado tanto en solitario como en compañía.
Entrando ya en lo que es su diseño de niveles, volvemos a encontrarnos con una aventura muy lineal y fácil donde rara vez moriremos (en el momento de escribir estas líneas, hemos acumulado más de 110 vidas) y en la que nos abriremos camino, principalmente, a guantazo limpio. El juego está plagado de enemigos, minijefes y jefes que nos obligarán a sacarle partido a las habilidades y poderes que obtengamos en batallas muy frenéticas y satisfactorias.
Por supuesto, el plato fuerte en este sentido lo tenemos en los jefes finales, más numerosos que nunca, con varias fases y con multitud de rutinas de ataque y movimientos únicos, lo que hace de estas luchas algo realmente espectacular, caótico por momentos al haber cuatro personajes repartiendo leña y tremendamente divertido.
Quizá nuestro mayor temor en estos momentos sea que el título nos está pareciendo demasiado fácil incluso para tratarse de un Kirby. Los secretos y coleccionables (en forma de piezas de puzle a recoger, de las cuales siempre hay una especial y única por fase) suelen estar muy a la vista y los niveles no dan mucho margen como para que nos desviemos y exploremos, por lo que a poco que exploremos un mínimo encontraremos todo lo que supuestamente debería estar oculto. Además, tal y como hemos dicho, las soluciones a los puzles para acceder a estas zonas secretas, son tremendamente obvias, por lo que lo normal es salir de las fases con todo encontrado en nuestra primera visita a las mismas.
Esto es algo que también se aplica a los combates, ya que la IA aliada es capaz incluso de destrozar jefes por nosotros sin que tengamos que hacer demasiado, por lo que solo nos queda confiar en que esto sea algo que cambie y mejore de cara a la segunda mitad de la aventura.
La serie nunca se ha caracterizado por ser especialmente desafiante, pero, al menos, las entregas anteriores sabían esconder muy bien sus secretos para hacer de la obtención del 100% un reto estimulante, algo que, de momento no nos está pareciendo así. Repetimos, apenas llevamos tres mundos, por lo que todo esto puede cambiar.
A pesar de todo, el título sabe mantenerse en todo momento como una experiencia divertida, entretenida, variada y muy disfrutable, por lo que pocas pegas podemos ponerle a su desarrollo, más allá de lo anteriormente comentado con respecto a la dificultad y a la búsqueda de secretos, algo a lo que habría que sumarle un diseño de niveles al que a veces le cuesta arriesgar para crear situaciones únicas y originales.
Hay muchas más cosas sobre ellos y sus contenidos que nos gustaría comentaros y que nos han parecido todo un acierto, aunque todavía no se nos permite decir más al respecto, por lo que tendréis que esperar un poco más para descubrir todo lo que el juego tiene que ofrecer.
A nivel gráfico, estamos ante un juego precioso y con un colorido realmente bueno, algo que no solo se queda en lo artístico, sino también en lo técnico, con unas animaciones fantásticas, un rendimiento ejemplar, unos modelados detalladísimos, unas texturas buenísimas y unos escenarios plagados de elementos que los dotan de vida y que hacen gala de unos diseños muy variados y sorprendentes. Ojo, todo esto no se limita al modo sobremesa, ya que en modo portátil también se ve bonito como él solo, por lo que os recrearéis la vista igual independientemente de la forma en la que lo juguéis.
El sonido tampoco falla, con una banda sonora muy animada y repleta de temas peligrosamente pegadizos que no tardaremos en tararear sin darnos cuenta, mezclando tanto composiciones clásicas (tanto "remasterizadas" como con su audio original) como otras completamente nuevas y con la misma calidad de siempre. Por su parte, los efectos son tan variados y reconocibles como en entregas anteriores.
Como veis, aunque todavía nos queda mucho por jugar, descubrir y comentar, la nueva aventura de Kirby nos lo está haciendo pasar realmente bien. Además, esta no hace más que mejorar, ya que cada nivel que jugamos suele ser mejor que el anterior, por lo que tenemos muchas esperanzas en que su segunda mitad no decepcione y engrandezca el juego.
Quizá, de momento, no nos esté pareciendo tan redondo ni imaginativo como Kirby: Triple Deluxe o Kirby: Planet Robobot (las dos entregas de la saga principal más recientes), pero eso no quita que los fans de esta glotona bola rosa puedan respirar tranquilos y estar de enhorabuena para celebrar con alegría su regreso el próximo 16 de marzo.
Hemos realizado estas impresiones gracias a un código de descarga que nos ha facilitado Nintendo.