La serie Need for Speed cumplió el año pasado su 20 aniversario, y Electronic Arts lo celebró con un año sabático, después de más de una década en la que siempre tuvimos una entrega anual de la saga. Esto ha servido para que Need for Speed vuelva con fuerzas renovadas y un reinicio en su nombre, algo que primero se puso de moda en el mundo del cine, y que ahora estamos viendo con muchos videojuegos, que hacen borrón y cuenta nueva titulándose como la entrega fundacional.
Realmente este nuevo Need for Speed no pretende parecerse al juego de 1994 para la fracasada consola 3DO, sino más bien a la exitosa serie Underground que disfrutamos en 2003 en PlayStation 2, Xbox, GameCube y PC. Para que os hagáis una idea del éxito de estos juegos, los primeros Underground son dos de los títulos más vendidos de la historia de PS2, con unos 7 millones de copias cada uno, una cifra que hoy en día parece imposible alcanzar por un juego de coches arcade. De hecho este género no vive sus mejores momentos comerciales, y en EA han pensado que quizás una buena manera de revitalizarlo sea recuperar la esencia de los juegos más exitosos de la saga, algo llevan pidiendo durante años muchos jugadores.
A cargo de este proyecto está Ghost Games, un estudio sueco fundado en 2011 para hacerse cargo de la saga, que está formado en gran parte por exempleados de los británicos Criterion Games, y que en 2013 ya nos ofrecieron el más que correcto Need for Speed Rivals. La semana pasada viajamos hasta sus oficinas en Gotemburgo para poder jugar las primeras horas de este nuevo Need for Speed, lo que nos ha servido para hacernos una buena idea de lo que ofrecerá esta nueva entrega, que quiere complacer a los jugadores que llevan años pidiendo el regreso de la personalización y el tuning.
Volvemos a estar ante un juego de coches en mundo abierto, que se desarrolla en la ciudad ficticia de Ventura Bay, una especie de Los Ángeles en la que siempre jugamos de noche, entre el atardecer y el amanecer, y con el asfalto mojado, ya que llueve en diferentes momentos a lo largo de esta noche sin fin. Una de las primeras cosas que llama la atención son sus vídeos de imagen real con actores, como si se tratara de un regreso a los 90 con las escenas FMV (full motion video), que se pusieron de moda con la llegada del CD.
Nosotros las vivimos desde una perspectiva en primera persona, somos el protagonista, y cuentan con una calidad excelente, están bien rodadas, y los actores resultan agradables y simpáticos. A destacar lo bien hecho que está cómo han integrado los coches del juego en las escenas reales, ya que podemos verlos con toda la personalización visual que hayamos realizado dentro de estas secuencias. Puede que estos vídeos vayan a ser un tanto polémicos, son especialmente abundantes en el inicio del juego, pero se pueden saltar, y le dan un toque de personalidad a este nuevo Need for Speed.
El arranque del juego entre escenas de vídeo, explicaciones y tutoriales es bastante lento, tanto literal como conceptualmente, ya que los coches con los que empezamos a jugar no son muy potentes y se manejan bastante mal, lo que transmite unas primeras sensaciones extrañas. No es hasta que empiezas a mejorar los vehículos a cambio de dinero cuando descubres cómo cambian las cosas, ya que la personalización de los coches en este nuevo Need for Speed es una auténtica pasada, tanto en lo visual como en la mecánica.
Lo primero que debes mejorar si quieres ser competitivo son las prestaciones, lo que te va a permitir correr más rápido y mejor. Menos peso, mayor aceleración, más velocidad punta, mejor frenada, o la importante instalación del sistema de nitro, una inyección de velocidad vital para ganar las carreras. Podemos mejorar el filtro de aire, el sistema de refrigeración, el colector de entrada, el sistema de combustible y el eléctrico, el bloque de motor, el árbol de levas, las culatas, el colector de escape, el nitro, la suspensión, los frenos, los neumáticos, barras estabilizadoras y un largo etcétera, como veis no falta nada, y para que no os maree todo esto si no entendéis de mecánica, vemos fácilmente qué piezas mejoran las estadísticas del coche, con las cifras en color verde, como si se tratara de un juego de rol. Estas piezas se adquieren con dinero, aunque para desbloquearlas tendremos que tener el suficiente nivel de reputación.
Luego tan importante como esto es ajustar el manejo, básicamente definir cómo queremos que se comporte el coche sobre el asfalto, si con más derrape o agarre. Podemos hacerlo de manera muy detallada ajustando cada apartado (respuesta de la dirección, asistencia a la frenada, control de salida, diferencial, carga aerodinámica, fuerza de frenada, rigidez de los amortiguadores, fuerza del freno de mano, etcétera), pero también podemos definir el manejo de un modo rápido y automático, con una barra deslizante que a la izquierda ajusta el coche en derrape, y a la derecha en agarre. Conviene trastear mucho con esto, ya que cambia de manera radical la manera de jugar. Tanto que con el derrape bien definido, podemos solucionar la gran mayoría de las curvas sin ni siquiera pisar el freno, ya que con un apropiado toque de dirección derrapamos.
Por último queda la personalización estética, la parte más espectacular del juego, que apenas tiene relevancia en lo jugable. Llevamos años leyendo comentarios de jugadores que querían que volviera el tuning a los Need for Speed, y lo hace por todo lo alto, no recordamos un juego de coches en el que tengamos unas opciones de personalización tan detallas, es francamente sorprendente. El capó, el parabrisas, el parachoques, los faros, las ruedas, las llantas, alerones, guardabarros, la matrícula o hasta el equipo de sonido, no hay parte del coche que no se puede cambiar, con un gran detalle. Con una enorme libertad para aplicar pinturas y pegatinas, a los que disfruten de "tunear" un coche se van a pasar horas editando. Además como ocurre con acierto en la saga Forza Motorsport, la comunidad podrá compartir sus diseños a través de internet.
Por lo que hemos visto hasta el momento no parece que vaya a haber muchísimos coches, ya que se han preocupado más que de la cantidad, de que estos sean totalmente diferentes entre sí, y la personalización sea lo más minuciosa posible, algo que han conseguido con creces. Tenemos marcas como BMW, Chevrolet, Dodge, Ford, Honda, Lamborghini, Lotus, Mazda, McLaren, Mercedes, Mitsubishi, Nissan, Porsche, Subaru, Scion, Volkswagen y Volvo, y no creemos que vayáis a tener problemas para encontrar más de un coche de vuestro agradado, además teniendo en cuenta que han incluido algunos de los que ya vimos en los Need for Speed: Underground, apelando a la nostalgia de los jugadores.
Una vez que nuestro coche esté listo toca salir a correr por las calles de Ventura Bay, donde nos encontramos las cinco formas de jugar, cinco sistemas de puntuación diferentes que cuentan con sus propias tramas y personajes reales del mundo del motor. Esto quiere decir que en las pruebas y carreras además de dinero, que utilizamos para comprar elementos para los coches, obtenemos puntos de reputación, que son los que aumentan nuestro nivel de experiencia, y nos permiten desbloquear misiones y nuevas piezas.
La primera facción, por llamarlo de una manera, es Velocidad, los puntos que obtenemos por ir lo más rápido posible, en una trama protagonizada por el peculiar Magnus Walker, un coleccionista de Porsche 911, que cuenta con más de 40 de estos coches. Estilo, lo bien que controlamos el arte del derrape, con el conocido Ken Block a la cabeza, que ya vimos en varios juegos de Codemasters. Tuneado, los puntos que nos dan por lo bonito que llevemos el coche, con Akira Nakai, una eminencia del mundo del tuning. Equipo, los puntos que obtenemos cuando jugamos junto a otros jugadores, con Risky Devil, conocido en el mundillo de las carreras callejeras. Y por último Forajido, escapar de la policía y destruir mobiliario urbano, con Morohoshi-san, líder de una banda criminal japonesa, sí, de verdad.
Dependiendo de nuestras acciones obtendremos más o menos puntos en una de las cinco formas de jugar, pero todas suman en nuestro nivel de reputación, importante para ir avanzando en el juego. Las pruebas que jugamos no fueron muy variadas, carreras de un punto a otro del mapa en las que tenemos que intentar quedar los primeros, o competiciones a ver quién consigue más puntos derrapando. Se puede decir que derrapar es el núcleo de la jugabilidad, ya sea usando el freno de mano, o simplemente moviendo la dirección, si tenemos configurado el manejo del coche muy orientado al derrape. La conducción de este nuevo Need for Speed es radicalmente arcade, así que quien busque una experiencia de conducción un poco profunda o realista aquí no va a encontrarla.
Para seguir la acción podemos elegir las cámaras de parachoques, del capó, de persecución, de persecución lejana y dinámica, esa con la que se presentó el juego y que acerca la imagen cuando derrapamos. Aunque a mucha gente no gustó, creemos que en esta versión la han ajustado un poco, y se juega bastante bien con ella, y le da un toque de personalidad a las carreras. Otros detalles que tenéis que conocer son que no hay cámara de cabina, y de momento no hay transmisión manual, pantalla partida para jugar desde la misma consola ni compatibilidad con volantes, aspectos que están estudiando sus responsables.
Las carreteras son muy amplías, y además con poco tráfico, y todo está dispuesto para que derrapemos durante decenas de metros. El juego está diseñado para que sea lo más dinámico posible, e incluso podemos obviar el mundo abierto, aunque hay algunas recompensas si lo exploramos. Podemos realizar viaje rápido a todas las pruebas o al garaje, y nunca tenemos que dar un paseo de más si no queremos. Igual de ágil es comenzar una partida online, o invitar a un amigo a tu partida, y poder jugar juntos todas las misiones de la historia.
Hay que aclarar que en este Need for Speed estamos en un mundo abierto por el que se mueven coches controlados por la inteligencia artificial y otros por jugadores, como si se tratara de un MMO, ya que exige conexión permanente a internet. Se podrá jugar si no estás suscrito a Xbox Live Gold y PlayStation Plus, pero solo en solitario, no contra otros tres jugadores. ¿Por qué no ofrecen la opción de jugar desconectados? Pues no lo acabamos de entender muy bien, pero el caso es que en cuanto te desconectas de los servidores, por cualquier motivo, el juego te expulsa de manera inmediata, nos pasó varias veces durante nuestra sesión, que hay que dejar claro que era con una beta en pruebas.
Hay algunas detalles de esta beta que no nos han convencido, como la policía, que es demasiado fácil eludir, y no ofrece ningún reto ni se comporta con un mínimo de inteligencia. También en el resto de pruebas hemos notado la dificultad un tanto desajustada, y nos ha parecido demasiado fácil a poco que hayas mejorado el coche, los rivales no presentan un desafío. Tampoco nos ha gustado la poca variedad de pruebas que encontramos, e imaginamos que es una limitación de la beta, que todavía no quiere mostrar todas sus cartas.
Gráficamente tiene aspectos muy buenos gracias al Frostbite, como la iluminación, el efecto del asfalto mojado o el nivel de detalle de los escenarios y los coches. Pero la beta que jugamos, en PlayStation 4, todavía tenía mucho trabajo por hacer. Contaba con problemas como reaparición repentina de elementos, ciertos problemas de framerate (el juego se moverá en ambas consolas a 30fps), y una sensación de velocidad que no nos pareció del todo conseguida. Además eso de estar corriendo constantemente por las calles de Los Ángeles y de noche nos causó cierta sensación de monotonía visual. Pese a que han dicho que en cuanto a carreteras es el doble de grande que Need for Speed Rivals, tenemos la sensación de estar corriendo todo el rato por los mismos sitios, echamos en falta cierta mayor variedad de localizaciones.
En la banda sonora vuelven a apostar por temas electrónicos que no nos han gustado demasiado, como ya ocurrió con Rivals, salvo alguno que otro como un tema del último disco de The Chemical Brothers. No es que no nos guste la música electrónica, es que no nos gusta esta en concreto, hija de "la era youtuber", con la que no conectamos. Creemos que los juegos de Criterion Games tenían mucho mejor gusto a la hora de elegir los temas, aunque por supuesto entendemos que esto de la música es algo muy subjetivo, y habrán hecho estudios de mercado que han dictaminado que es la más apropiada para un juego de estas características.
Underground 2.0
Aunque estas primeras horas nos han permitido comprobar cómo funciona el nuevo Need for Speed y entender cuál es su apuesta, hay ciertos detalles, los que menos nos han gustado, que no podremos saber si son problemas importantes hasta que no tengamos el juego final. Como la repetitividad de las pruebas, su monotonía visual, o una dificultad mal equilibrada. Su apuesta por la personalización, por ofrecer cierta carga narrativa, y una jugabilidad muy arcade, es algo que está bien realizado, y dentro de muy poco se demostrará si era lo que realmente querían masivamente los jugadores. Need for Speed se pondrá a la venta el 5 de noviembre en PS4 y Xbox One, y en primavera del año que viene en PC, y dentro de muy poco habrá disponible una beta donde podréis probarlo.
