Monster Hunter es una saga bastante veterana, con unos nada despreciables 13 años a sus espaldas. Esta saga, que como su propio nombre indica, nos propone cazar monstruos, es bastante popular en Japón, y aunque en Occidente cuenta con muchos fans y comunidades muy activas, su popularidad no se acerca a la que tiene en el país nipón.
Como habréis notado, Capcom se está poniendo las pilas con la nueva entrega de la saga, Monster Hunter World, preparándose para expandir su mercado y para sorprender a extraños y propios. Nosotros nos hemos ido hasta Osaka, a las oficinas de Capcom, y hemos jugado durante unas 15 horas a esta nueva aventura para contaros las primeras sensaciones en profundidad. Y decimos "primeras sensaciones" porque ya sabéis que en un Monster Hunter, 15 horas no son nada.
Más accesible, no más casual
Cuando Monster Hunter World se anunció, la reacción no fue la más positiva. Con el tiempo, con vídeos de la jugabilidad y demás, los ánimos se han calmado un poco, y ya parece claro que se trata de una entrega principal, y que aquí sólo vamos a encontrar más Monster Hunter. Sí, se han introducido cambios para hacerlo más accesible, pero hay que dejar claro que no es hacerlo más fácil o más casual, sino hacer que más gente puede acceder a él.
Así, veremos más opciones de control, más tutoriales o más indicadores en pantalla, y ciertas opciones para guiarnos mientras damos nuestros primeros pasos que pueden resultar redundantes para los expertos, pero que cualquiera que se inicie ahora en la saga –o que vuelva después de mucho tiempo– va a agradecer. Monster Hunter World quiere que sepamos en todo momento lo que está pasando, aunque sea nuestro primer juego.
Lo bueno es que tenemos diferentes opciones para personalizar la experiencia, y si no queremos ayudas, las podemos desactivar. Por ejemplo, si queremos, podemos tener en la esquina superior derecha indicadores con los golpes y combos del arma que estamos usando, podemos mostrar en pantalla los puntos de daños que estamos causándole a un enemigo, y podemos hacer que los objetos que queramos se combinen automáticamente para formar otros (dos hierbas hacen una poción, etcétera); y si no queremos ninguna de estas ayudas, las podemos desactivar.
Las primeras horas de juego están perfectamente guiadas (en el buen sentido de la palabra), y nos van explicando paulatinamente todas las opciones que Monster Hunter World ofrece. Tras crearnos nuestro personaje y a nuestro acompañante con un completo editor y conocer la base narrativa, vamos a nuestra base, donde nos podremos preparar, alimentar, mejorar nuestro equipo, forjar nuevo, cultivar hierbas y criar insectos, entre otras actividades.
Esta base nos servirá también para abastecernos y elegir misiones. Tenemos misiones principales, secundarias y encargos; estos últimos pudiendo hacerse en "segundo plano" mientras hacemos otras misiones, ya que normalmente consiste en eliminar un determinado de enemigo, recolectar un tipo concreto de planta, etcétera. La idea es que siempre tengamos cosas que hacer, y que cuando las hagamos pasemos por la base para recibir nuestra recompensa.
En la presentación sólo nos dejaron jugar hasta un determinado monstruo, y el tiempo restante lo pasamos en el modo "Expedición", que nos permite explorar los escenarios a nuestro gusto y encontrar nuevas misiones. Al preguntarle, el equipo de desarrollo nos ha asegurado que vamos a encontrar gran cantidad de contenido, y que no nos tenemos que preocupar por el endgame. También nos dijeron que están estudiando cómo ampliar el contenido con futuras actualizaciones, aunque no han entrado en detalles.
Comienza la caza
Durante este evento pudimos jugar tanto en solitario como con compañía, y aunque con un jugador Monster Hunter World divierte, con cuatro es cuando brilla. Los primeros monstruos nos van dejando entrever la variedad de mecánicas que van a ofrecer, y no vamos a tardar mucho en darnos cuenta de que hay que prepararse para los siguientes desafíos con las armas y las armaduras adecuadas.
Colaborando, la caza se hace mucho más divertida y emocionante, llevando diferentes tipos de armas y realizando estrategias para acabar con los monstruos. La esencia no ha cambiado mucho, aunque sí que nos ha llamado la atención que al haber pasado a escenarios más amplios y sin tiempos de carga, vamos a correr mucho detrás de los enemigos cuando huyen. Un monstruo puede echar a correr para escapar de nosotros, y hasta que volvemos a alcanzarlo pueden pasar varios minutos, algo que según en qué momentos se puede hacer algo molesto. Suponemos que la idea es animar a los jugadores a usar trampas y llevar equipo que pueda frenarlos, pero a nosotros nos pilló un poco por sorpresa.
En cualquier caso, los monstruos que hemos visto nos han gustado bastante, muy diferentes entre sí y desafiantes, con los últimos que tuvimos que derrotar obligándonos a farmear un poco para conseguir el equipo adecuado. Obviamente, es un proceso que es natural dentro de la saga, y como decimos, cuenta con contenido y con multitud de opciones para volver a ese contenido. Habrá que ver, claro, hasta que punto puede caer en la repetición.
Parece que la inclusión e integración de todos los sistemas del juego están muy bien medidas, y que entrará en este círculo de progresión que cada vez es más popular, y que sabe atrapar a los jugadores, particularmente si juegan con amigos.
Un salto de generación para todos los gustos
Obviamente, el estreno de la saga en las nuevas consolas trae consigo un apartado gráfico renovado que luce bastante bien. Gráficamente no es el mejor juego de la generación ni mucho menos, pero ha conseguido sorprendernos en muchos momentos. Los escenarios, las batallas y los monstruos dejan algunas estampas espectaculares, y va a ser uno de esos juegos en los que el botón de compartir va a dar mucho juego.
En el evento jugamos en PlayStation 4 Pro, y pasamos la mayoría del tiempo jugando en uno de los tres modos disponibles, centrado en ofrecer la mayor tasa de imágenes por segundo posible. En función de lo que esté pasando en pantalla, el framerate se acercará más o menos a 60 imágenes por segundo, pero teniendo en cuenta que se trata de una versión en desarrollo, es no podemos todavía juzgarla en este aspecto.
Los otros dos modos ya se han mostrado: uno prioriza la resolución y el otro los gráficos, y obviamente, uno renderiza el juego a más de 1080p (aunque parece claro que al menos la versión que probamos no llegaba a 4K) y el otro añade más detalle, mejores sombras, reduce el popping, etcétera. Siempre es bueno que tengamos opciones, y en este caso –al menos en PS4 Pro– podremos elegir el modo que más nos guste para jugar. Todos los modos tienen también la opción para jugar en HDR.
También es digno de mencionar el esfuerzo que está haciendo Capcom para adaptar el juego al castellano, que llegará no sólo con textos, sino también con voces en nuestro idioma. La traducción nos ha parecido muy buena, y estamos seguros de que es algo que los jugadores van a agradecer. No faltarán, claro está, las melodías épicas y los rugidos monstruosos que ambientarán la acción a la perfección.
El futuro de los cazadores
Estas primeras horas con Monster Hunter: World nos han encantado. Creemos que propone un acercamiento a la saga más accesible para nuevos jugadores, pero manteniendo intactas sus señas de identidad. Ahora que los jugadores están más acostumbrados que nunca a jugar en equipo a través de internet y a fórmulas como las de Destiny, quizás muchos usuarios puedan descubrir las bondades de esta saga que, en ciertas cosas, se adelantó a su tiempo.
Aun después de tantas horas de juego, sólo hemos visto un pequeño porcentaje del juego y es demasiado pronto para asegurar nada, pero sí que os podemos decir que nos lo hemos pasado genial y nos hemos quedado con ganas de más. Si os gusta Monster Hunter, no perdáis esta entrega de vista; si nunca habéis jugado pero os gustan los juegos de acción cooperativa, intentad darle una oportunidad.
Hemos escrito estas impresiones tras jugar durante dos días en un evento en las oficinas de Capcom en Osaka, al que fuimos invitados por Koch Media.