A finales de 1997 se habían vendido más de tres millones de copias de todas las entregas de la franquicia Strike, que durante la década de los noventa fue una de las más populares y queridas por los aficionados de un género que está de capa caída: los juegos de acción aérea, entre los que encontramos joyas como Ace Combat, H.A.W.X o Falcon. Aunque la línea que separa la simulación del arcade es bastante amplia, lo cierto es que este tipo de productos que tan buenos ratos nos hicieron pasar hace algunas décadas han pasado a un segundo plano a pesar de que todavía quedan algunos estudios que siguen apostando por ellos, independientemente de si se enfocan más en un estilo u otro.
Cleared Hot es una buena prueba de ello. Nacido a manos de un estudio primerizo, Not Knowing Corporation
Un claro sucesor espiritual, aunque con un toque de autenticidad
Para entender a qué nos referimos por la manida expresión de sucesor espiritual solo tenemos que ir desglosando todo lo que ofrece Cleared Hot. Hay helicópteros, vista isométrica, una cámara tridimensional que bebe de las influencias del salto del género a las 32bits, donde encontró su mejor acomodo; también hay enemigos, muchos, que nos disparan por todas partes; algunos misiles antiaéreos que nos complican la existencia y ponen a prueba el manejo de nuestra aeronave; comentarios desde cabina, tanto por parte de Travis, el protagonista caído en desgracia de toda esta historia, como de los personajes secundarios que nos indican cuáles son nuestros objetivos; también hay un minimapa que nos ayuda a saber en qué punto del mapa nos encontramos y, lo que es aún más importante: un imán (y una cuerda, claro) con el que podemos recoger objetos del suelo para diversos usos.
Estos objetivos de los que hablamos suelen consistir en destruir almacenes de armamentos o los propios dispositivos de seguridad que se encuentran distribuidos por distintos lugares del mapa, pero no son los únicos. Como decimos, en Cleared Hot nos ponemos en la piel de un piloto caído en desgracia, Travis, que tras desoír las órdenes de un superior para salvar a un compañero en apuros ve cómo su vida se viene abajo al ser atacado por un caza. No sabemos qué ocurre justo después, pero sí en qué desencadena todo treinta años más tarde: Travis es ahora un soldado sin rumbo que espera tener una nueva oportunidad de probar su valía y, de paso, también para salir de la bancarrota en la que se encuentra sumido desde hace algún tiempo.
Así que, tras un comienzo prometedor con un potente helicóptero, nos vemos pilotando un modelo muy parecido a un ultraligero con el que realizamos, a petición de un empleador, varias tareas rutinarias de transporte dentro de una granja situada en el sur de los Estados Unidos, al menos a juzgar por el fuerte acento sureño del que hacen gala los personajes. Lejos quedan los días de grandes operaciones militares. Travis es ahora un chico de los recados con el que transportamos primero gallinas de un corral a otro y después algunos tanques de gasolina que explotan a las primeras de cambio. Sin embargo, los acontecimientos dan un giro inesperado cuando un grupo de paramilitares deciden atacar la granja, lo que nos obliga a tomar medidas sobre la marcha.
¿Cómo sale Travis de este engorro? Muy sencillo: acabando con ellos de la forma más creativa que se le ocurra, ya sea aniquilándolos con las hélices del helicóptero, atrapándolos y luego lanzándolos por el aire con el imán o arrojando encima de ellos cualquier objeto (un contenedor, por ejemplo) de los que conforman el páramo sureño en el que trabajamos.
Un sucesor bastante modesto
Como podréis ver por esta descripción que os ofrecemos de las primeras misiones, hay un factor innegable en Cleared Hot: el sentido del humor tiene aquí un gran protagonismo. Esta es, a todas luces, la mayor diferencia que lo distingue de la franquicia Strike, mucho más centrada en llevar a la pantalla un conflicto bélico de la forma más realista posible, aunque siempre dentro de su imaginario, especialmente en el caso de las últimas dos entregas que vieron la luz. El tono de esta propuesta es mucho más humorístico, diríamos casi caricaturesco, ya no solo por el tipo de encargos que a veces realizamos, sino también por cómo se expresan los personajes, al más puro estilo tejano y dejando caer bromas con bastante frecuencia.
Además del cambio en el tono, también apreciamos que el motor gráfico del juego es bastante más humilde que el que pudimos disfrutar en su momento con los Strikes, al menos a juzgar por los primeros mapas a los que hemos tenido acceso. Aunque en la versión definitiva podremos disfrutar de tres biomas (desierto, jungla y ártico), por el momento solo hemos podido ver cómo rinde el juego en zonas desérticas, y lo cierto es que sin tener un equipo especialmente potente hemos podido disfrutar de unas fases repletas de acción sin problemas destacables a nivel técnico. También es cierto que los parajes que vemos no están muy poblados, aunque nos ha llamado la atención que ahora se le de una importancia mayor de la que esperábamos a la orografía. Podemos variar la altitud a la que pilotamos tanto de forma ascendente como descendente, pero al acercarnos a una montaña de un tamaño considerable, lo que vemos es cómo el aparato choca con ella, perdiendo algo de armadura en el proceso.
Un poco después, ya adentrados en las misiones siguientes, entendemos el porqué de esta decisión, y es que algunos mapeados nos obligarán a seguir un camino específico, como por ejemplo un río, mientras damos caza a todo lo que se mueve a su alrededor. Hay, en definitiva, algunas altitudes que sí son salvables, pero por el momento da la impresión de que Cleared Hot se centra más en establecer unos patrones específicos en las misiones que en disponer de grandes extensiones por las que ir completando misiones un poco como mejor nos venga en gana. Es cierto que al hacerlo se pierde parte de la esencia de los Strikes, pero como ya comentamos al principio de estas impresiones, no se trata de crear un clon, sino de desarrollar un producto similar con su propia personalidad.
Una personalidad propia
De esto podemos dar buena cuenta, ya que además del peculiar sentido del humor del que se caracteriza y de ofrecer un uso mucho más importante del imán, el juego también ofrece un contraste importante entre el día y la noche, como descubrimos en una misión. En ella pilotamos de noche, obteniendo unos efectos mucho más llamativos en cuanto a disparos y explosiones se refiere, algo que nos ha llamado poderosamente la atención. Hay que destacar también que el manejo propiamente dicho del helicóptero es muy intuitivo, ya que con un stick del mando controlamos la orientación, mientras que con el otro podemos desplazar la mira de nuestro objetivo, ya sea para emplear la munición convencional o los más poderosos misiles. También hemos probado las sensaciones que transmite jugando con ratón y teclado, con los que hemos obtenido buenos resultados.
Que el motor físico sea el aspecto en el que más esfuerzo se ha puesto también implica que contamos con una buena cantidad de estructuras que podemos derribar, lo que otorga un importante componente estratégico a los combates. Hay que tener esto muy en cuenta a la hora de enfocar Cleared Hot desde el punto de vista adecuado, ya que su vertiente arcade no implica que no tengamos que establecer ciertas estrategias a la hora de valorar cómo atacar una base enemiga.
Ya disponible en Acceso Anticipado
Además de todo lo expuesto, sus creadores han confirmado que el juego seguirá creciendo con nuevos helicópteros y opciones de personalización, cimentando un modo Campaña que ya apunta maneras. Lejos de ser una promesa lejana, Cleared Hot ya es una realidad tangible. El título acaba de aterrizar en formato de Acceso Anticipado en Steam, invitando a los jugadores a ser parte activa de su desarrollo. Si buscas revivir aquellos magníficos momentos que ofreció la franquicia Strike pero con un giro moderno, gamberro y basado en físicas, el momento de subirte a la cabina es ahora.






















