Lo que ha conseguido FromSoftware en los últimos años es la excepción que confirma la regla, de que los estudios japoneses no están pasando por su mejor momento, al menos no en lo que a grandes juegos para las consolas tradicionales se refiere, con un mercado de sobremesa que no deja de ceder terreno a los dispositivos portátiles. Primero con Demon's Souls (2009) en exclusiva para PlayStation 3 y luego con Dark Souls (2011) para todas las plataformas, sorprendieron al mundo y lograron sus mayores éxitos y popularidad, pese a llevar haciendo videojuegos de 1986. En unos tiempos en los que los juegos son cada vez más fáciles, te explican todo y te llevan de la mano para que no te pierdas, propusieron exactamente lo contrario, y los jugadores más dedicados abrazaron su propuesta con entusiasmo.
El pasado mes de marzo se lanzó Dark Souls II, y pese a no repetir el mismo equipo y director de las dos entregas anteriores -Hidetaka Miyazaki-, sus sustitutos consiguieron mantener el tipo, ofreciendo otro juegazo y manteniendo las señas de identidad de la saga, siendo sin duda uno de los mejores juegos de 2014. Con las nuevas consolas en el mercado, PlayStation 4 y Xbox One, ya antes de su lanzamiento fueron insistentes los rumores de que Dark Souls II podría llegar a estas, quizás más un deseo que informaciones con fundamento, aunque teniendo en cuenta la cantidad de remasterizaciones que está recibiendo la nueva generación, no era de extrañar.
Y finalmente el anuncio se produjo hace un par de meses, y el 3 de abril llegará Dark Souls II: Scholar of the First Sin a PlayStation 4 y Xbox One, pero también a PC, PlayStation 3 y Xbox 360, una versión definitiva del juegazo de acción y rol de FromSoftware, que incluirá todos los DLC además de una gran cantidad de mejoras, desde ajustes jugables a una historia ampliada. Hay mucha confusión en todo lo que rodea a esta nueva versión del juego, principalmente en lo que se refiere a cómo se actualizará para los que ya lo tenían en PS3, X360 y PC, ya que ni se ha explicado bien ni es fácil entenderlo rápidamente, así que vayamos por partes.
El 3 de abril se lanzará en formato físico y digital Dark Souls II: Scholar of the First Sin para PlayStation 4, PS3, Xbox One, X360 y PC, una versión que incluirá el juego original y sus tres contenidos descargables (Crown of the Sunken King, Crown of the Old Iron King y Crown of the Ivory King), además de una serie de mejoras, diferentes en PS4, Xbox One y ordenadores compatibles con DirectX 11, respecto a las que recibirán las versiones de PS3, Xbox 360 y ordenadores compatibles con DirectX 9.
Las mejoras y añadidos que tendrán todas las versiones de Scholar of the First Sin serán las incluidas en el parche 1.10, que será gratuito y que llegará en abril junto a la nueva versión del juego (en Japón este parche se lanzará en febrero). Por tanto todos los poseedores de Dark Souls II en PS3, Xbox 360 y PC podrán actualizar el juego sin coste adicional a la versión 1.10.
El parche 1.10 traerá consigo nuevos eventos y personajes, como un NPC al que habrá que buscar en Drangleic, una historia ampliada y cambios en el mundo, lo que afectará a las descripciones de los objetos, varios ajustes en el equilibrio, y nuevas funciones para los emparejamientos online, todo esto como una actualización gratuita. Pero luego habrá otras mejoras exclusivas de PlayStation 4, Xbox One y PC (solo en DirectX 11), que suenan bastante suculentas, y que hay que tener en cuenta que los poseedores del juego en ordenador, actualmente DirectX 9, no podrán pasar a la versión DirectX 11 de manera gratuita. Sería de agradecer que por un módico precio (10 o 15 euros como mucho) se pudiera pasar a la nueva versión, aunque no hay nada confirmado al respecto.
La versión next-gen incluirá, además de todo lo que trae el parche 1.10, mejoras gráficas y de rendimiento, un modo multijugador ampliado, ahora hasta para seis jugadores, y ajustes en los enemigos y cambios en el diseño de los escenarios. Esto se cobrará un alto precio en PC, ya que los jugadores de la versión antigua, DirectX 9, no podrán jugar online con los que adquieran la versión DirectX 11, y ni siquiera se podrán importar las partidas. Por tanto imaginamos, aunque todavía no han dado detalles, que esos "ajustes en los enemigos y cambios en el diseño de los escenarios" pueden ser bastante importantes. Evidentemente los usuarios de PS3 no podrán jugar con los de PS4, y tampoco los de X360 con los de Xbox One.
También tenemos curiosidad por saber cómo de importantes serán las mejoras gráficas y de rendimiento en las nuevas consolas y PC DirectX 11, y si se acercará a la primera y espectacular versión que se mostró del juego, que el que firma estas líneas tuvo la suerte de ver en directo en abril de 2013 y os asegura que era alucinante. Por el vídeo e imágenes mostrados hasta el momento no parece que vaya a ser así, y los cambios aparentemente son mínimos, aunque cualquier mejora se agradecerá, ya que la versión que se lanzó en marzo tuvo unos recortes enormes para poder moverse con fluidez en PlayStation 3 y Xbox 360, tijeretazos que también sufrió la versión de PC, un downgrade incluso más exagerado que el del polémico Watch Dogs. Aunque no se ha confirmado, teniendo en cuenta lo visto en otras remasterizaciones, apostaríamos porque en PS4 y Xbox One el juego se moverá a 30fps y 1080p de resolución, y no creemos que alcance los 60fps. Si son 30fps totalmente estables, ya será una buena mejora respecto a la anterior versión de consola.
La versión del director
La versión definitiva o director's cut es como están considerando desde FromSoftware este Dark Souls II: Scholar of the First Sin, que incluirá el juego original con un buen número de mejoras, que afectará tanto a los gráficos como a la jugabilidad, además de los tres excelentes DLC. Con una fecha de lanzamiento un poco extraña, el 3 de abril -una semana después de que se lance Bloodborne, lo nuevo de Hidetaka Miyazaki-, si lo dejaste pasar hace unos meses, y ya has dado el salto de generación, puede ser una compra imprescindible para estar entretenido durante muchas horas durante esta primavera.