Hay muy pocas sagas capaces de compararse a Call of Duty. El éxito de Activision con esta serie de juegos de acción en primera persona es innegable. Durante años han creado alguno de los juegos de mayor triunfo en términos monetarios y de comunidad, pavimentando un camino que los ha llevado a que cada anuncio, lanzamiento o final de eSports relacionada con la licencia, se convierta en todo un evento a seguir por millones de jugadores en todo el mundo. Pero hay que mantener los pies en el suelo. Si bien han existido competidores y Battlefield ha conseguido devolver la presencia del temor de un rival sólido, no siempre se gana. La fórmula de Call of Duty está estancada, y algunas decisiones controvertidas en planteamiento, no han terminado de cuajar.
Ahora, tras Call of Duty: Black Ops IIII, un juego que aposta al cien por cien por el online, que añadía pase de temporada y que incluía entre sus propuestas un battle royale como epítome de los tiempos, se ha decidido volver al comienzo de una de las subsagas o licencias dentro de Call of Duty más queridas: Modern Warfare. Uniéndose a Infinity Ward, Activision ha presentado Call of Duty: Modern Warfare, una reimaginación del célebre videojuego lanzado en 2007 que nos llevará a un nuevo horizonte completamente inédito.
Una campaña realista y fuera de lo habitual
Infinity Ward no ha querido luchar contra su propio legado. El nuevo título no es ni Modern Warfare 4 ni Infinite Warfare 2. El estudio ha querido volver a lo que los hizo grande, moviendo toda la maquinaria al origen de todo, su querida serie Modern Warfare. No estamos hablando de un remake ni un remastered como el que salió hace unos años. Call of Duty: Modern Warfare es un reinicio completo, que tiene mucho del espíritu de aquel videojuego que lo cambió todo, pero que presenta una serie de características nuevas y distintas, invitándonos a creer que, por primera vez en muchos años, esta licencia va a cambiar a muchos niveles. El nuevo videojuego llevará a los jugadores a un conflicto actual ambientado en nuestros días. Es decir, nada de guerras futuristas, espaciales o del pasado.
La campaña nos unirá, como el sargento Kyle Garrick a un grupo de élite de soldados de las fuerzas especiales internacionales Tier 1, la mayor calificación imaginable por un efectivo militar. Encabezados por los SAS británicos y con la participación del Capitán Price, uno de los más queridos de la saga, viajaremos por diferentes localizaciones, desde ciudades europeas como Londres a las vastas extensiones de Oriente Medio. Pero incluye un giro.
También seremos parte de la resistencia afgana encarnando a Farah, una rebelde que se opone al avance de los yihadistas en la zona. Combinando ambos puntos de vista, se ha prometido por activa y por pasiva que esta campaña será épica y con los habituales ingredientes tan característicos y cinematográficos que siempre han acompañado a otros capítulos anteriores, pero al mismo tiempo se ha apostado por incluir un componente más gris y realista. Cada misión tendrá personalidad, será muy realista, y permitirá que el jugador tome decisiones controvertidas y con consecuencias. Sigilo, combate cuerpo a cuerpo y un mayor grado de las habituales y no escritas reglas de la guerra, estarán muy presentes en muchas de las situaciones y operaciones que viviremos en el videojuego.
"Se trata de un Modern Warfare completamente nuevo, reinventado en todos los sentidos", explicaba Dave Stohl, codirector en Infinity Ward. "Estamos creando una experiencia emocional inspirada en los titulares del mundo de hoy, donde las reglas no son blancas ni negras, son grises, y las líneas de batalla se encuentran difuminadas. Los jugadores se unirán a un variado grupo de fuerzas especiales internacionales y grupos rebeldes en busca de la libertad, en una serie de apasionantes y conmovedoras misiones que se desarrollarán en icónicas ciudades europeas y en las vastas extensiones de Oriente Medio. Es intenso, es emocionante, y estamos deseando que los fans puedan disfrutarlo a partir de octubre", puntualizaba. De hecho, podemos atestiguarlo con las primeras imágenes y clips del tráiler, en el que observamos operaciones encubiertas, bombardeos y ataques terroristas. Incluso, por primera vez en mucho tiempo, observamos el punto de vista civil, una tónica imperante en la guerra moderna y que se había obviado por completo en los últimos años para incluir el sempiterno y embellecido toque patriótico sin mácula alguna.
Una de las primeras decisiones que tomaron cuando se encargaron de traer de vuelta la campaña a Call of Duty con estas claves y pretextos, fue la de contar con los mejores directores y creativos posibles. Bajo la dirección de la nueva historia de Modern Warfare tenemos a Jacob Minkoff y Taylor Kurosaki, antiguos miembros de Naughty Dog y con experiencia en la saga Uncharted, así como con la preciada colaboración especial de integrantes de Respawn que trabajaron en su día en la laureada campaña de Titanfall 2. Otro aspecto fundamental en esta propuesta es que la campaña tendrá y personalidad, y no se tratará de un simple añadido en el que aprender algunas habilidades de cara al multijugador. Se acabó eso de perder tiempo con una historia de cuatro o cinco horas y luego volver a los vicios inherentes de la estructura y la jugabilidad online.
Sin pase de temporada y con juego cruzado entre plataformas
Para que ambos modos y sistemas vayan de la mano, Infinity Ward ha decidido que todo se integre alrededor de una misma filosofía y propuesta. Quieren que tanto la campaña como las operaciones especiales como el mismo multijugador sean consistentes y unificados. La experiencia obtenida en el modo para un jugador, así como todo lo aprendido en términos de mecánicas y comportamiento de armas, serán vitales de cara al online. El estudio cree que así se otorga un mayor valor a la oferta, y se evita que los usuarios piensen que son opciones separadas y con una vida útil distinta o limitada. En este ámbito, también se han hecho mejoras sustanciales.
En términos de multijugador, se apostará por un online clásico o por la posibilidad de formar un pelotón y colaborar en diversas operaciones de élite accesibles para todo tipo de jugadores, en un modo cooperativo. Las intenciones de Activision es que el juego unifique a la comunidad y sea compatible con el juego cruzado en PC, PS4 y Xbox One, fortaleciendo los vínculos entre usuarios de todas las consolas y plataformas, sin importar su origen. Además, Call of Duty: Modern Warfare no tendrá pase de temporada ni contenidos descargables similares de pago, y todos los mapas y actualizaciones postlanzamiento serán completamente gratuitas. "Cada decisión de diseño se ha tomado pensando en nuestros jugadores", ha indicado Patrick Kelly, director creativo y codirector Infinity Ward. "Con el lanzamiento de Modern Warfare, el fin último es la unión de la comunidad. En primer lugar, planeamos que Modern Warfare pueda disfrutarse tanto en PC como en consola a través de la funcionalidad cross-play. Además, eliminamos el pase de temporada tradicional, lo que nos permite ofrecer más mapas y contenido gratuitos, así como eventos posteriores al lanzamiento, para todos los jugadores. Esto es solo el comienzo, todavía queda mucho por llegar", concluía.
Se desconocen muchos aspectos del multijugador, que se desvelará próximamente en el E3, aunque sí es cierto que todas las decisiones e ideas prometen mucho sobre el papel. Activision debe competir en tiempos de videojuegos gratuitos y contenidos free to play, y el eliminar las habituales barreras que fragmentan a la comunidad, es un gran paso que hay que celebrar y aplaudir a todas luces.
Un nuevo nuevo motor con técnicas de vanguardia
Es una de las habituales promesas: Call of Duty estrenará un nuevo motor gráfico con esta entrega. Nos hemos acostumbrado tanto a estas palabras, y parecen haber calado de forma tan negativa en nuestro subconsciente, que cuando se nos dicen saltamos como un resorte para negarlo de forma instintiva. Pero, tras muchos años de ajustes y cambios en el IW Engine, el motor gráfico que ha ido evolucionando y parcheando Activision entrega tras entrega, parece que por fin tendremos un nuevo motor gráfico para la secuela de este año. Y a tenor de las primeras imágenes y del propio tráiler, con imágenes ingame y reales del juego, juraríamos que es completamente cierto.
Call of Duty: Modern Warfare presenta un nuevo motor, que busca ofrecer al jugador la experiencia más inmersiva y fotorrealista posible. La nueva tecnología empleada por Infinity Ward usa los últimos avances en la industria del videojuego, incluyendo un sistema basado en la física y el comportamiento de la luz en términos volumétricos que permite la correcta implementación de técnicas muy útiles, como la fotogrametría de vanguardia. Esta técnica, que ofrece la posibilidad de escanear y fotografiar objetos y texturas reales para transportarlas al juego simulando su aspecto y comportamiento, ya ha sido usada en videojuegos como Kingdom Come: Deliverance o Star Wars: Battlefront, permitiendo que el jugador llegue a quedarse completamente embobado con la calidad de escenarios o personajes.
Además, se ha implementado la ya habitual compatibilidad 4K y HDR, todo un estándar en nuestros días, así como en el caso del PC, la adición del Raytracing. Junto a todas estas técnicas y herramientas visuales, el mayor avance lo han conseguido con el tema de la iluminación por infrarrojos. Infinity Ward ha implementado una novedosa representación espectral en términos de iluminación, algo que proporciona radiación térmica e identificación por infrarrojos tanto para la imagen térmica del juego, como para la visión nocturna, consiguiendo exactamente el mismo efecto que podemos ver en la vida real cuando usemos estas habituales gafas. Se acabaron los filtros grises o verdes: lo que veremos será una representación 1:1. En otros ámbitos, Modern Warfare estrenará modelados más detallados, complejos y realistas, así como un nuevo sistema de animación de vanguardia basado en captura de movimiento. Por último, y en términos de audio, más allá de un nuevo diseño de sonido que simula el efecto de las armas de forma correcta y en función del entorno en el que se usen, se ha confirmado que será compatible con Dolby Atmos, el nuevo y revolucionario codec de sonido multicanal de Dolby.
Un lanzamiento para el 25 de octubre
Activision e Infinity Ward parecen haber cumplido con lo que muchos usuarios y jugadores de Call of Duty llevaban reclamando desde hace unos años. Call of Duty: Modern Warfare es un reinicio a lo grande que promete cambiar la saga a nivel jugable y técnico. Con una campaña distinta, una serie de mecánicas jugables diferentes y un apartado gráfico vanguardista, la inmovilista saga de videojuegos de acción en primera persona parece ir un paso más allá y salir de su habitual zona de confort.
Todavía quedan muchas dudas y aspectos por matizar en lo relativo a su modo cooperativo o Special Ops y multijugador, el verdadero corazón de la serie para millones de aficionados, pero las ideas de eliminar el pase de temporada, incluir contenidos gratuitos y no dividir a la comunidad, son buenos puntos de partida. El 25 de octubre Modern Warfare hará el más difícil todavía. El videojuego llegará a Xbox One, PS4 y PC con una nueva y arriesgada fórmula, pero prometiendo al mismo tiempo el clásico sabor de siempre.
