Análisis de F.3.A.R. (Xbox 360, PS3, PC)
En más de una ocasión nos hemos preguntado por qué el género del terror no se ha colado con tanta fuerza en la actual generación, cuando la potencia gráfica permite mejores ambientaciones a lo visto en la era de los 32 o 128 bits. No es que no tengamos de vez en cuando algún "survival horror" o similar, pero a los seguidores del género realmente les faltan lanzamientos con más asiduidad. La tercera entrega de FEAR no va a cubrir esta carencia, pero quizás sólo en parte, atraerá algunas miradas de este público, especialmente si también disfrutan con la acción.
F.3.A.R. o FEAR 3 no difiere mucho de sus dos entregas anteriores, siendo principalmente un juego de disparos en primera persona, pero todo el trasfondo tétrico y su temática lo convierten, al menos, en una propuesta más original a la enésima recreación de la Segunda Guerra Mundial. Hay algunos sustos, mucho ambiente oscuro, sangre y violencia en raciones generosas, aunque en ningún caso estamos ante un juego exclusivamente terrorífico, porque no es lo que pretende.
En el desarrollo de la aventura veremos cómo cambia el ritmo según el capítulo, hay partes en las que prácticamente hablamos casi de un shooter puro, y en otras avanzar se hace más lento, para poder recrearse en sonidos y enemigos aislados. Lo cierto es que a veces es tan impactante, o más, encontrar pasillos con ruidos extraños y misteriosas sombras que un tiroteo contra cinco soldados, un gran robot y un helicóptero sobrevolando la zona.
El juego empieza donde terminó el segundo juego, con Alma a punto de dar a luz una criatura que puede suponer aún más peligro que ella. Nuestra misión será impedir este nacimiento maligno con Point Man y Paxton Fettel, inicialmente con el primero y la segunda partida como Fettel, que es aún más interesante si cabe. No vamos a adelantar mucho más del argumento porque en este juego si tiene un papel algo más importante que otros títulos de acción, pero está claro que si has seguido el argumento de la saga hasta ahora, disfrutarás bastante con esta misión abortiva descubriendo más detalles sobre los protagonistas y los oscuros secretos de esta familia tan atípica. Si este es tu primer contacto con estos juegos, quizás entonces pierdas parte del hilo y sólo veas una sucesión de acontecimientos casuales.
Como Point Man, el viejo protagonista de FEAR, no encontramos grandes diferencias a sus predecesores o incluso a otros juegos de acción en primera persona. Cuenta con la posibilidad de ralentizar el tiempo, y ahora se ha añadido un sistema de coberturas para ocultarse en parapetos y esquinas. Su uso es de todas formas mucho menos vital que en la saga Killzone, y los seguidores de FEAR no deben temer por un cambio radical en la jugabilidad, aquí no se trata de esquivar lluvias de balas en el corazón de una guerra, basta con tomarse breves descansos para recuperar vitalidad, o para pillar desprevenidos a los enemigos por un lateral. Es un juego lineal, sí, pero cada zona, incluso las interiores, suelen contar con varias rutas para moverse entre parapetos.
Durante el primer capítulo jugamos a lo que es una especie de tutorial que muestra la jugabilidad básica. El arsenal de Point Man es típico, estamos limitados a dos armas al mismo tiempo, y luego tenemos nuestras granadas. Pocas sorpresas en las armas de fuego: rifles de francotirador, escopetas, pistolas, fusiles y recogemos munición de los cuerpos caídos o de unos puntos de munición esparcidos por el mapa. Los enemigos humanos –al menos los "normales"- se esconden bien aunque de vez en cuando hacen alguna cosa extraña –tan pronto es fácil pillarlos desprevenidos como te ven a muchísimos metros, es como si estuviesen sordos-. Requieren varios tiros no letales para ser derrotados, y como van avisando de sus estrategias con gritos o llamadas por radio, es fácil saber por dónde nos atacarán o si nos han perdido de vista. Es una jugabilidad sólida, aunque Point Man no descubre nada nuevo y si FEAR 3 se limitase a este aspecto, hablaríamos de un juego poco original.
Pero además de los enemigos "estándar" a los que enfrentarse con las tácticas habituales que hemos aprendido en mil y un juegos del género, también nos las veremos con los que dan ese auténtico aroma a terror, criaturas infernales de todo tipo con estrategias más originales que Alma ha inundado en nuestro mundo. Y por supuesto, el miedo que veremos en forma de eventos paranormales en cualquier momento y aunque muchas veces basan su efectividad simplemente en el susto, también hay que reconocer que puede ser efectivo si te encuentras lo suficientemente sugestionado. Los desarrolladores han implementado también un sistema para que los sustos puedan ser ligeramente diferentes en cada partida. Vamos a repetir el tópico de estos juegos, que es válido para FEAR 3: utiliza un buen equipo de sonido, apaga las luces, y concéntrate en la pantalla… sufrirás algún que otro sobresalto. Realmente no podríamos decir que sea un juego realmente terrorífico, se basa más en crear ambientación, tensión y jugar bien con la oscuridad, además de lanzar algunos enemigos a tu cara de la nada.
En la otra cara de la moneda, tenemos a Fettel, que nos atrae más, gracias a sus poderes especiales, y por qué negarlo, ser malo siempre es divertido. Con las habilidades para disparar una bola de energía a los inocentes soldados o de suspender en el aire a los enemigos se da un giro en el control y el valor de rejugabilidad aumenta bastante, ya no se trata de un simple extra. Más interesante todavía es la opción de poseer a los rivales durante un tiempo y utilizar sus armas, tanto si son fusiles de asalto –con lo cual aquí la jugabilidad volvería a ser como la de Point Man- o los objetos contundentes tipo martillos o palancas con las que nos asaltan algunos humanos. No es el culmen de la originalidad, sin irse muy lejos en el tiempo Square Enix tiene dos ejemplos de esto, The 3rd Birthday y Mindjack, pero el resultado es que completar otra vez el juego desde otro punto de vista cambia la manera de pensar, y la munición deja de ser un bien escaso.
Para utilizar a Fettel, primero debemos terminar primero los capítulos con Point Man, o por ejemplo, jugar a la historia en modo cooperativo –cada jugador controla a uno-, lo que da nuevas posibilidades a las estrategias que podemos hacer con los hermanos. No obstante, no hemos notado que sea un juego que obligue en exceso jugar con dos usuarios, así que terminar la historia en solitario sigue siendo entretenido, pero esta modalidad ya hace que podamos jugar una tercera vuelta a toda la aventura. Lo que si es necesario es subir el nivel de dificultad cuando se juega en compañía, o de lo contrario será excesivamente fácil.
Aunque desarrollar la historia ya tiene suficiente interés de por sí, Day 1 Studios ha integrado algunos objetivos durante el juego para dar más variedad a las formas de matar o dar un toque mínimo de exploración. Estos requerimientos como mantenerse oculto un tiempo determinado, matar un número de enemigos con arma blanca y demás, saltan mientras jugamos, tipo aviso de logro o trofeo, y al final de la misión se nos evalúa según la forma de jugar, dependiendo de la táctica, agresividad y otros parámetros. Puede servir para repetir una misma fase de otra forma y conseguir mejores puntuaciones, pero el mayor beneficio es conseguir mejoras en habilidades que aumentan nuestro tiempo bala, nuevos golpes físicos, llevar más munición, recuperar salud más rápidamente o la vida total en sí, ventajas que se pueden usar sin conexión o en red.
Por si el cooperativo en la historia principal supiese a poco, FEAR 3 cuenta con multijugador para cuatro jugadores. La buena noticia es que no se limitan a ser una versión "pobre" de los modos habituales del género, y aunque es difícil que desbanque a juegos más dedicados al online, nos ha parecido bastante original. Los modos incluyen ¡Corre!, en el que los jugadores deben huir de una niebla que no debe atrapar a ningún componente del grupo, mientras luchamos contra los enemigos. En Rey de las Almas jugamos como espectros, para poseer a soldados controlados por la inteligencia artificial y recoger almas de otros jugadores, intentando no morir y acumulando el mayor número de ellas en cada ronda.
Otros dos modos son Contracciones –quizás el modo más clásico de FEAR 3-, consistente en luchar contra oleadas de enemigos en cada "contracción" de Alma, dando oportunidad para construir barricadas y conseguir armas en los breves momentos de paz, similar a la lucha contra zombis en algunos Call of Duty. Por último, en Espíritu Superviviente, presenta a un equipo luchando contra las criaturas, pero uno de ellos es corrompido por Alma y debe luchar contra sus aliados. Cada una de las bajas se unirá al bando corrompido, hasta que sólo sobrevive uno.
El multijugador de FEAR 3 se muestra muy sólido y al final se trata de uno de los puntos fuertes de esta entrega. No nos extrañaría nada que en un futuro en FEAR se potenciase aún más este tipo de modos o incluso se desarrollase un juego paralelo exclusivamente pensado para partidas en red, con más mapas en los que probar nuestra valía. Ha sido una idea muy buena no reciclar viejos modos como captura de bandera o el deathmatch de toda la vida, no porque no sean divertidos, que lo son, pero es fácil encontrar otros muchos juegos más especializados que ya lo han exprimido mejor de lo que quizás podría hacer Day 1 Studios con FEAR 3.
Aunque no se trata del juego con mejores gráficos disponibles hoy día precisamente, Day 1 Studios basa el encanto de esta aventura en la atmósfera y los pequeños detalles, los juegos de luces y sombras, y la colaboración del mismísimo John Carpenter en las secuencias cinemáticas. No se puede disimular que la tecnología usada tiene ya sus años, desde un punto de vista frío las texturas no dan la talla para los tiempos que corren y la iluminación en exteriores es algo irreal; por poner una analogía, nos recuerda un poco al motor de los Call of Duty, aunque a 30 imágenes por segundo.
Pero en honor a la verdad, FEAR 3 también tiene su atractivo visual. Sus creadores han sabido esquivar las limitaciones y aunque hay algunos altibajos según la zona y la inspiración de los artistas, muchas localizaciones cumplen sobradamente con lo que se necesita para meter en ambiente. La prisión que abre la historia no tiene nada de especial, pero no debe servir de indicador fiable del nivel del juego, más tarde descubriremos que unos simples túneles de alcantarillas o una sala repleta de pantallas de televisión son lugares con encanto. Carece de fallos escandalosos, como podría ser cortes en la imagen o ralentizaciones importantes, así que podemos decir que cumple.
En el apartado sonoro, por un lado tenemos el doblaje al castellano. No es un juego con excesivos diálogos, y Fettel es casi el único narrador de la historia, pero como hemos comentado, escuchar a los soldados y sus movimientos juega a nuestro favor, por lo que en cierta manera influye de manera positiva en la jugabilidad. La banda sonora no destaca con grandes temas, pero sirve para ambientar con algunos sonidos los sustos o para los momentos de más acción.
Conclusiones
En el fondo esta historia con elementos paranormales es un juego de acción con toques de gore, ambientación de mal rollo y algún que otro susto, dependiendo de nuestra concentración en la pantalla. Los jugadores habituales a la saga saben qué se encontrarán, y lo más probable es que no les decepcione; las novedades, principalmente el cooperativo y el multijugador son buenas inclusiones, hay mucho interés en jugarlo al menos dos veces y el sistema de coberturas funciona bien.
¿Marcará historia? No. Pero si lo que buscas es acción en primera persona con algunas cuantas ideas diferentes a lo habitual, atrévete con FEAR 3.