Análisis de Splatoon 2 (Switch)
Hace algo más de dos años llegaba Splatoon, una nueva saga por la que Nintendo apostó bastante fuerte desde el principio, y que era prácticamente algo sin precedentes para la compañía. Desde el tipo de juego (un shooter cooperativo en tercera persona multijugador online) al modelo de actualizaciones (gratuitas durante un año), era un soplo de aire fresco para el catálogo de la tristemente moribunda Wii U.
Por suerte, la recepción de Splatoon fue genial, y animó a Nintendo a explorar otros géneros de manera similar, como la lucha en 3D con AMRS. Ahora llega la secuela para Switch, una consola que está teniendo mucha mejor acogida que su predecesora, y que le permite a Splatoon 2 tener una potencial mayor base de usuarios para atraer con su divertida propuesta.
Más tinta
Splatoon 2 es un juego de disparos en tercera persona, centrado principalmente en el cooperativo multijugador online, aunque tiene también un modo historia para un jugador, pero que es totalmente secundaria.
La esencia jugable es la de un shooter, con la particularidad de que disparamos pintura, pudiendo sumergirnos en ella –y teniendo que hacerlo para recargar "munición"– y pudiendo usarla para escalar por determinadas superficies, entre otras cosas.
La profundidad que esto supone es muy difícil de explicar para alguien que no haya jugado o no le haya echado más de un par de horas, pero como es habitual en muchos de los juegos de Nintendo, ocultan más de lo que parece. Cualquiera puede echar una partida a Splatoon 2 y divertirse, pero los que quieran aprovecharlo al máximo tienen un título complejo, con muchísimas posibilidades.
Splatoon 2 ofrece varios modos de juego que vamos a ir comentando individualmente. El primero es el modo para un jugador, en el que recorreremos cinco mundos, presididos por un jefe final y con diferentes fases en cada uno, mientras descubrimos una sencilla historia que sirve como excusa para animarnos a avanzar. Para los que jugaron al primero tiene algunos guiños que se agradecen bastante y que nos sacan una sonrisa.
El desarrollo de este modo historia es exactamente igual que el del primero, con una zona en la que buscar los accesos a los niveles propiamente dichos, además de encontrar secretos y mejorar nuestras armas. Algunos de estos secretos también nos sirven para el modo multijugador, como unos cupones que nos permitirán obtener más experiencia o dinero cuando jugamos online.
Las fases están bien diseñadas, introduciendo elementos propios en cada una, y aunque nunca llegan a ser imposibles, hay algunos momentos de dificultad interesantes. La mención especial es para los jefes finales, muy divertidos y originales tanto en lo jugable como en lo visual. El modo historia no nos parece que sea motivo suficiente para comprarnos el juego, pero es una adición que se agradece y que, sin ser una revolución es más completo, que el de la entrega original.
Modos multijugador
El núcleo de Splatoon 2 es, por supuesto, el juego multijugador. Por una parte está el modo amistoso, llamado Combate territorial, en el que dos equipos de cuatro luchan por ser quien pinte más superficie del escenario. Éste es el modo al que jugaremos al principio, ya que para desbloquear las partidas clasificatorias es necesario llegar primero al nivel 10 en estos modos amistosos.
Una vez desbloqueados los modos clasificatorios, encontraremos tres opciones de juego competitivo, también por equipos. Tenemos el modo Torre, donde tenemos que conquistar una plataforma central, Pez dorado, que es una especie de captura la bandera, y Pintazonas, donde tenemos que luchar por colorear zonas determinadas de mapa. Los modos son los mismos del primer Splatoon, por lo que si jugamos en su momento estaremos bien familiarizados con ellos.
Aparte, tenemos el modo Torneo para los que lleguen a un nivel B- o superior en partidas competitivas. Aquí jugamos con un equipo de cuatro o un grupo de dos, y tenemos un rango independiente que se reinicia cada dos horas. Al final de esas dos horas, se nos otorgará una medalla en función de cómo lo hayamos hecho. No falta la opción de jugar con amigos a través de internet, y una opción adicional para jugar con amigos y chat de voz, algo que se organiza con la aplicación que se lanza el 21 de julio y que, por razones obvias, no hemos podido probar.
La principal novedad de este título es la inclusión del modo Salmon Run, una especie de modo horda para hasta cuatro jugadores (aunque podemos jugar también en solitario, si no hubiese nadie online). En este modo tenemos que derrotar a los enemigos que llegan en oleada, recoger su caviar, y en el caso de los enemigos más complicados, recoger los alevines dorados que sueltan para depositarlos en una especie de cesta en un lugar concreto del escenario. Esto, además, abre la puerta a nuevas recompensas especiales para nuestro personaje.
En cada partida combatiremos durante tres oleadas de enemigos en las que se nos exigirá recolectar una cantidad determinada de alevines dorados y, por supuesto, sobrevivir, En cada oleada el juego asignará un arma diferente a cada jugador, y el escenario cambiará ligeramente. Puede que suba la marea, la niebla reduzca la visibilidad o se activen unos cañones especiales para defender a nuestros compañeros. Según subimos de nivel las partidas se hacen más complicadas, y os aseguramos que llegan a hacerse muy, muy difíciles.
Nos ha parecido un modo muy divertido y adictivo, que se puede volver bastante intenso, y que es ideal para jugar con amigos, comunicándonos y organizándonos. No entendemos por qué, eso sí, se ha decidido limitar este modo a ciertas horas del día para jugar a través de internet. Entendemos que en el resto de modos cambien los escenarios y el tipo de partida cada cierto tiempo, pero Salmon Run sólo es accesible en determinados momentos del día, salvo que decidamos jugar de manera local con amigos, lo que es posible en cualquier momento.
Sobre la calidad de la conexión de las partidas online, no tenemos ninguna queja. Hemos jugado con otros periodistas con unas sesiones que Nintendo ha organizado a través de internet principalmente por las tardes y durante el fin de semana, lo que no ha facilitado que todo el mundo estuviese disponible. Aun así, hemos conseguido jugar un buen número de partidas amistosas para llegar al nivel 10, jugar las competitivas y jugar al modo Salmon Run, siempre sin problemas de lag o conexión.
Pequeña evolución
Si jugamos a Splatoon 2, el salto audiovisual con respecto al primero puede parecer escaso. Y es cierto que no vemos un cambio notable, pero cuando los comparamos podemos darnos cuenta de que la evolución entre entregas es mayor de la que parece. Además de un acabado mucho más detallado, vemos mejoras en los efectos, las sombras en tiempo real o entornos más complejos, que ayudan a conseguir un aspecto visual digno de una secuela.
También se agradece la resolución, de hasta 1080p cuando la conectamos al dock, y de hasta 720p en el modo portátil. Decimos hasta porque la resolución es dinámica, algo que junto a la falta de antialiasing nos deja a veces algunos bordes bastante serrados y una falta de detalle en los elementos más alejados. Esto contrasta con los momentos en los que el juego alcanza su resolución máxima y activa el antialiasing –como en la plaza Cromópolis–, partes en las que la calidad de la imagen es genial.
De todos modos, es un sacrificio comprensible en favor de las 60 imágenes por segundo. Splatoon 2 es un juego rápido y frenético donde el tiempo de respuesta es esencial, y que Nintendo haya decidido sacrificar la resolución o el antialiasing por mantener una tasa permanentemente estable a 60 frames. Además, gracias al cuidado estilo artístico y a lo ágil de su jugabilidad, tampoco tenemos tiempo para fijarnos en pequeños detalles cuando jugamos.
Es curioso que echemos de menos la segunda pantalla del GamePad para ver el mapa. Ahora podemos abrirlo pulsando el botón X, pero hacerlo cubre toda la pantalla, bloqueando la visión de la acción. El mapa era muy útil para saber dónde estaban los enemigos o hacernos una idea de qué zonas podrían ser un objetivo fácil, y no podemos evitar sentir que el nuevo sistema es un paso atrás.
En lo sonoro, destacar las melodías, con su estilo alternativo y desenfadado, y su cuidada selección de efectos sonoros. Como es habitual en Nintendo, la traducción es sobresaliente, con un montón de bromas del ámbito marítimo adaptadas al castellano, y que van desde los diálogos hasta los nombres de los personajes o escenarios. Audiovisualmente, Splatoon 2 tiene toda la fuerza y personalidad del primero, por lo que no podemos ponerle muchas pegas al respecto.
Sí que podemos criticar que, muchas veces, Splatoon 2 parece más una especie de expansión o Splatoon 1.5. Sí, hay nuevas armas, nuevos mapas, nuevas prendas de ropa y un nuevo modo, así como algunas características nuevas, pero en lo jugable no ha evolucionado prácticamente nada. No decimos que sea algo malo, pero hay veces que te da la sensación de estar jugando a una expansión; propiciado también por el hecho de que bastante contenido de esta secuela –incluyendo mapas– llegan heredados de la primera entrega.
Cromópolis sigue viva
Splatoon 2 es divertidísimo desde el primer momento, y tan profundo y complejo como podíamos esperar. La mayor pega que le podemos poner es una escasa evolución en comparación con el primero, y el hecho de que haya una notable cantidad de contenido heredado hace que a veces parezca más un paso intermedio que una secuela propiamente dicha.
El modo para un jugador es más completo que el de la primera parte, pero en el multijugador es donde Splatoon 2 realmente brilla. Los modos clásicos siguen siendo adictivos y muy disfrutables, y el recién llegado Salmon Run nos ha encantado, a pesar de decisiones cuestionables como lo de limitar su vertiente online.
Como pasa con otros muchos juegos, si Splatoon no te gustó, Splatoon 2 no te va a hacer cambiar de opinión. Si lo disfrutaste, su secuela te va a dar muchas más horas de diversión, a pesar de la escasa evolución que supone más allá del modo Salmon Run y el obligatorio nuevo contenido.
Hemos analizado este juego con un código de descarga proporcionado por Nintendo España