Análisis Park Beyond, una apuesta seria por la simulación de parques (PS5, PC, Xbox Series X/S)
Dentro de los juegos de simulación, los de parques de parques de atracciones son un subgénero en sí mismo. Muchos descubrieron estos títulos de gestión con Theme Park –sobre todo el público de consola, donde había menos alternativas- pero en los últimos años hemos disfrutado de Parkitect o Planet Coaster de Frontier, estudio que aprovechó la licencia de Jurassic World para su vertiente jurásica, los Jurassic World Evolution.
En los últimos años Sega ha puesto un pie en los simuladores gracias a la adquisición de Two Point Studios, mientras que Bandai Namco ha confiado en Limbic Entertainment –incluso con una participación mayoritaria- tras su primera colaboración, que seguro que no es la última: Park Beyond, del que os hemos hablado en varias ocasiones.
Diversión, entretenimiento... y rentabilidad
Sobre el papel, y también frente a la pantalla, Park Beyond es un simulador bastante clásico que nos da la opción de construir el parque de nuestros sueños en lo que empieza siendo un erial. Suena bien, pero siempre hay la otra cara de la moneda: el tema económico. No importa lo bien decorado o completo que esté un parque, si no hay beneficios ya puedes echar el cierre. Ese es el desafío del género y también lo que hace que sea tan interesante.
Nuestra primera parada en Park Beyond debería ser su campaña, que no deja de ser un amplio tutorial con una serie de objetivos para cumplir y así avanzar en nuestras ambiciones. Tal y como os contamos en nuestras últimas impresiones, en esta historia somos fichados por Cloudstormers, una empresa con parques de atracciones en la ruina. Somos la sangre nueva que necesita el negocio gracias a nuestras ideas y visión empresarial, no sin antes aprender cómo funcionan las numerosas herramientas de construcción y diseño. La campaña introduce estas mecánicas poco a poco y con dificultad creciente, así que en principio ningún novato debería asustarse: todos los conceptos están explicados sobre la marcha, con ejercicios prácticos. En este sentido, Park Beyond es perfectamente recomendable si deseas entrar en el género.
Un ejemplo típico de estas misiones es que se nos pida conseguir beneficios u orientar el parque a un perfil concreto de público, algo que podemos variar en las charlas entre capítulos. Esto es así porque desde la alimentación, las bebidas o el tipo de atracciones, cada elección de tu parque gustará más o menos a las familias, los adultos o los jóvenes, y en ocasiones son incompatibles; una atrevida montaña rusa que dispara los vagones por el aire, tiendas con bebidas energéticas y kebabs puede ser el sueño de los veinteañeros, pero tendrá muchas papeletas para decepcionar a los más mayores. Al final, es cuestión de decidir entre abarcar mucho u orientar el parque a un sector demográfico concreto.
Una de las buenas noticias que podemos dar es que lo hemos jugado en consola, plataformas en las que estos juegos suelen sufrir más que en PC por cuestiones de control, y no hemos visto grandes problemas. Una vez nos hacemos con los atajos y el menú radial, será fácil empezar a plantar atracciones y servicios predeterminados, subir precios en las atracciones o alimentos de más éxito, bajar la entrada allí donde falta público, contratar limpieza, animadores, aseos, bancos, papeleras, cuartos de descanso para los trabajadores…
Siempre dispondrás de varias temáticas y ajustes para hacer el parque lo más personalizado posible, y opciones para analizar el ánimo de la gente, encontrar las atracciones poco rentables, leer los comentarios que dejan los visitantes en una especie de red social y las zonas que provocan cansancio, hambre o poca felicidad. Debajo de su sencilla y colorida apariencia se esconde un auténtico simulador tan complejo como deseemos controlar sobre todo si vamos a la microgestión. Si en cambio prefieres algo más ligero, también puedes centrarte en lo más importante que es lo que suele determinar el éxito del parque a largo plazo.
Las montañas rusas son un punto y aparte porque ahí es cuando el mando no se siente tan intuitivo cuando buscas un diseño extremadamente complejo, pero no es un problema que achaquemos a Park Beyond sino simplemente a que es algo que se hace mejor con ratón. Con un sistema de nodos puedes colocar las curvas, giros, ascensos y descensos de cada tramo, modificar el terreno a nuestro antojo, cambiar entre un sector normal, de tracción o que frene los vehículos; esto es importante porque una recreación nos irá indicando cómo funcionará la atracción en marcha, y si colocas un giro demasiado cerrado tras una caída a gran velocidad lo normal es que estos coches salgan despedidos. Y nadie quiere aparecer en las noticias por una desgracia, ¿verdad? Aparte de eso, si tu planificación del parque es muy densa, puedes tener problemas al crear los caminos de entrada y salida de cada atracción.
Además de la campaña y el modo libre –que es donde realmente pones a prueba todo lo que has aprendido-, seguro que más de un aficionado se pregunta qué aporta Park Beyond al género, si es que lo hace, o si sólo es otra nueva versión de conceptos ya conocidos –que no sería malo si se ejecuta bien-. Aquí entra la imposibilización, que ha sido mencionada en multitud de ocasiones si habéis seguido las noticias del juego desde su presentación, y que hace posible aquello que con un simulador más serio o realista no tendría sentido, por ejemplo desafiar las leyes físicas o de seguridad.
La imposibilización viene a ser una subida de nivel de atracciones y otros muchos elementos, también tiendas y personal. Una vez acumulamos suficiente "asombro" en el parque, este marcador se aplica a lo que deseemos para obtener una versión más loca que aumentará su potencial y por tanto, su rendimiento económico. Una noria multiplica sus ruedas como si se tratase de un engranaje, un péndulo lanzará por los aires a nuestros visitantes e introducirá elementos fantásticos gracias a animatrónicos gigantes. Es otra opción para mejorar el atractivo del parque sin necesidad de ampliar espacios e invertir en más atracciones, aunque pueden provocar más mareos y aumentar el coste de mantenimiento.
No obstante, aunque Park Beyond está a la altura de la competencia en aspectos como la simulación –el estudio descartó la anterior generación de consolas por todo lo invisible que está calculando el juego- hay aspectos en los que se nota que no está tan rodado como los rivales más destacados, especialmente en el contenido y variantes de atracciones, que se pueden hacer un poco escasas. Sí, puedes modificar su aspecto y animaciones con la imposibilización, pero siempre se puede echar en falta "más de todo". Quizás en el futuro esta queja tenga menos sentido porque hay previsto DLC de pago y gratuito –con modo desafío, nuevos biomas, más decoración, etc.-. También vimos algún comportamiento errático de los visitantes en situaciones puntuales de caminos confusos o montañas rusas que atraviesan zonas que no deberían, pero nada grave. Lógicamente, Park Beyond podría ser muy diferente -y mejor- dentro de un año.
El parque de tus sueños
Como podéis ver en los vídeos del análisis, Park Beyond tiene un aspecto ligeramente cartoon que nos recordará a otros simuladores de parques. Se puede bajar la cámara a ras de suelo e incluso colocar una cámara dentro de cada atracción –viene estupendo para ver el recorrido de esa montaña rusa que tanto esfuerzo te ha costado crear- y la verdad es que no se pueden poner muchas pegas para el tipo de juego que es. En distancias cortas no tiene tanto detalle, pero es un título que vamos a jugar en el 99 % del tiempo con una vista más global.
La interfaz en este caso es casi tan importante como los propios gráficos del juego, y tenemos que decir que está muy pensada para PC, para jugar cerca de la pantalla o en televisiones muy grandes –así lo hemos jugado-, pero probablemente con pantallas pequeñas costará más leer descripciones o encontrar el icono concreto. Nos habría gustado un estilo más intuitivo, pero al final es algo a lo que nos acostumbraremos. Hay que agradecer que llega traducido y con voces en español; la música pasa desapercibida la mayor parte del tiempo, pero si nos acercamos al parque se escucharán las distintas melodías de las atracciones –que también podemos escoger-.
Conclusiones
Park Beyond no es un juego que haga sombra a los títulos más asentados y completos del mercado… Pero poco le falta. Tiene mucho potencial, sobre todo si aprovecha las sinergias con licencias de Bandai Namco –ya tiene de Pac-Man, un extra por reservas-, y amplía contenidos, porque la parte de simulación y todas esas variables que debemos tener en cuenta en el día a día sí están presentes, y eso nos da un entretenido gestor con mucha libertad. Puede que la imposibilización no sea un ingrediente suficientemente rompedor en el género, pero en lo esencial, el juego de Limbic Entertainment cumple con su objetivo: es un estupendo sucesor de RollerCoaster Tycoon y equilibra bien accesibilidad con profundidad de simulación. Ya seas un veterano de los parques virtuales o un emprendedor principiante, este es un excelente punto de partida para poner el primer ladrillo de tu imperio.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS5 con un código que nos ha proporcionado Bandai Namco.