Análisis de Mutant Year Zero: Road to Eden (PS4, Switch, PC, Xbox One)

El 28 de febrero de este 2018 los amantes de los juegos de estrategia pudimos conocer la buena nueva de un nuevo título llamado Mutant Year Zero: Road to Eden, un juego de estrategia basado en un juego de rol de dados, lápiz y papel que combina exploración en tiempo real con combates por turnos y que llega de la mano de Funcom junto a Bearded Ladies, un estudio con antiguos desarrolladores de juegos de renombre como Hitman o Payday.

Hoy, este particular título sale a la luz y en Vandal hemos podido jugarlo para ofreceros nuestra particular visión de todo lo que nos ofrece, dándonos una experiencia realmente divertida que será del gusto de los amantes de la estrategia, aunque se ve lastrada por algunos fallos de diseño que restan al resultado final de un juego notable.

El enésimo juego posapocalíptico con algún giro interesante

Las ambientaciones posapocalípticas están muy de moda últimamente en el mundo de los videojuegos gracias, sobre todo, al florecimiento de los títulos de supervivencia en los que esta ambientación casa como anillo al dedo.

En Mutant Year Zero: Road to Eden se nos presenta un mundo destrozado por el cambio climático, la crisis económica, las armas nucleares y una extraña enfermedad que parece haber eliminado a casi toda la humanidad.

Tras este cóctel explosivo, la naturaleza ha invadido las ciudades, los humanos casi no existen y, en el mundo, habitan un montón de mutantes, robots y seres de lo más extraños que luchan por sobrevivir e intentan buscar un rayo de esperanza para encontrar la salvación o, aunque sea, poder llevarse un cacho de comida a la boca.

Con esta premisa nos encontramos con Bormin y Dux, los dos mutantes con los que comenzamos la aventura que, poco a poco, irán descubriendo a nuevos amigos y parte de los misterios de este nuevo y complicado mundo mientras viajan para rescatar a un compañero caído y comienzan a preguntarse qué demonios es un misterioso lugar de leyenda llamado Eden.

Al principio, la historia nos parecerá la típica de ciencia ficción que ya hemos visto en otros juegos, series, o películas, pero, a pesar de todo, nos irá enganchando gracias a las curiosas relaciones, chistes o creencias de los protagonistas con respecto a los viejos habitantes de la tierra y sus costumbres.

A medida que se va acercando el final del juego, el arco argumental se va haciendo cada vez más interesante, para dejarnos unas últimas horas con la miel en los labios que nos acabarán de enganchar en lo que a la trama se refiere, provocando que queramos darle un último sprint al juego para conocer el final de su historia.

Exploración en tiempo real y sigilo, dos de los protagonistas

Una de las máximas de Mutant Year Zero es combinar, casi a la perfección, la exploración de los escenarios en tiempo real con los combates por turnos al más puro estilo XCOM, todo ello aderezado de algunas mecánicas de sigilo bastante interesantes.

Para movernos y explorar los escenarios todo irá en tiempo real, controlando a los personajes con los típicos botones WASD (en el caso de PC, que también tiene una buena compatibilidad con el control con mando) para descubrir todo lo que tienen que ofrecernos cada uno de los mapas.

Durante nuestros "paseos" nos encontraremos con distintos enemigos y aquí empezarán las ágiles mecánicas que nos permiten realizar acciones de sigilo, también en tiempo real, u optar por pasar directamente a un combate por turnos en el que controlar, de forma meditada, los enfrentamientos con los enemigos.

Comenzando por el sigilo, veremos cómo las unidades rivales tienen el círculo de "visión" típico con el que son capaces de detectar nuestra presencia, ya sea porque nos ven o porque pueden escuchar nuestros pasos. Este círculo puede reducirse si pasamos a un modo sigiloso haciendo clic izquierdo con el ratón, viendo como los protagonistas apagan sus linternas y se agachan para pasar inadvertidos.

Aquí, podemos escoger o bien sortear a los enemigos para pasar a otra zona del mapa (siempre que sea posible) o intentar acercarnos a ellos desde una posición ventajosa para poder emboscarles y ganar una gran ventaja en el combate.

Estas mecánicas de sigilo también estarán presentes en los propios enfrentamientos ya que, por ejemplo, podemos utilizar armas silenciosas para acabar con un solo enemigo alejado del resto sin que nos oigan sus compañeros, que serán alertados o bien si nuestro rival sobrevive y da la voz de alarma o si usamos, por ejemplo, una poderosa y ruidosa ametralladora para acabar con su vida.

Sin embargo, uno de los puntos negativos del juego lo encontramos en que, a nivel de diseño, este sistema de sigilo no nos ofrece demasiadas posibilidades más allá de emboscar a los enemigos, ya que sortearlos, a excepción de algunos momentos puntuales, nos será muy poco útil.

Lo primero por lo que no será útil esquivar a los enemigos es porque al hacerlo no ganaremos experiencia y sin esta experiencia no subiremos de nivel (con la típica progresión para mejorar el personaje o añadir habilidades) y, sin subir de nivel, los combates se nos harán muy cuesta arriba desde los primeros instantes de la partida.

El segundo motivo por el que no es útil sortearlos de esta forma salvo excepciones es porque, en algunas ocasiones, esquivarlos puede acabar volviéndose en nuestra contra por el mayor fallo de diseño que hemos visto en el juego que ha afectado directamente a nuestra partida.

En un momento de la misma, un combate contra unos enemigos que custodiaban el acceso a la siguiente zona se nos atragantaba, y decidimos sortearlos para continuar nuestro avance, algo que logramos con éxito.

Tras explorar un par de lugares extra y subir algunos niveles, decidimos volver por donde habíamos venido para afrontar este combate y poder ganar algo de experiencia de cara a poder llegar con el nivel recomendado a la siguiente parte de nuestra misión. Nuestra sorpresa fue mayúscula al llegar de nuevo a esta zona y aparecer (tras el pertinente tiempo de carga) justo en un lugar en el que el enemigo nos detectaba automáticamente, sin posibilidad de hacer nada más que forzarnos al combate, eliminando el factor sorpresa crucial en la mayor parte de los encuentros.

Ante nuestros ojos, fue un fallo mayúsculo que nos obligó a cargar una partida anterior con unos cuantos minutos a nuestras espaldas, estropeando parte de una experiencia de juego que hasta entonces había sido muy satisfactoria.

Estrategia al más puro estilo XCOM

Tras dar un intensivo repaso a lo que el juego nos ofrece antes del combate, llega ahora el momento de hablaros de la estrategia por turnos que veremos en todo su esplendor cuando llegue la famosa "hora de las tortas".

Como bien reza el nombre de este apartado y como los propios creadores del juego comentan en su descripción, estamos ante un sistema muy similar al del propio XCOM, con cada personaje pudiendo realizar dos acciones (en ocasiones alguna más gracias a habilidades especiales) por turno, pudiendo moverse una determinada cantidad de casillas, disparar, ponerse en guardia, lanzar granadas, etcétera.

En líneas generales, todas las mecánicas a nivel de estrategia están muy bien resueltas y resulta muy interesante que, en cada combate, deberemos aprovechar al máximo tanto las coberturas como las habilidades especiales de nuestros personajes o toda la utilidad que tengan en forma de granadas, cócteles molotov, bombas de humo, etcétera, que nos darán muchas e interesantes variables a nivel estratégico.

Algo que nos ha gustado es la posibilidad de destruir todas las coberturas, ya sea por el uso de granadas o de otras habilidades, dándonos aún más variantes por cada turno. Esto lo hemos aprovechado, sobre todo, para romper la ventaja de rivales en posiciones elevadas, pudiendo romper una granada para romper el techo o el piso superior en el que se encuentren, haciéndoles daño tanto por la explosión como por la caída amén de reducir su superioridad a cero.

Otro elemento que nos ha gustado, pero que tiene que mejorarse, es un botón de "acción rápida" que nos permite que los turnos del enemigo pasen a alta velocidad. Esto es realmente útil si queremos pasar rápidamente a nuestro próximo turno pero tiene, de nuevo, un fallo de novato en su ejecución ya que, para pasar rápido el turno del enemigo deberemos de mantener pulsado el mismo botón que utilizamos para confirmar las acciones de nuestros personajes.

Esto, unido a que no se para automáticamente la acción cuando acaba el turno enemigo, hace que en numerosas ocasiones ejecutemos movimientos que no queremos con nuestros personajes cuando la estamos utilizando, lastrando nuestra experiencia de juego para obligarnos a usar, bastante poco, esta herramienta que, por otro lado, es muy útil si está bien diseñada y que puede arreglarse de una forma tan sencilla como cambiándola de tecla.

Un apartado técnico muy atractivo… con algunos trucos

A nivel visual, Mutant Year Zero: Road to Eden nos ofrece un juego muy vistoso técnicamente y, de hecho, con unos gráficos muy buenos si solemos tener en cuenta la media de los títulos de estrategia gracias al motor Unreal Engine 4.

Eso sí, este gran acabado visual tiene su "truco", ya que los escenarios no son demasiado grandes y la línea de visión de nuestros protagonistas es bastante reducida, notando cómo se van mostrando, poco a poco, las nuevas zonas del mapa. Además, también nos hemos encontrado con algún fallo puntual de la cámara carente de gravedad.

Si apuntamos al sonido, tanto la banda sonora como el doblaje y la librería de sonidos utilizadas en el juego tienen un nivel muy alto que harán que tengamos una experiencia muy satisfactoria. La localización del juego la encontraremos con voces en inglés y subtítulos en castellano, con un par de fallos puntuales en la misma que no trascenderán demasiado a la hora de enterarnos del argumento del juego.

Conclusiones

Mutant Year Zero: Road to Eden es un juego muy divertido con el que nos lo hemos pasado realmente bien durante sus aproximadamente 15 horas de duración que pueden crecer bastante si decidimos jugar en modos de juego elevados, que representarán un auténtico desafío, casi enfermizo, para los amantes de la estrategia.

La combinación de elementos de exploración y sigilo en tiempo real con la estrategia por turnos nos ofrece una experiencia jugable muy satisfactoria, sobre todo por la transición entre los tres estilos de juego, llevada de forma realmente natural y fluida.

Es una pena que, a nivel de diseño, el juego tenga un par de errores prácticamente de novato que lastran una experiencia que, si no los tenemos en cuenta, es realmente notable y que, a pesar de los mismos, va a encantar a todos los amantes de la estrategia.

Desde luego, al menos el que os escribe, espera una segunda entrega de este Mutan Year Zero: Road to Eden en la que Bearded Ladies, creadores del título, puedan ofrecernos esta gran experiencia pulida y sin lastres para ofrecernos un juego que, sin estos fallos, podría ser un referente dentro de su género.

Hemos realizado este análisis en su versión de PC gracias a un código proporcionado por Evolve PR.