Análisis Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii, la aventura más loca de Yakuza (PS5, PS4, PC, Xbox Series X, Xbox One)

Ryu Ga Gotoku Studio nos prometió un Like a Dragon anual y parece que no tienen intención de pisar el freno. Entre el Virtua Fighter R.E.V.O. ya disponible en PC, el Virtua Fighter completamente nuevo que llegará en un futuro, Project Century y previsible próximo Like a Dragon "principal", el estudio de Sega sigue alternando las propuestas de rol por turnos con la acción de los Yakuza clásicos.
Si el año pasado nos llevaron a Hawái con el mastodóntico Like a Dragon: Infinite Wealth, ahora es el turno de una entrega un poco más pequeña que contente a los fans de los mamporros brawler, de manera similar a lo visto en 2023 con Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name. Con Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii Ryu Ga Gotoku Studio ha aprovechado contenido del último juego para este spin-off que da protagonismo a uno de los secundarios más populares de la saga, el carismático Goro Majima. Y ojo, que este es un Like a Dragon con más novedades de lo habitual.
¡Yo voy a ser el rey de los piratas!
Nos gustó The Man Who Erased His Name, pero tenía dos puntos débiles: además de avanzar muy poco en la historia general más allá de contar qué había sucedido con Kazuma Kiryu durante Yakuza: Like a Dragon, el contenido reciclaba el conocido y diminuto barrio de Sotenbori. No es que Pirate Yakuza in Hawaii pretenda ganarnos por su argumento, no es este su fuerte, pero la aventura cuenta con un humor loco que encaja bien con el espíritu de Majima y arriesga en el gameplay de acción como no habíamos visto en mucho tiempo.

La trama se ambienta seis meses después de Infinite Wealth y en varios momentos se nos refrescará la memoria sobre lo que sucedió tras su final, aunque por su naturaleza de spin-off las conexiones son puntuales. Sin embargo no recomendamos tomarlo como una entrada para los novatos en la saga: aparece algún que otro viejo conocido y demanda haber superado Infinite Wealth.
El juego nos recibe con Majima abandonado en la costa de una isla de Hawái, amnésico, así que en un principio apenas tendrá recuerdos de su violenta vida pasada. ¿Quién es y cómo ha llegado a este lugar? Esta es una buena motivación para embarcarse en un viaje por el archipiélago hawaiano; la otra, está relacionada con un tesoro legendario que persiguen diferentes facciones. Por suerte el Perro loco de Shimano encontrará nuevos aliados en este primer Like a Dragon con temática marítima.

Pirate Yakuza in Hawaii recupera el combate de los Yakuza con algunos cambios, caso de los dos nuevos estilos de combate. Perro Loco es el más parecido al típico de Kiryu, pero pasado de vueltas y con una velocidad que no habíamos visto antes en la saga. Piruetas, cortes con cuchillo, barridos… acompañado además del salto -¡por primera vez en la serie!- que permiten combos aéreos o aprovechar juggles. Todo esto hace que la lucha se sienta diferente desde el primer segundo. Lobo de mar es igual de frenético, pero con espadas que puedes agitar en barridos e incluso lanzar al aire, más la posibilidad de utilizar un garfio que nos acerca rápidamente a los enemigos.
Suma armas de fuego, los movimientos heat, el contraataque, las evasiones, el medidor de locura para activar unas habilidades especiales -duplicación de Majima o invocación de criaturas- y obtienes las batallas más delirantes y vistosas que han pasado por la saga hasta la fecha. Majima es una picadora de carne capaz de enfrentarse solo o con abundantes compañeros contra todo un batallón de piratas, que además suelen ser muy activos en batalla, no esperan su turno mientras zurramos a otro rufián.

El juego generalmente multiplica el número de enemigos en pantalla respecto a lo que estábamos acostumbrados, y eso lo distancia un poco del brawler contra grupos reducidos -los tres o cuatro matones como mucho que teníamos originalmente-, ahora se acerca a un hack’n slash multitudinario -hablamos de decenas e incluso un centenar de oponentes-. Aunque The Man Who Erased His Name ya empezó a incrementar el número de enemigos simultáneos para equilibrar los gadgets de Kiryu, esta nueva entrega necesita dar otro paso más para contrarrestar el poder y velocidad de Majima. Unos jugadores lo verán con buenos ojos, otros -quizás los veteranos- consideren que este spin-off es "otra cosa" y no el drama más o menos realista de los primeros Yakuza.
Al margen de la opinión personal de cada uno, sí es verdad que el sistema de combate no nació para estas melés y eso introduce algunos problemas con la cámara por la acrobacias y obstáculos del entorno. En este juego hemos recibido más disparos de enemigos que nunca porque los tiros venían fuera de la zona que nos mostraba la pantalla, y son ataques prácticamente imposibles de prever. Si bien Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii es una auténtica bomba en sus combates, el mejor tiempo lo hemos pasado contra jefes -el último es un tour de force- o cifras manejables de enemigos que exigen estrategia y no tanto el machaque de botones, pero para gustos, colores.

Levando las anclas del Goromaru
Pero Pirate Yakuza in Hawaii es más que un Yakuza con el chalado Majima. Muy pronto, Ryu Ga Gotoku Studio nos descubre la auténtica novedad de esta aventura: los viajes por mar. Mientras que en Infinite Wealth nos trasladamos a algunas islas de manera automática y como parte de la historia, ahora disponemos de un barco pirata con el que explorar el océano de primera mano y desembarcar en algunas islas, que vienen a ser pequeñas mazmorras opcionales con sus enemigos, tesoros y jefes.
El barco está acompañado de toda una serie de sistemas que evolucionan conceptos vistos anteriormente en la saga, como la posibilidad de reclutar más de un centenar de tripulantes -en este caso, para los diferentes roles en el barco y el combate en las islas-, la personalización del navío y las guerras navales. Las batallas nos puede recordar en ciertos aspectos a Skull & Bones, esto es, una vez entramos en batalla se rodea al barco enemigo, se ataca por el frente o los cañones laterales, mientras evitamos que el otro barco nos pille con la guardia baja. También se necesitarás reparar el barco, animar a los compañeros o pasar a la vista de la cubierta para disparar un lanzacohetes.

El control y física del Goromaru son un poco más simples que en el juego de Ubisoft y además no hablamos de un mar abierto sino de varias áreas grandes, pero está más trabajado de lo que se podría pensar: podrás investigar pistas sobre tesoros ocultos en esas islas plagadas de piratas o animales salvajes, mejorar la reputación, obtener nuevos anillos de protección… En caso de que no lo disfrutes, una vez desbloquees los faros de zonas seguras tendrás viaje rápido y -casi- podrás olvidar este pilar del gameplay, pero si quieres exprimirlo, aquí hay contenido opcional añadido al que encontraremos en el mapa de Honolulu.
El gameplay naval hace de Pirate Yakuza in Hawaii un capítulo original dentro de Yakuza/Like a Dragon y da sentido a que estos spin-off experimenten con mecánicas arriesgadas, un claro contraste al conservador The Man Who Erased His Name. Ayuda también a que desde el primer minuto el tono humorístico y la situación inverosímil de Majima nos hace tomar este capítulo con otra mentalidad: todo vale en estas aguas sin ley.

De nuevo, un parque de atracciones digital
No sería un Like a Dragon sin una tonelada de sidequests, coleccionables y minijuegos que multiplicarán las horas de Pirate Yakuza in Hawaii sin darte cuenta; una partida "deprisa y corriendo" rondará las 15 horas, el doble o más si decides verlo todo. No podían faltar los juegos de mesa, la cocina, karaoke, béisbol, karting, el concurso fotográfico, las conversaciones para fortalecer la amistad, un rescate de animales para el refugio de Majima...
También podremos dedicar tiempo a clásicos 8 bits de Sega -¡ese Alex Kidd!- y un puñado de recreativas que vimos en su predecesor, como Virtua Fighter 3 -con variante tb-, SpikeOut, Fighting Vipers 2 o Daytona USA 2 -aquí con el nombre SEGA Racing Classic 2- en variantes Battle on the Edge y Power Edition. La novedad es The Ocean Hunter, un shooter de Model 3 que tiene su sentido en este Like a Dragon marítimo; no es especialmente divertido porque se diseñó para pistola y no el control con el pad, pero es otra rareza inédita en sistemas domésticos y sólo por eso merece darle un tiento.

Y luego tenemos Madlantis, un refugio pirata en el que vamos a pasar bastante tiempo de la aventura. Dispone de un coliseo de batallas navales y diferentes ligas de una dificultad mayor que las batallas en alta mar, y por cuestiones de historia será obligatorio participar al menos un par de veces. No descuides las mejoras de tu barco y el fichaje de tripulación porque necesitarás un equipo fuerte en la recta final del juego para controlar los cañones y superar la fase del abordaje, esa que nos enfrenta a un batallón en la cubierta del navío debilitado.
A la espera del salto gráfico de Project Century
Pirate Yakuza in Hawaii funciona con la tecnología de los últimos Like a Dragon e incluye el sistema meteorológico de Infinite Wealth. No hay salto técnico visible, pero encontramos suficientes localizaciones nuevas como para que el reciclaje no sea molesto -y no será necesario explorar Honolulu en profundidad si no lo deseas-. La banda sonora es, de nuevo, otro cóctel de estilos y siempre sabe subir la temperatura con la música más cañera durante los enfrentamientos, con el ingrediente imprescindible de algunos temas de corte pirata.

Eso sí, al motor que nos deslumbró en Yakuza 6 empiezan a pesarle los años, y de vez en cuando veremos aparición súbita de detalles en el entorno, y -esto por cuestiones de presupuesto- todavía hay una diferencia muy grande entre las cinemáticas más espectaculares y aquellas menores que no tienen ni voz -audio en inglés y japonés, con subtítulos en español-. La recreación del mar es aceptable, pero queda lejos de lo visto en juegos con una década a sus espaldas -Assassin’s Creed IV: Black Flag-. Todo apunta a que Project Century será la auténtica revolución gráfica de Ryu Ga Gotoku Studio.
Conclusiones
Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii es un Yakuza/Like a Dragon peculiar y extravagante, justo lo que podríamos esperar del propio Majima. La historia sirve de mera disculpa para dar un barco al "Perro Loco" y añadir nuevas mecánicas relacionadas con la formación de la tripulación, la exploración marítima y los combates navales, que sin ser un componente excesivamente profundo, supone un aire fresco. Igual de rompedor es que aquí se aprecia el interés por aumentar drásticamente el número de enemigos simultáneos, aunque esto no siempre equivale a más diversión.
En la visión global de la saga colocaríamos a este capítulo en un punto intermedio. Sin la emoción y el drama de los mejores episodios de Kiryu, sin el efecto novedad de los JRPG de Ichiban, pero supera en ambición a The Man Who Erased His Name y se puede tomar como un entretenido disparate perfectamente aceptable como spin-off que prepara el terreno ante la próxima gran aventura.
Hemos realizado este análisis en PS5 Pro gracias a un código proporcionado por Cosmocover.

NOTA
Puntos positivos
Puntos negativos
En resumen
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