Análisis de L.A. Noire (PS4, Switch, Xbox One)
Mientras esperamos a que Rockstar se estrene en la actual generación de consolas con un juego original, algo que ocurrirá en la primavera del año que viene con el esperadísimo Read Dead Redemption 2, la compañía norteamericana ha decidido recuperar para estas navidades L.A. Noire, un título bastante peculiar que se lanzó en 2011 para PS3 y Xbox 360, y unos meses más tarde también en PC.
Una aventura muy cinematográfica en la que nos metíamos en la piel del detective Cole Phelps, teniendo que investigar todo tipo de crímenes en la ciudad de Los Ángeles a finales de los años 40, como si se tratara de un film de cine negro. Con una gran carga narrativa y una soberbia ambientación, en su día nos pareció un juego con mucho encanto, al proponer algo único, como una especie de modernización del género de las aventuras gráficas, que nadie se ha atrevido a replicar posteriormente.
Una propuesta tan peculiar que evidentemente no fue del gusto de todos, ya que es un juego de ritmo pausado, con muchísimos diálogos y todo el peso de desarrollo cae en la historia y en estar atento a cada detalle para desentrañar los misterios que nos plantea, con unas escenas de acción que resultan anecdóticas e incluso un poco metidas con calzador.
Quizás por ellos nos sorprendió bastante el anuncio hace un par de meses de esta versión para PS4, Xbox One y Switch, que supone la vuelta de Rockstar a las consolas de Nintendo después de mucho tiempo. Ahora explicaremos las peculiaridades de cada versión por separado, que aprovecha las características de cada consola, pero antes vamos a hablaros de la aventura en sí, que es la misma en las tres versiones.
Una aventura gráfica única
Como decíamos antes, L.A. Noire era una especie de thriller policíaco interactivo en el que íbamos resolviendo sucesivos crímenes, con ideas muy interesantes, como los interrogatorios, en los que las expresiones faciales, además de ser una virguería técnica, tenían su peso en la jugabilidad. Una aventura con muchos ingredientes, como una historia muy elaborada, una ambientación genial, recolección e investigación de pruebas, interrogatorios, algunos puzles, un mundo abierto e incluso escenas de acción, pero no todos los elementos tenían el mismo peso, ni estaba igual de bien resueltos.
Por ejemplo, las escenas de acción como los tiroteos, los combates cuerpo a cuerpo a puñetazos o las persecuciones a pie, no son sus puntos fuertes, y en en pleno 2017 se ven todavía más claramente estas carencias, como un mundo abierto que es un mero decorado, y que se siente un tanto inerte, y que no aporta demasiado.
Pero en cambio sus virtudes se mantienen prácticamente inalteradas seis años después, como una historia adulta y bastante oscura, que replica perfectamente el cine y las novelas negras, la genial ambientación de Los Ángeles a finales de los años 40, o lo interesante que resulta ir resolviendo diferentes casos mientras vamos ascendiendo en el cuerpo de policía.
Su elemento jugable más original, los interrogatorios, ya propiciaron muchas discusiones en su día. A través de las pistas que hemos ido recogiendo, ya sea explorando los escenarios o al hablar con diferentes testigos, a veces tienes que interrogar a ciertos personajes e interpretar tanto sus palabras como sus expresiones faciales, para saber si nos están mintiendo o diciendo la verdad, algo muy arriesgado y que nos gustó mucho en su momento.
Pero este sistema tenía sus problemas, no tanto por la ejecución técnica, muy loable, como por su diseño, y de hecho un cambio importante en esta reedición demuestra que Rockstar es consciente del fallo. En el original había tres opciones para interactuar en los interrogatorios: verdad, si creemos que están siendo sinceros; duda, cuando sabíamos que nos estaban ocultando información, o que nos decían una verdad a medias; y mentira, cuando podíamos demostrarlo, eligiendo una pista que habíamos obtenido previamente.
A veces no tenías demasiado claro cuándo era ‘duda’ o ‘mentira’, o pensabas que podías demostrar la mentira con una pista, pero el juego no lo tenía en cuenta, o tenías que elegir una pista exacta, cuando otras realmente podrían demostrar lo mismo. Lo que han hecho en esta reedición es cambiar las palabras por poli bueno (‘verdad’), poli malo (‘duda’), y acusación (‘mentira’).
Este nuevo sistema hace que las cosas mejoren en algunas situaciones, pero en otras se vuelven más confusas todavía, y en definitiva se nota que era un problema de diseño, que no se puede arreglar cambiando las palabras. Es curioso que es su día este defecto no nos molestara demasiado, lo toleramos y nos dejamos llevar por la interesante propuesta de esta aventura, pero hoy en día le vemos mucho más las carencias a esta mecánica, y nos parece bastante absurda e injusta en muchas situaciones.
Por lo demás, y pese a sus defectos, sigue siendo un juego muy disfrutable, especialmente si no lo jugaste en su día , porque no deja de ser un thriller policíaco de 20 horas de duración, y volver a jugarlo ya conociendo la resolución de los casos y los giros de la historia no tiene mucha gracia. Sus realistas expresiones faciales evidentemente ya no sorprenden, y al mundo abierto se le ven mucho más las costuras, pero es curioso que seis años después sigue siendo único en su especie, y nos parece muy recomendable si te atrae su ambientación y te gustan las aventuras gráficas o cinematográficas.
Además, esta versión incluye los contenidos descargables que se lanzaron posteriormente, añadiendo nuevos casos, por lo que es un juego muy grande, para disfrutar con calma.
Las versiones de Xbox One y PS4
En las consolas de Sony y Microsoft L.A. Noire llega con algunos retoques visuales que consiguen que el juego mantenga muy bien el tipo, sobre todo por su magnífica ambientación. Iluminación y texturas mejoradas, mayor distancia de visionado sin popping, 30fps totalmente estables, 1080p de resolución y otros pequeños retoques, como ángulos de cámara mejorados, que actualizan los gráficos pero sin llegar a ser un cambio notable, no demasiado distinto a lo que ofrecía la versión de PC desde hace años.
En PS4 Pro y Xbox One X también se puede jugar a 4K y con HDR, pero se nota que el juego originalmente no estaba pensado para ello, y no supone un cambio espectacular respecto a jugar a 1080p, como si ocurre en los lanzamientos actuales. En cualquier caso sigue luciendo muy bien, y en líneas generales ha envejecido mejor que otros títulos de la época, aunque detalles como el pelo de los personajes, que son una simple textura, nos recuerden que tiene ya seis años.
Como novedad de estas versiones, también se ha incluido un modo foto, algo que cada vez demandan más jugadores, ya que da mucho juego en las redes sociales, y a las compañías les hace publicidad gratuita.
La versión de Nintendo Switch
Este inesperado port para Switch, un nuevo juego de Rockstar para una consola de Nintendo después de mucho tiempo, sí incluye algunas novedades jugables, aunque visualmente sea bastante parecido a la versión de PS3 y Xbox 360, con puntuales mejoras.
Se han incluido controles por movimiento con los Joy-Con, que nos permiten observar los objetos y pistas, controlar la cámara o apuntar en los tiroteos. Y también se utiliza la pantalla táctil, que podemos utilizar para acciones muy concretas, como seleccionar las respuestas de los interrogatorios o interactuar en las escenas del crimen con las diferentes pistas y objetos, hasta incluso mover al personaje, ya que realmente se puede controlar todo el juego con la pantalla táctil, como si fuera una clásica aventura gráfica de PC, y nuestro dedo el puntero del ratón.
Todo esto en un principio puede sonar muy bien, pero se nota que el juego no estaba diseñado para ello, ni para los controles por movimiento ni para un control totalmente táctil, y al final se juega mucho mejor de una manera tradicional, con los sticks y los botones, y son dos mejoras que se quedan en anécdota.
Visualmente en modo portátil se muestra a 720p de resolución, y 1080p en sobremesa, en el dock, y en cualquier de los dos casos se ve muy bien, sigue siendo un juego muy vistoso, especialmente en su versión portátil, como suele ocurrir en muchos títulos de Switch. Eso sí, sufre de ciertos problemas de rendimiento en ambos casos, tanto por popping, ves claramente cómo aparecen muchos elementos de la ciudad, como de ralentizaciones, muy evidentes en el dock, siempre en el mundo abierto, que parece que se le atraganta.
En la versión física de Switch hay que aclarar que para poder disfrutar del juego al completo hay que descargarse 13GB, lo que nos obliga prácticamente a tener una tarjeta microSD, algo ya imprescindible en esta consola. Una mala costumbre que están cogiendo cada vez más juegos, esté o no del todo justificado por el tamaño de las tarjetas.
Como el original, en las tres versiones, llega con un excelente doblaje en inglés, genialmente interpretado, y con subtítulos en español, todo redondeado con una banda sonora con algunos temas especialmente inspirados.
Un juego muy especial
Esta curiosa aventura gráfica triple A sigue siendo un juego único y con mucho encanto, y su ambientación e historia son muy atractivas, a pesar de que sus carencias jugables sean más evidentes en pleno 2017. Si lo dejaste pasar en su día puede ser un gran descubrimiento, siempre y cuando sepas que esto no es un sandbox de acción, sino una aventura cinematográfica de ritmo pausado y totalmente centrada en la narrativa y la investigación.
Si ya lo jugaste no tienes suficientes alicientes para recuperarlo, porque ninguna de las novedades, jugables o visuales, son suficientes para justificar el hecho de volver a pasar por caja.
Hemos realizado este análisis con una copia final Nintendo Switch y PS4 que nos ha proporcionado Rockstar.